Miguel Borra (Zaragoza, 1968), que participa en el IX Congreso que celebra hoy CSIF-La Rioja, defiende la necesidad de unos Presupuestos Generales del Estado para afrontar las reformas que necesitan nuestras administraciones públicas. Además, hay que negociar un nuevo acuerdo salarial que permita a los empleados públicos recuperar el poder adquisitivo perdido
Ha sido elegido para un cuarto mandato al frente de CSIF. ¿Cómo afronta los próximos cuatro años?
Con mucha ilusión y optimismo. Hay mucho trabajo por hacer. Somos el primer sindicato en la Administración General del Estado, con casi el 40 por ciento de representatividad de un colectivo de 3,5 millones de trabajadores, y superamos los 250.000 afiliados. También hemos aumentado nuestra presencia en la empresa privada, con más de 30.000 afiliados y 6.000 delegados.
El Gobierno ha prorrogado los Presupuestos ¿cómo afecta a las condiciones laborales de los empleados públicos?
El Gobierno es rehén de la inestabilidad parlamentaria y la incertidumbre política, pero eso no le exime de su responsabilidad. Los empleados públicos se sienten abandonados por la parálisis de este Gobierno y los servicios que reciben nuestros ciudadanos, la sanidad, la educación, la justicia o la Administración del Estado se resienten a diario. La falta de decisiones nos priva de los recursos necesarios para iniciar las reformas que necesitan nuestras administraciones públicas.
¿Podría citarme algunas?
Un nuevo acuerdo salarial que permita a los empleados públicos recuperar el poder adquisitivo perdido desde 2010, reducir la temporalidad, jornada de 35 horas, el teletrabajo, la carrera profesional, mejoras en las condiciones de jubilación… El Gobierno debe actuar y concretar sus anuncios o habrá movilizaciones.
¿Se han marcado algún plazo?
Queremos llegar a acuerdos, pero al Gobierno se le acaba el tiempo. Sigue sin concretar sus anuncios, como el fin de la tasa de reposición y el refuerzo de plantillas. Estamos casi en mayo y no sabemos nada de la oferta de empleo público. Insisto, o negocia mejoras laborales y la oferta de empleo público o habrá movilizaciones. Ya las estamos preparando.
Y además los empleados públicos siguen perdiendo poder adquisitivo …
Antes citaba la necesidad de un nuevo acuerdo salarial. CSIF no firmó el vigente, que además acaba este año, porque es un mal acuerdo. Nada más firmar el pacto, ya perdíamos poder adquisitivo. De momento arrastramos un 20 por ciento desde 2010 y un 5,8 por ciento desde la firma del actual acuerdo con CCOO y UGT al que CSIF se opuso. Por eso queremos negociar un nuevo acuerdo salarial que haga justicia a la labor que desempeñan los empleados públicos de este país. Nuestras dos condiciones para negociar son no perder y empezar a recuperar.
CSIF se encuentra en un proceso de renovación de sus estructuras autonómicas, y ahora le toca el turno a La Rioja. ¿Qué espera usted de este congreso?
CSIF La Rioja quiere mostrarse como la alternativa sindical profesional e independiente, tanto en las administraciones públicas como en el sector privado. Llevamos más de 20 años como líderes entre los empleados públicos, y estamos cada vez más consolidados en la empresa privada.
¿Cuál es la situación de la administración riojana?
Las comunidades limítrofes ofrecen mejores condiciones tanto laborales como retributivas, por lo que la fuga de profesionales es uno de los mayores problemas. La falta de previsión para cubrir las plazas es otro de los grandes males de la administración riojana que, junto con la excesiva burocratización, hace que no sea atractiva para los empleados públicos y se vayan a otras comunidades. Nosotros defendemos que, a igual trabajo, igual salario.
¿Cuáles son los retos del sindicato en La Rioja?
Seguir trabajando por conseguir la excelencia en los servicios que se prestan a la ciudadanía. Es imprescindible que las administraciones cuenten con profesionales con estabilidad laboral, adecuada formación, correcta retribución y cargas de trabajo adecuadas como pilares fundamentales. También seguiremos exigiendo la modificación de la Ley de Participación Institucional para que sea más plural y democrática y permita la entrada de organizaciones como CSIF, que representan los intereses de miles de riojanos y que no tienen representación en la mesa del Diálogo Social.
¿Y en la empresa privada?
Seguir creciendo. Somos una alternativa sindical cada vez más valorada porque se nos ve como un sindicato profesional e independiente que lucha por eliminar las discriminaciones que sufren con respecto a los trabajadores de comunidades limítrofes y evitar la inestabilidad que padecen por la fuga de empresas.