Termina el juicio del Crimen del Profesor: el acusado reitera que no conocía a la víctima y la procesada dice que “nunca sería capaz de hacerle daño”
Los acusados del conocido como 'Crimen del Profesor' -hallado muerto en su domicilio en Logroño el pasado 18 de febrero de 2020- han aprovechado su último turno de palabra para volver a negar los hechos. En concreto, la mujer acusada ha destacado ante el Juez que “no” tiene “nada que ver con todo esto” y el hombre -presunto autor material del crimen- ha reafirmado que “no conocía al señor”.
Este lunes ha tenido lugar la última sesión del juicio contra estas dos personas acusadas de perpetrar un plan para coaccionar al profesor jubilado y evitar un juicio por estafa que la víctima iba a mantener con la mujer -con la que anteriormente había tenido una relación sentimental- por 54.000 euros que le dejó pero que no le devolvió. En concreto, el Fiscal pide para el hombre 14 años de prisión por un delito de homicidio y dos más por obstrucción a la Justicia. A la mujer procesada la considera culpable de un delito de obstrucción a la justicia y de encubrimiento.
En su último turno, y al igual que recalcó el primer día del juicio, la acusada -que para la Acusación Particular es autora intelectual del crimen- ha indicado: “Yo no tengo nada que ver con todo esto. Le tenía mucho respeto al señor. Nunca sería capaz de hacerle daño”.
Por su parte, el acusado ha reiterado que “no conocía” a la víctima. “Yo no he matado a ninguna persona”. Además ha aprovechado su intervención para pedir que “alguien le deje algún papel” para que pueda ingresarlo “a la Policía de Foggia (en Italia) -lugar donde presuntamente huyó tras el crimen- para mantener el permiso de trabajo”.
Las conclusiones de las partes
El Fiscal y la Acusación Particular han mantenido las penas de cárcel para ambos acusados por el conocido como crimen del profesor avalando su justificación por, entre otros, “las contradicciones” de estos en sus declaraciones. Aún así, además de los 14 años de cárcel por el delito de homicidio, el Fiscal ha añadido para el presunto autor material del crimen la medida de libertad vigilada por 10 años. “La prueba ha rebasado la presunción de inocencia”, ha indicado.
Por su parte, la Acusación Particular -que defiende los intereses de la familia del fallecido- también eleva el delito de asesinato u homicidio para la acusada -algo que no hace el Fiscal- al considerarla autora intelectual del crimen. Las letradas de ambas Defensas piden la absolución porque todo se basa “en interpretaciones, suposiciones o elucubraciones”.
Tras las sesiones previas en las que se han reflejado todas las pruebas, el Fiscal se ha referido este último día a los miembros del jurado popular porque aunque no hay pruebas directas de quién cometió el crimen, “los hechos están ahí. Son las llamadas, las ubicaciones, las contradicciones y las mentiras” que han hecho los acusados.
Por su parte, y sobre la falta de huellas del presunto autor del crimen en el lugar de los hechos, recuerda que “la escena estaba muy contaminada, muy sucia, porque la propia víctima se movió cuando ya había recibido los golpes y manchó su domicilio”. En una extensa exposición, el Fiscal explica también que el 18 de febrero, “la puerta del domicilio de Pedro José Sáez (la víctima) no estaba forzada. La víctima conocía al acusado y no había ánimo de lucro porque el presunto autor material del crimen dejó 300 euros en la vivienda que estaban a la vista”.
Pero el Fiscal se pregunta: “¿Cuándo aparecen los acusados?”. Éste recuerda que tras los hechos, el 5 de mayo, “bastante tiempo después” la Policía encuentra unos documentos en casa de Pedro José “que nos sacan a la luz la relación con la acusada” -en referencia al juicio por estafa que el profesor jubilado mantenía con ésta tras prestarle más de 50.000 euros.
Para el Fiscal “el salto mortal” se produce “ese mismo 18 de febrero” cuando detalla las llamadas de la acusada al autor material del crimen en las horas en las que presuntamente se cometió. “Justamente en la hora crítica cuando se oyeron los grupos de auxilio. Y todo ello se refleja en una antena cerca del domicilio de Pedro José”. Y -prosigue- “llama solo al acusado que está en la antena del teléfono a las 10,45 horas y entre las 11,00 horas del día de los hechos en esa zona. Ese día, a esa hora, y en ese lugar”.
