Almeida aprueba su Madrid Central: cambia de nombre y se abre a 15.000 comerciantes
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el anteproyecto de una de las normas más relevantes y esperadas del mandato: la Ordenanza de Movilidad Sostenible. El texto inicial, aún sujeto a cambios tras las alegaciones, retoca 109 de los 245 artículos de la norma aprobada por la corporación de Manuela Carmena en 2018, según ha explicado el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, en rueda de prensa. El Gobierno municipal pretende aprobar la ordenanza definitiva en el Pleno de finales de julio aunque aún no ha atado los apoyos necesarios de Vox, partidario de eliminar restricciones al coche, para que salga adelante. “Ahora hay un Gobierno serio que va a solucionar la chapuza. Pido al resto de grupos que no hagan de esto una batalla partidista”, ha anticipado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que mientras se daban a conocer las líneas maestras estaba en el acto de presentación de la Copa Davis. La oposición ya ha avanzado que se trata de una norma “insuficiente” que no da solución a los problemas de contaminación ni de movilidad.
Con esta ordenanza, la corporación dirigida por José Luis Martínez-Almeida hace su propia regulación de Madrid Central, la zona de bajas emisiones que restringe el acceso a la almendra central de la ciudad y que ha sido tumbada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid creando un vacío legal que ha obligado al Gobierno a acelerar todos los trámites. ¿Qué cambia? El área que abarca se mantiene intacto y también las limitaciones generales para entrar, pero hay cuatro modificaciones, todas de bajo calado: pasará a llamarse Distrito Centro, se abrirá al acceso de los 15.000 comerciantes que tengan establecimientos en su interior con los mismos derechos que los residentes y las motos tendrán una hora más para acceder, hasta las 23.
Los nuevos barrios con parquímetro
La mayor novedad -existen pocas medidas que no hayan sido adelantadas de una u otra manera en los últimos meses- es la implantación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) por primera vez fuera de la M-30. La norma acaba con la fórmula elegida por la anterior corporación -las zonas de aparcamiento vecinal- y el área de Movilidad y Medio Ambiente analizará la creación de plazas verdes (residentes) y azules (rotación) en 20 barrios “frontera”, aunque, según ha precisado el delegado, solo se pondrá en marcha si lo avalan las Juntas de Distrito. Los barrios parcialmente afectados serían: Peñagrande (Fuencarral-El Pardo); Valdezarza (Moncloa); Los Cármenes y Puerta del Ángel (Latina); Puerta del Ángel (Latina); Opañel, San Isidro (Carabanchel); Zofío y Pradolongo (Usera); Ventas, Pueblo Nuevo, Quintana, Concepción, San Pascual, San Juan Bautista, Colina, Atalaya y Costillares (Ciudad Lineal). El SER se implantará por completo en los barrios de Comillas (Carabanchel); Almendrales y Moscardó (Usera).
El texto también crea la figura de las Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección y regula las restricciones en el entorno de Plaza Elíptica anunciadas por el Gobierno el pasado otoño. Así las cosas, estas zonas serían dos: distrito Centro y este enclave entre Carabanchel y Usera. Sin embargo, las restricciones en una y otra área son diferentes: en Plaza Elíptica se limitan a los vehículos sin etiqueta ambiental (A), los más contaminantes en 17 calles. Las multas entrarán en vigor previsiblemente a finales de año tras dos meses de preaviso, como ocurrió en 2018 con Madrid Central. “Permitirá reducir el tráfico de la zona un 18,6%, el equivalente a un descenso de 37.000 vehículos por kilómetro diarios, 1.500 vehículos en hora punta”, asegura el área en una nota de prensa.
