El Gobierno español considera el ataque con gas lacrimógeno perpetrado esta noche contra la Embajada en Caracas (Venezuela) como “un acto de vandalismo” que no ha causado víctimas y al que no es necesario “conceder la menor importancia”, según declararon fuentes del Ministerio de Exteriores.
Los agresores pintaron además la fachada del edificio con leyendas de apoyo a la banda terrorista ETA y a la “resistencia del pueblo vasco”. Por último, lanzaron panfletos firmados por supuestos simpatizantes del Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, entre ellos la llamada Coordinadora Simón Bolívar, según informó la emisora venezolana Unión Radio.
“El ataque es un acto de vandalismo realizado por un grupo de descontrolados que, afortunadamente, no ha causado víctimas y carece de la menor importancia”, declararon las fuentes del Ministerio de Exteriores.
Tras el incidente, el Gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que expresó su solidaridad ante el ataque. “Consecuentes con su tradición histórica de respeto a la soberanía y amor a la paz, repudiamos este acto delictivo perpetrado por los grupos minoritarios que actúan a contrasentido del ideario bolivariano”, asegura el comunicado emitido por las autoridades de Caracas.
El Gobierno venezolano anunció además que ha “activado los mecanismos que conducirán al esclarecimiento de los hechos y al consecuente castigo de este cobarde acto”, según informó la Agencia Bolivariana de Noticias.