Ajamil de Cameros ya tiene su nueva calle Parra
Ajamil de Cameros ha completado las obras de urbanización de la calle Parra, que han contado con una inversión del Gobierno de La Rioja de 43.411 euros. Esta cuantía, que supone el noventa por ciento del presupuesto de la actuación (48.234 euros), ha sido sufragada a través del bienio 2023-2024 del Plan de Obras y Servicios Locales del Ejecutivo riojano. El consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación, Daniel Osés, ha visitado este miércoles la localidad.
Junto al director general de Política Local y Lucha contra la Despoblación, Óscar León, y el alcalde de Ajamil, Eduardo García, Osés ha recorrido esta céntrica vía de la localidad que ha visto renovado tanto su pavimento como las redes de saneamiento y distribución de aguas. Los trabajos se han acometido desde la confluencia con la calle Real hasta la antigua escuela del municipio, que hoy es un centro social.
“Se trata de una actuación que va a contribuir a mejorar la calidad de vida de los vecinos y que refuerza el compromiso del Gobierno de La Rioja con los ayuntamientos, así como con la mejora de los servicios públicos y la lucha contra la despoblación en el medio rural riojano”, ha señalado el consejero.
El nuevo pavimento consiste en un solado de piedra con encintado de dibujos de piedra y cenefas de hormigón, habitual en la mayoría de los pueblos de la sierra. Se ha añadido una rigola de hormigón en el eje de la calle a modo de canalillo central por donde discurre el agua. Esta rigola incorpora dos sumideros sifónicos para la recogida de aguas pluviales y encauzamiento al colector general de saneamiento existente.
Además, se ha instalado un nuevo colector de PVC y una red de distribución de aguas de polietileno de nueva generación. Asimismo, el proyecto ha incluido la colocación de nuevas acometidas de agua, renovando igualmente las bocas de riego, así como las válvulas de corte.
La actuación fue impulsada por el Ayuntamiento debido a que el pavimento anterior estaba levantado o hundido en muchas zonas, presentado además muchos baches e irregularidades en el firme. Esto dificultaba enormemente el tráfico peatonal y rodado, llegando incluso a producirse accidentes de viandantes por caídas o resbalones.
Por otro lado, la tubería de la red de saneamiento se encontraba en un estado importante de descomposición y degradación, lo que había empezado a generar problemas a los vecinos. Además, existía una demanda de las personas que viven en la zona de la necesidad de mejorar la estética de esta calle, muy concurrida y transitada debido a su cercanía al centro del municipio, en el lado noroeste.
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