Irak vivió la jornada más sangrienta de las últimas semanas y una de las más violentas del año con una ola de atentados que ha causado al menos 62 víctimas mortales y 251 heridos en distintos puntos del país.
El atentado más grave tuvo lugar en un mercado popular de la ciudad de Kut, al sureste de Bagdad, donde un artefacto explosivo y un coche bomba estallaron de forma consecutiva y causaron la muerte de 34 personas, informaron fuentes del Ministerio del Interior de Irak.
Además, 65 iraquíes, entre ellos mujeres y niños, resultaron heridos como consecuencia de las explosiones, que también dañaron las tiendas del mercado.
Irak no vivía una jornada de violencia similar desde el pasado 29 de marzo, cuando al menos 65 personas perdieron la vida durante el asalto de un grupo armado contra la sede del Gobierno provincial de Salahedin, en la ciudad iraquí de Tikrit, al noroeste de Bagdad.
A diferencia de los sucesos del pasado marzo, donde las víctimas fallecieron en un único ataque, Irak se vio sacudido por más de una decena de atentados en varios puntos del país.
Así, en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad, 13 personas murieron y 33 resultaron heridas en una cadena de ataques que tuvieron lugar en distintas poblaciones.
El atentado más sangriento en esta conflictiva provincia de población mixta ocurrió en la zona de Beni Saad, 20 kilómetros al sur de Baquba, la capital de Diyala, al estallar un coche bomba conducido por un suicida que causó ocho víctimas mortales y 21 heridos.
Además, cuatro soldados iraquíes murieron en un puesto de control del Ejército cerca de un campo de fútbol en el noreste de Baquba cuando un grupo de hombres armados les disparó desde un microbús, dándose luego a la fuga.
Al sur de Bagdad, un total de nueve policías fallecieron y otras 99 personas resultaron heridas en tres atentados en las ciudades de Nayaf y Kerbala, consideradas santuarios para los chiíes, que obligaron a las autoridades de la región a decretar el toque de queda.
Así, en la ciudad de Nayaf un coche bomba estalló cerca de una comisaría del centro de la población y causó la muerte a seis miembros de las fuerzas de seguridad, heridas a otros 58 y daños a los edificios próximos al lugar de la explosión.
Un segundo coche bomba detonó muy cerca del lugar donde ocurrió el primer atentado e hirió a 7 personas más.
En la zona de Al Hindiya, en el este de la ciudad de Kerbala, la explosión de un vehículo junto a un edificio de la policía causó tres muertos y 41 heridos.
En otra serie de atentados, esta vez en Kirkuk (norte), tres personas perdieron la vida y otras 37 resultaron heridas por la explosión de una moto bomba y de un coche bomba.
A pesar de que esta ha sido la jornada más sangrienta que ha vivido Irak en las últimas semanas, la violencia en el país no cesa y en los últimos días han tenido lugar atentados en diferentes ciudades.
Mientras las autoridades iraquíes luchan para contener los ataques de los terroristas, los 47.000 soldados estadounidenses que quedan en Irak se preparan para abandonar el país a finales de este año, en cumplimiento del pacto de seguridad firmado en diciembre de 2008 entre Washington y Bagdad.
A pesar de que este pacto establece el repliegue de las tropas estadounidenses, en Irak desde 2003, un grupo de soldados podría permanecer en el país para entrenar a las tropas iraquíes más allá de finales de 2011.