Uniendo estos indicios, el Fiscal subraya “la acusada le llama 19 veces de 10,45 a 11,00 horas, justo en el momento en el que presuntamente se comete el crimen. Y él le llama a ella 50 veces el mismo día. Si llama tanto es porque hay algo muy intenso que le preocupa”.
Además, después de los hechos “el acusado desaparece. Se va de Logroño sin causa. Se fuga. Miente a su jefe, se va de su casa alquilada hace escasos meses. No es una manera normal de marcharse. Y después la acusada se reúne con él en Italia. Ella le ayuda a escapar y le encubre”. También ha querido dejar claro el Fiscal al jurado que “el acusado conocía a la víctima. A pesar de que lo nieguen, hay pruebas y fotos en el móvil, reproches e insultos”.
Piden delito de homicidio o asesinato para la acusada
Por su parte, la Acusación Particular -que pide también delito de asesinato u homicidio para la procesada- y no solo para el presunto autor material del crimen -como hace el Fiscal- ha destacado al Jurado que “nadie entiende la muerte de Pedro José sin la intervención de la acusada. El origen de la actuación es ella porque tiene un delito de estafa con el profesor”.
Por eso “apuntamos a ella como la inductora y autora intelectual de este crimen porque es la persona que se beneficia con su muerte”, explica.Pero “¿cómo consiguió la acusada que Pedro José le diera tanto dinero en tan poco tiempo?”. La Acusación Particular justifica esta acción porque “tiene una gran capacidad para manipular a las personas y para conseguir de ellas lo que quiera. La tuvo con Pedro José pero también con el acusado, ella mandó al acusado para intimidar al profesor y actuar con él con violencia y podría prever que eso podría producir el fallecimiento del profesor”.
“Ella no tenía la voluntad de matar”
La abogada de la acusada ha explicado al jurado popular que “el comportamiento moral de mi defendida no le convierte en una asesina o en una homicida”. En su defensa, alega, “ella no tenía la voluntad de matar, en ningún hecho probado se ve nada tendente a este fin”. También ha explicado que el crimen sucede dos años después de la relación sentimental que mantuvieron víctima y acusada y se pregunta: “¿Acaso en ese tiempo Pedro José no había podido conocer a nadie más?”.
Tampoco se han encontrado “las armas” con las que se produjo el crimen y ante ello, subraya, “si hubo dos armas -como dijo la Forense- podía haber más de un agresor. No tiene sentido que un solo agresor haya usado dos objetos distintos”. Tampoco los vecinos “vieron a nadie merodear por el edificio el día de los hechos”.
Sobre la denuncia encontrada el 5 de mayo en el domicilio de la víctima -prosigue- “y ante la ausencia de otra información, califican a mi defendida como sospechosa principal” pero todo ello basado “en interpretaciones, en suposiciones, en elucubraciones o en circunstancias aleatorias”.
Descarta la letrada que su defendida pudiera actuar movida por un móvil económico porque como explica “dicho beneficio ya lo había obtenido -con 54.000 euros- dos años antes de los hechos. Ya no tenían contacto”.
Sobre el proceso judicial que iba a mantener con el profesor por el delito de estafa “podría estar preocupada pero recordamos que ella ya había tenido otros juicios por los mismos hechos con otras personas mayores de los que ya había resultado absuelta”. Además -indica- “ninguna de esas personas mayores vieron en peligro su vida en este proceso”.
“Pedro José le entregó el dinero libre y voluntariamente, porque quiso. Si posteriormente se sintió engañado y por eso la denunció es otro tema”, ha destacado la abogada.
Finalmente ha tomado la palabra la defensa del presunto autor material del crimen quien le considera “no culpable” de todos los cargos por los que se le acusa. “A nuestro entender en estos días de juicio, las acusaciones, que son las que tienen la carga de la prueba, no han demostrado que mi defendido haya hecho todo lo que se dice que ha hecho”.
“En este juicio hemos oído a Fiscalía y Acusación Particular palabras que solo llevan a hipótesis, conjeturas... han tenido que hacer malabarismos para mantener sus tesis porque no existen pruebas que lleven a una conclusión exacta y tajante sobre la actuación de mi representado en estos hechos”. Por ello, explica, “si algo no esta claro no se puede condenar”.
“Nunca podrá haber un puzle completo de estos hechos porque nos faltan muchas piezas que aquí no se han visto” -ha proseguido la abogada- “y si intentamos encajar todas esas piezas vemos que se descuadran” en relación a ciertas pruebas que -a su juicio- “desmontan otras”.
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