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ENTREVISTA

Álex de la Iglesia: “Dije que Internet era el presente del cine español... y tenía razón”

Álex de la Iglesia, en la Berlinale 2017 por partida doble gracias a 'El bar' y 'Pieles'

David Martos

Berlín —

Escucha la entrevista completa con Álex de la Iglesia desde Berlín este jueves, en el episodio 52 del podcast de cine y series de eldiario.es

Nos encontramos con Álex de la Iglesia en el hall del Hotel Palace de Berlín, durante un anochecer muy frío. Él recibe a Kinótico en camiseta, una camiseta promocional de su próximo proyecto como productor. El cineasta vasco está en la Berlinale porque este miércoles presenta El bar en sección oficial fuera de concurso... y porque ha producido Pieles, de Eduardo Casanova, que ha sido elegida para la sección Panorama. Con Álex de la Iglesia charlamos de producción, de la naturaleza de lo español y de los avatares de la Academia de Cine, de cuya presidencia salió por discrepancias “discursivas” con sus órganos directivos.

¿Por qué produce cine?

Yo lo que pretendo es seguir haciendo cine, es la cosa más egoísta del mundo. E intento llenar mis huecos con las películas de los demás. Me apetece muchísimo que existan aunque no sean mías. ¡O hacerlas mías! Ahora voy a producir una película fantástica de Paulo Urkijo que se llama Errementari, una película vasca...

Y en Pieles... ¿cuánto hay de apuesta por Eduardo Casanova y cuánto de intentar remover el panorama cinematográfico español?Pieles

Hay una intención de todo. Primero de conseguir sacar adelante películas que a mí me parecen interesantes y apuestas arriesgadas, claro. La productora empieza a tener un estilo. Noto que nos estamos dirigiendo hacia un tipo de cine y un tipo de directores. Me gustan las películas de terror y me gustan las películas extrañas. Los directores que necesitan protección porque están muy locos o quieren hacer cosas muy locas... y es posible que acaben con ellos. No, no, vamos a conseguir que esos directores hagan lo que quieren. Soy una especie de Robin Hood de los directores locos. No, no me hagas caso [risas].

O sea, que sin usted... Pieles no existiría...Pieles

Hombre, es una película... ¡Vamos a contarlo! Es una película que no tiene una televisión detrás porque nadie se ha atrevido a hacerla. No hay un productor “al uso” porque no había ninguno que se atreviera con ella. Tampoco ha habido una respuesta previa al guión de distribuidoras, se echaban atrás, es una película muy radical. Ahora que está hecha pasa todo lo contrario. Todo el mundo la quiere, todo el mundo quiere verla. Eso es muy fácil. Lo interesante del cine es apostar por una idea. Ahí está el riesgo y está la aventura. Ahora dice la gente que es una película muy valiente y que les encanta. Claro, porque está hecha.

Y a la hora de hacer sus propias películas, ¿tiene en cuenta que no puede hacer todo lo que querría... si es que quiere venderlas?

Totalmente. La Primera División funciona así. Todos somos conscientes de eso, el público también. Estamos viendo el cine que es posible. No estamos viendo cosas imposibles. En la Primera División, donde se mueven las películas de producción más cara, tenemos mucha suerte de que haya gente que apueste. Por eso estamos tan acostumbrados a que no existan las películas “diferentes” de los años 70. Todas son iguales. Queremos gustar a las madres, gustar a los niños, que tengan un toque picante pero no demasiado picante... ¿Al final qué hacemos? Pan Bimbo.

¿Hasta dónde ha llegado en El bar? ¿Hasta dónde ha llegado hurgando en la naturaleza humana... o en la naturaleza de lo español?El bar

Pues ocurre lo mismo. En este caso yo no tengo un productor que se arriesgue y que apueste más que yo mismo. El bar es una película que incide en lo más sucio, en las alcantarillas del alma de los personajes. Y es terrible, a la vez que fascinante, el efecto que produce. En las típicas películas americanas de catástrofes surge el altruismo maravilloso, e igual hay solo uno que es “el malo”; eso no pasa en El bar. En El bar todos son “el malo”, el que intenta sobrevivir, el que no tiene escrúpulos. Todos somos así. El miedo nos pone en nuestro sitio. En una situación de angustia pisaríamos a quien fuera para salir corriendo.

¿Pero eso es la naturaleza humana... o la del español?

En mi cine hablo de lo que me rodea. No hay una intención directa de elaborar un discurso sobre la idea que tengo de España, o de lo español, pero como vivo aquí y soy de aquí... eso se nota. Hablo de cómo veo a la gente. Vivimos en una situación de encierro. Yo, mis amigos, mi familia, los españoles y los europeos. Vivimos con una serie de problemas que nos angustian y, para sobrevivir, tenemos que poner en la picota a los demás. ¡Vamos a elegir quién va a morir para que los demás podamos sobrevivir! Esa lucha intestina es lo que lleva a que, efectivamente, El bar se destruya.

¿Cómo vivió la campaña contra Fernando Trueba?

Adoro a Fernando, le conozco de toda la vida. Creo que ha sido una situación compleja que desde luego él no se merece.

¿No le parece que nadie entendió lo que quiso decir?

Él ha dicho lo que ha dicho y lo dice... de una manera muy clara y distinta. Él no se anda con tonterías y dice lo que piensa. Los demás también tienen derecho a opinar y a llegar a sus conclusiones. Pero yo creo que una cosa es Fernando y otra cosa son sus películas.

¿Vio los últimos Goya?

Sí, yendo y viniendo, porque estaba con la niña [su hija recién nacida]. Los vi en casa.

¿Ha cambiado su manera de ver los premios desde que fue presidente de la Academia de Cine?

Hombre, claro, porque yo hice dos galas... Lo recuerdo todo con angustia y sobre todo con mucha solidaridad. Mientras lo veo pienso si están ganando tiempo, que menos mal que la gente no recuerda siempre a su madre... ¡Las veo como realizador! Los guionistas me parecieron particularmente buenos. No tanto las intervenciones, me gustaría que la gente fuese un poco más humilde y tardase menos en recoger un premio. No pido que digan gracias y se vayan, que sería glorioso, pero que tengan pensado un agradecimiento... y fuera. Sería todo mucho más sano para todos.

¿Le han tirado los tejos las nuevas plataformas para dirigir televisión?

¡Yo estoy tirándoles los tejos a ellos! Sí que me gustaría hacer cosas, tengo un montón de ideas. Es algo que... digamos... pronosticamos que iba a ocurrir. Dijimos hace ya tiempo que Internet era el presente y el futuro de la producción y del cine español. Y en este momento lo estamos comprobando. Amigos, gracias por darme la razón. Lamentablemente no reaccionamos cuando deberíamos haber reaccionado y haber hecho las plataformas nosotros, no que vinieran ellos con sus plataformas. Eso lo intentamos, pero digamos que en ese momento estaba muy mal visto. Ahora todo el mundo habla bien de Internet porque, amigos míos, Internet es la que está produciendo.

¿Cómo ve la Academia? Quizá su salida se ha quedado pequeña en comparación con los últimos meses...

No sé, yo la veo bien. Soy de la Academia, sigo siendo un miembro activo y sigo queriendo a la gente que está en la Academia y que quiere hacer del cine español algo mejor. Me gustaría que todo fuera bien. Es un sitio muy complicado, hay muchas tensiones, muchas presiones... El conflicto en el fondo es bueno, quiere decir que estamos vivos, pero tenemos que aclararnos y, sobre todo, no quejarnos. Hay que dar una imagen de trabajo y de ganas.

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