Sevilla y Betis se reparten el botín

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El Sevilla, con el objetivo de repetir el cómodo triunfo que logró la temporada pasada (0-2), salió con la intención de mejorar su pobre inicio de temporada, algo similar que le ocurrió al Betis, necesitado de hacer algo grande en un derbi de tal magnitud.

Sin embargo, ni uno ni otro consiguieron su objetivo. Con un fútbol a ráfagas, el choque no pasará a la historia de ambos clubes. El Betis anduvo cómodo al comienzo, el Sevilla rezó porque no se acabara el partido. Al final, un 0-0 que sabe a poco, que deja un sabor un tanto extraño.

Tras el pitido inicial, el Betis fue quien se mostró más incisivo gracias al trabajo de Emaná en el centro del campo

. Arriba, la responsabilidad recayó en el flamante fichaje Sergio García, que dispuso de varios lanzamientos provocados por su excelente movilidad entre la improvisada defensa sevillista, que alineó a cuatro centrales, con Mosquera y Dragutinovic en los laterales.

Precisamante, David Prieto, que jugó en el centro de la zaga con Escudé, dispuso de la primera ocasión clara del choque con un remate marrado en la misma línea de gol tras un pase de Romaric. Ese fue el acicate para los de Chaparro, que a partir de ahí, llevó el peso del encuentro, con un Sevilla más dormido y apático en la zona ancha.

Y es que Jiménez sorprendió con su alineación porque Capel y Navas --el mejor tesoro del equipo del Pizjuán-- se quedaron en el banco en favor de Adriano y Lautaro Acosta, el jugador procedente de Lanús, que pasó desapercibido en el ataque visitante. Esa circustancia favoreció el juego verdiblanco, que a falta de propuestas rivales, encarnó el protagonismo del envite.

Ante tal situación, el técnico del Sevilla prefirió echar mano del 'plan B'. Jiménez dio entrada a Navas en detrimento de Acosta y el Sevilla, que también apostó por Maresca en el centro del campo, se fue haciendo dueño del balón, una verdadera utopía para los visitantes en el primer acto.

El Betis también destapó sus cartas y Rivera le dio otro aire al equipo de Chaparro. El de Puertollano suministró a los suyos algo de inteligencia entre tanto afán por conseguir a toda costa el primero de la tarde. Sin embargo, ninguno tuvo premio y Mark González, entonado en los 45 minutos iniciales, mandó al limbo los balones que enganchó tras la reanudación.

El Sevilla, ya con Diego Capel sobre el césped del Ruiz de Lopera, era mucho más consistente, aunque su peligro llegaba únicamente a balón parado. Los bicampeones de la UEFA hacían sufrir a los verdiblancos, que miraban al árbitro para escuchar el pitido que repartiese los puntos. Este llegó sin alteraciones en el electrónico, por lo que Betis y Sevilla siguen sin despegar.