Restricciones a los coches A por anillos y Plaza Elíptica
El Gobierno municipal insiste en que su estrategia para reducir las emisiones de los vehículos privados es más ambiciosa que la que existía porque se centra en los coches más antiguos. El artículo 21 regula la aplicación progresiva “por anillos” de las restricciones a los vehículos A (sin etiqueta ambiental). Estos coches ya no pueden estacionar en el interior de la M-30 (tampoco con invitación). En 2022, queda prohibido su acceso y su circulación en la almendra central, excluyendo la propia M-30. En 2023 se incluye esta carretera de circulación en las limitaciones y un año después, en 2024, estos coches contaminantes tendrán vetado el acceso a toda la capital (salvo los que son de residentes. El último escalón es 2025: entonces, los vehículos A de los vecinos tampoco podrán entrar. El parque de estos vehículos supone el 20% de toda la flota circulante y sigue una tendencia cada vez más menguante.
El área de Movilidad y Medio Ambiente asegura que la creación de esta zona de bajas emisiones, que alcanzará todo el término municipal (llamada Madrid Zona de Bajas Emisiones) en 2024, permitirá cumplir “los valores limite y los umbrales de calidad del aire establecidos por la normativa comunitaria y estatal en materia de calidad del aire”. El Ayuntamiento cuenta con que estas restricciones aumenten en 92.000 los desplazamientos en transporte público, “trasvasándose el 62 % de los conductores del vehículo privado a este medio”.
Sin embargo, el estudio de modelización encargado a la Universidad Politécnica para cuantificar la reducción de emisiones que provocarían sus políticas concluye que la estrategia Madrid 360 es insuficiente porque no logra disminuir las 2.600 toneladas de NO2 que los investigadores calculan que son necesarias para acatar las exigencias europeas. Los cálculos, no obstante, se hicieron antes de que el Gobierno municipal desistiera de recortar Madrid Central permitiendo el acceso a los vehículos C con dos o más ocupantes.
Tarifa dinámica en parquímetros y plazas de 45 minutos
Hay más cambios en el Servicio de Estacionamiento Regulado. La norma prevé la creación de nuevas plazas de alta rotación, señalizadas con los colores azul y blanco, y en ellas solo podrá estacionarse durante 45 minutos. Carabante no ha concretado el número porque todavía debe estudiarse. También cambian las tarifas al introducirse unos precios dinámicos en función de la calidad del aire de los barrios. El coste será mayor si la zona está más contaminada.
La ordenanza regula la implantación del bus a demanda nocturno, la reserva de plazas específicas para carsharing y también para vehículos CERO en los lugares donde estén instalados los cargadores eléctricos.
Bicicletas, patinetes y motos
Una de las partes más polémicas de la Ordenanza, incluso en su versión anteproyecto sujeta a alegaciones y enmiendas, es la relativa a las bicicletas y los patinetes (Vehículos de Movilidad Personal). Solo podrán estacionar, una vez entre en vigor si no hay cambios, en la calzada o en zonas especialmente habilitadas a tal fin, según ha desgranado Carabante. El texto recoge como excepción que las bicicletas puedan amarrarse a una valla o a un banco. Permitirlo o no dependerá del criterio de la Policía Municipal, ha explicado el delegado, que ha puesto como ejemplo de una situación “excepcional” la celebración de un evento con afluencia masiva. “.El objetivo es ordenar el estacionamiento, que está generando situaciones de dificultad de accesibilidad en las aceras”, ha añadido.
A estos vehículos se les prohíbe asimismo circular por túneles y sus ocupantes que sean menores estarán obligados a llevar casco de protección. También los 'riders' de cualquier edad.
Las motos también tendrán que estacionar “con carácter preferente” en calzada, como ya recogía la ordenanza de 2018 actualmente en vigor aunque no se cumple, y la flota sharing podrá ocupar como máximo el 50% del espacio reservado al estacionamiento de estos vehículos. Las motos -el alcalde de Madrid de manera habitual por la ciudad en la suya-, además, tendrán permiso para acceder a la ZBE de Distrito Centro hasta las 23 horas. En la anterior ordenanza, el límite eran las 22 horas.
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