HoloLens, el dispositivo de realidad aumentada de Microsoft, quiere ofrecer una experiencia única
¡Ni realidad virtual ni leches! Eso es lo que han debido de pensar en Microsoft a la hora de lanzarse por otros derroteros como si nadaran a contracorriente en la riada mediática provocada por dispositivos como Oculus Rift, Project Morpheus y Steam VR. Los de Redmond prefieren apostar por la realidad aumentada, una tecnología que hasta ahora sólo hemos podido disfrutar de forma más bien limitada en títulos como Invizimals y Wonderbook.
El invento que se han sacado de la chistera ha sido bautizado como HoloLens, y sobre él ha hablado recientemente uno de sus máximos responsables, Kudo Tsunoda, quien a su vez es uno de los cerebros que crearon ese periférico hoy prácticamente marginado: Kinect.
“Lo que HoloLens te permite es mezclar tu mundo real con el digital. Mezclar estas dos cosas desbloquea muchas experiencias diferentes. Ninguna de esas cosas es algo que pudiera hacerse con la realidad virtual. No tengo nada en contra de la realidad virtual; pienso que es una gran tecnología”.
De esta forma parece que la idea de Microsoft es romper nuevas barreras para el ocio electrónico permitiendo que la interacción entre nuestro entorno y el mundo virtual sea total. Es decir, podríamos llegar a convertir nuestro salón en un escenario de videojuego completo, con las correspondientes casitas poligonales, los arbolitos, los ríos y los personajes danzando de un lado a otro; casi como si estuviéramos disfrutando de una alucinación mágica durante una severa indigestión.