10 Momentos de Videojuegos para recordar
Todos nos hemos quedado con la boca abierta en algún momento puntual de un videojuego, o hemos llorado como un niño pequeño, o hemos notado como las pulsaciones nos subían al máximo. Esa es una de las grandes ventajas de los videojuegos. Nos hacen reír, llorar, nos pegan sustos de muerte y logran que nos den subidones de adrenalina.
No hay un jugador que se precie que no recuerde algunos momentos de la historia de los videojuegos con cariño, ya sea por su espectacularidad o por lo que significan para las franquicias y sagas más famosas.
Desde JuegoReviews hemos hecho una pequeña recopilación de diez momentazos que nos marcaron de alguna forma. ¿Quieres conocer nuestras preferencias?
El enfrentamiento final de Altair contra Al-Mualim en el primer Assassin's Creed es un momento memorable de la historia de los videojuegos, no sólo porque tenemos que enfrentarnos a nuestro maestro, el que nos ha guiado y enseñado a lo largo de todo el juego, sino porque es la primera vez que vemos el Fruto del Edén en funcionamiento. Antes de este combate, pensábamos que Assassin's Creed estaba centrado únicamente en la lucha entre Templarios y Asesinos, pero con la llegada del Fruto y la revelación del resto de Fragmentos del Edén, vimos que en la franquicia había muchos secretos por descubrir.
Y pasamos de un enfrentamiento final a otro. La lucha definitiva entre Kratos y su némesis, el dios Ares, en God of War. Un gran momento, y no sólo porque luchamos contra un jefe final especialmente poderoso y espectacular, sino porque es el responsable de todas nuestras desgracias. Durante toda la aventura nos hemos enfrentados a minotauros, cíclopes, arpías y toda clase de monstruos en busca del poder para vengarnos del dios de la guerra, y ha llegado el momento del cara a cara. Si a eso sumamos las alucinaciones y recuerdos con la esposa e hija de Kratos, nos encontramos ante uno de los momentos más emocionantes vistos en un videojuego. Por supuesto la saga God of War nos ha obsequiado con cientos de combates espectaculares, pero por la intensidad y lo que significa para Kratos, nos quedamos con éste.
Nunca un viaje en tren fue tan emocionante como el de Uncharted 2: El Reino de los Ladrones. Al principio del juego nos muestran a Nathan Drake hecho un guiñapo, en los restos destrozados del tren tras un accidente monumental. Después toca retroceder y empezar la aventura, siempre con las imágenes del transporte en mente. Por ello, cuando nos toca subirnos en él, las expectativas son altísimas. Y lo cierto es que no decepciona. Cada minuto que pasamos en ese tren es un minuto donde la adrenalina y la acción dominan el panorama. La saga Uncharted nos ha obsequiado multitud de estas escenas de acción, pero sin duda elegimos ésta, no sólo por la escena en sí (¡Alucinante!) sino por cómo la anticipan. ¡Eso sí es sembrar la intriga!
Si hay algo que muchos jugadores recordaremos siempre es la primera vez que nos encontramos cara a cara con un dragón en The Elder Scrolls V: Skyrim. Y no nos referimos al espectacular prólogo en el que el ataque de Alduin nos salva de un afeitado demasiado apurado por parte del verdugo, sino al primer combate, poco después de empezar la aventura. El gigantesco reptil se planta ante nosotros lanzando bocanadas de fuego, y es cosa nuestra acabar con él. ¿Y qué conseguimos al hacerlo? Nada más y nada menos que su alma, así como la gran revelación de que somos dovahkiin (Sangre de Dragón), el único que puede absorber el poder que contienen estas criaturas míticas. ¿Puede haber instante más épico y prometedor?
Y de reptil gigantesco, pasamos a monumental monstruo de piedra, también gigantesco. Sí, hablamos de Shadow of the Colossus y de la primera vez que, cabalgando a lomos de nuestro leal Agro, nos encontramos con un Coloso. ¿Quién no estuvo a punto de manchar los pantalones al encontrarse con semejante mole de piedra, capaz de destrozarnos de un plumazo? ¿¿Y se supone que tenemos que acabar nosotros solos con esa cosa?? Por suerte los jugadores de videojuegos tenemos un sexto sentido para estas cosas y encontramos la forma de escalar por el bicho hasta alcanzar sus puntos débiles. Sin duda, uno de los enfrentamientos más épicos y que más han quedado grabados en nuestra memoria.
La saga Metal Gear nos ha dado momentos inolvidables, pero aquí seguimos teniendo en mente la revelación de quién es Master Miller en realidad. Después de pasar todo el juego siguiendo sus consejos por radio, nos llevamos la sorpresa de que... ¡Es un impostor! (¡Maldito! ¡Yo confiaba en ti!) En realidad se trata de Liquid Snake, que ha estado jugando con nosotros para que activemos las cabezas nucleares de Metal Gear Rex. ¡La máxima traición entre las traiciones! Y es que en el fondo nos gusta que jueguen con nuestros sentimientos... Siempre que sea en un juego.
Otra escena para la posteridad nos la trajo el primer Resident Evil, hace muchos, muchos años. Porque, ¿quién no recuerda la primera vez que llegamos a la temible Mansión Spencer con un escalofrío? Perseguidos por los perros infectados, incapaces de hacerles frente, el equipo Alpha de S.T.A.R.S. entra en el que parece que va a ser un refugio de la tormenta y las alimañas, pero no. No podrían haber elegido peor sitio. No es una escena espectacular, pero la elegimos por lo mucho que significa para los fans de la saga. ¡Es el comienzo de una de las sagas de terror y acción más prolíficas de la historia de los videojuegos! No podía faltar en nuestra lista.
Nuestro siguiente momento memorable es también uno de los más tristes. En Final Fantasy VII la muerte de Aerith a manos de Sephiroth nos impactó y conmovió a todos, y todavía son miles de jugadores los que consideran esta secuencia la más emotiva en la historia de los videojuegos. Y no por la muerte en sí, sino por todo lo que la rodea. Que la joven desaparezca sin poder decir unas últimas palabras a Cloud, la música, el simbolismo de cada detalle... Eso por no hablar de la despedida. Sobran las palabras.
Por supuesto, no podría faltar alguno de los grandes momentos que nos ha dado The Legend of Zelda. Y, entre todos ellos, hemos escogido el instante en que obtenemos la Espada Maestra en Ocarina of Time. Tras cumplir todos los requisitos para hacernos con la espada, llegamos al Templo del Tiempo deseando hacernos con el preciado filo. Lo que no sospechábamos es que al tocarla iba a desatarse... lo que se desata. Trifuerza, maldad contenida, han pasado siete años... Y salir y encontrar que todo Hyrule ha cambiado, y que aún nos quedan muchas aventuras. Simplemente, un momento épico.
Y por último, si hablamos de momentos memorables no podemos olvidar los muchos instantes que nos ha dado Half Life. Nosotros nos quedamos con el comienzo de Half Life 2, cuando Gordon Freeman despierta para descubrir que la Tierra ha sido invadida por una misteriosa raza extraterrestre que ha esclavizado a la humanidad. ¡Menudo impacto para el pobre Freeman! No sólo se encuentra en una sociedad dictatorial al más puro estilo Orwell, sino que encima los dictadores son extraterrestres. Memorable es poco.