El actor Robert Pattinson ha vuelto a confesar a la prensa sus problemas para adaptarse al hecho de ser uno de los actores más deseados del planeta. La fama le ha forzado a esconderse y lo ha convertido en un “recluso”, por lo que ya casi le resulta imposible llevar una vida normal.
La estrella de Crepúsculo no lleva muy bien eso de haber pasado, en menos de un año, de ser totalmente desconocido a tener hordas de fans que siguen cada uno de sus movimientos. Convertirse en el vampiro Edward Cullen ha arruinado su vida y ya apenas consigue salir a la calle sin que sus seguidoras le aborden allá donde se encuentre, según ha contado el propio Pattinson a la revista británica Hello.
“Siempre me he sentido más relajado cuando me encuentro en plató trabajando que en el mundo real. Me siento más relajado allí que haciendo entrevistas y hablando con gente que no conozco”, ha dicho el actor.
No es la primera vez que Pattinson se queja de que el acoso de sus fans le impiden llevar una vida social normal, algo a lo que el actor ya ha renunciado. Recientemente se quejaba de que la red Twitter había arruinado su vida, ya que gracias a Internet y a las redes sociales, sus admiradoras podían controlar todos sus movimientos.
“Ya ni me acuerdo de cómo era mi vida de antes”, reconocía entonces el actor británico, que ha tenido que pagar un alto precio por encarnar al vampiro más famoso de la gran pantalla.