Piedad Córdoba, la senadora vocacional
La mujer del eterno turbante en la cabeza no dejará de acudir al Senado de Colombia. La vocación política de Piedad Córdoba queda así patente tras haber sido destituida como senadora e inhabilitada por 18 años debido a su supuesto vinculo con las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC).
La decisión de la Procuraduría General de Colombia ha logrado dividir a la clase política colombiana, sin embargo, sus detractores han conseguido parar la popularidad de la senadora, tanto dentro como fuera de las fronteras del país latinoamericano.
Pero, ¿quién es Piedad Córdoba y cuál ha sido su labor durante sus dieciséis años de trabajo en el Senado colombiano?
La mujer del turbante
Piedad Esneda Córdoba Ruiz comenzó su carrera política en 1992 como miembro de la Cámara de Representantes de Colombia. Desde allí pasó, dos años más tarde, al Senado donde ha desarrollado su actividad dentro de las diversas comisiones de las que formaba parte hasta hoy.
Sin embargo, si por algo ha sido conocida Córdoba ha sido por la defensa de los derechos humanos y su trabajo por la paz dentro de Colombia, un Estado que vive desde hace años un continuo enfrentamiento entre grupos armados como las FARC o el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Tal ha sido su labor, que en el año 2008 era una de las candidatas favoritas para recibir el Nobel de la Paz, que finalmente se llevaría el recién llegado a la Casa Blanca, Barack Obama.
En 2007, Córdoba asume la función de facilitadora del acuerdo humanitario entre las FARC y el gobierno de Álvaro Uribe, por el cual se procedería a la liberación de varias personas secuestradas por la guerrilla durante años.
En enero de 2008, la guerrilla liberó a la ex candidata a la Vicepresidencia Clara Rojas y la ex Representante a la Cámara Consuelo González de Perdomo; en el mes de febrero los liberados fueron los congresistas Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Gechem.
La mediación de Córdoba continúa dando frutos hasta llegar a lograr en el pasado mes de marzo la liberación por parte de las FARC del cabo segundo Libio José Martínez Estrada y de Pablo Emilio Moncayo, cabo primero del Ejército colombiano que fue secuestrado por la guerrilla en 1997, es decir, el rehén que más tiempo pasó secuestrado.
Presunta vinculación con las FARC
Sin embargo, todos estos éxitos en la liberación de secuestrados quedó truncada, cuando el pasado mes de mayo comenzaron las acusaciones contra Córdoba por presuntos delitos de traición a la patria . Sin embargo, fue ya con el nuevo gobierno de Juan Manuel Santos al frente del país, cuando la hoy ex senadora vio cómo la Procuraduría General de Colombia la acusa de tener vínculos con las FARC.
La investigación contra Córdoba se inició tras el hallazgo de unos correos electrónicos en los discos duros de los ordenadores del que fuera número dos de las FARC, Raúl Reyes, quien falleció en marzo de 2008 en el marco de la Operación Fénix en Ecuador. Estos documentos demostrarían los nexos de la ex legisladora con la guerrilla.
Sin embargo, Córdoba siempre ha defendido que estos contactos periódicos con el grupo armado obedecen al papel de mediadora que le otorgó el propio gobierno de Uribe para propiciar la liberación unilateral de policías y militares secuestrados.
La esperanza de Córdoba fue constante, se resistía a perder su acta de senadora, pero tan sólo hace unos días el presidente del Senado, Armando Benedetti , haciendo oficial su destitución al firmar el fallo de la Procuraduría.
Apoyos
Tras esta decisión, las muestras de apoyo a Córdoba no han parado de sucederse. Dentro de Colombia, el gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, ha asegurado no compartir la decisión tomada, solidarizándose así con la ex senadora, según recoge la Web de Córdoba .
Serpa Uribe asegura que Piedad Córdoba “es una mujer extraordinaria, gran dirigente política, una parlamentaria muy querida en el partido liberal y además ha cumplido una positiva labor por la paz y la convivencia y ha llevado mucha felicidad a las familias de personas que estuvieron secuestradas por la guerrilla de las FARC”.
“Piedad Córdoba continuará luchando por el país, por la paz y sembrando en el territorio nacional la convivencia, así este suspendida”, afirmaba.
También el Partido Comunista Colombiano ha expresado su solidaridad con la ex senadora. “Este hecho indignante es un llamado de alerta a todos los sectores democráticos y a todas las sensibilidades que reclaman medidas de Estado para alcanzar la paz por una vía política, de diálogo y acuerdos y no por la vía militar que privilegia el gobierno Santos” recoge su nota enviada a la página Web de Córdoba.
A estas muestras de apoyo a la causa de Córdoba también se han sumado otras asociaciones que defiende causas sociales y de derechos humanos como son el Instituto de Trabajo Global para la Paz (IGP), Mujeres Liberales del Atlántico, Jóvenes de la Uisy, Intelectuales en Defensa de la Humanidad, Foro Social Latinoamericano, y un largo etcétera.
También desde fuera de las fronteras de Colombia han llegado apoyos a Córdoba, como el del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ha tachado de “infamia” la destitución de la senadora. Además Chávez no ha dudado en asegurar que Córdoba es una persona íntegra y comprometida con los procesos de paz.
El futuro
Tanto los apoyos como las críticas a Piedad Córdoba están presentes en la dividida sociedad colombiana, una sociedad que sigue conviviendo con la violencia diaria y el narcotráfico de enormes dimensiones. Mientras la ya ex senadora anuncia que seguirá acudiendo a la Cámara Alta colombiana para continuar con su trabajo por la paz de su pueblo.
Esta labor también la podrá desarrollar desde la organización de la que es presidenta, Colombianos y Colombianas por la Paz , desde se recogen firmas para pedir tanto a las FARC como al ELN el cese de la violencia, los secuestros, los enfrentamientos y, en definitiva, una Colombia en paz.
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