Isabel Díaz Ayuso, una candidata rodeada de polémicas que ganó tiempo para Casado
De secretaria de comunicación del PP a ser la elegida por Pablo Casado para jugarse la plaza más difícil para los conservadores el 26M. Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 1978) ha conseguido el objetivo, salvar la Comunidad de Madrid, en una campaña en la que parecía que todo se ponía en contra. Díaz Ayuso partió la carrera por llegar a la Puerta del Sol como una candidata desconocida e inexperta y, a lo largo de estos meses, ha apuntalado su perfil público a base de polémicas y titulares polémicos.
El partido ha tenido que cerrar filas en torno a ella y su equipo, ante el aluvión de declaraciones controvertidas, decidió no presentarla a uno de los debates entre candidatos. Durante los días más intensos de campaña, llegó a acusar a la prensa de que hacía “activismo político” en su contra. Con todo, el 26M le ha sonreído y tratará de reeditar un pacto a la andaluza con muchos visos de salir adelante con ella como presidenta de la Comunidad de Madrid.
Díaz Ayuso era una apuesta personal de Pablo Casado y, por eso, su resultado también ha salvado los muebles del PP y de su líder. La posibilidad de mantener el bastión de la Comunidad de Madrid da un poco más de tiempo a Casado, que logra el aval para continuar como presidente del partido: “Se ha iniciado la remontada”, ha clamado este domingo subido a un escenario montado a última hora en la puerta de Génova, 13.
Pese a que su perfil era bajo, Díaz Ayuso lleva décadas en la fontanería del partido. Trabajó con Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, pero emergió con gran protagonismo tras la victoria de Pablo Casado en las primarias del PP. Fue una de las personas que le acompañó a depositar los avales para presentarse a las primarias y terminó como la escogida por Casado para luchar cuerpo a cuerpo con Vox, pese a que su experiencia de gestión se reducía a unos meses como número dos de la Consejería de Presidencia con Cristina Cifuentes. Su misión era conservar la joya de la corona de los conservadores en España y lo ha conseguido.
Becaria de la Fundación FAES, trabajó como voluntaria en la campaña de María San Gil en Euskadi, cuando conoció a Santiago Abascal, y fue parte del equipo de redes de Esperanza Aguirre. La expresidenta dice de ella, como del elegido para el Ayuntamiento de Madrid, que es “gente joven con experiencia”.
Comparte generación con Pablo Casado, a quien conoció en Nuevas Generaciones, y ha sido diputada regional entre 2011 y 2017. Aunque hasta que el exvicesecretario emergió como nuevo líder había mantenido un perfil bajo a nivel nacional. La nueva cara televisiva del PP era una desconocida hasta hace unos meses, pese a que fue también portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid.
También fue la mano derecha de Ángel Garrido durante su paso por la Consejería de Presidencia, ya en la era Cifuentes. La madrileña dejó su puesto de número dos de Presidencia tan pronto como Génova empezó a controlar el PP de Madrid. Entonces, Pío García-Escudero y Juan Carlos Vera la nombraron responsable de comunicación y portavoz regional del partido. Esta nueva responsabilidad le obligó a dejar su puesto institucional para entregarse por completo a la formación. Ahora, peleará por no perder el feudo por excelencia del PP.
Su trayectoria de 15 años en el PP también tiene algunas sombras. La candidata elegida por Casado se vio salpicada por la trama Púnica que investiga una red de contratos fraudulentos vinculada a distintas administraciones madrileñas gobernadas por el PP. En un informe revelado por la Cadena Ser en enero, la Unidad Central Operativa (UCO) situaba a Díaz Ayuso como “uno de los canales de comunicación entre las autoridades del Partido Popular en Madrid y Alejandro de Pedro”, conseguidor de la trama, para la prestación de sus servicios.
Siempre según el informe de la UCO, con el asunto “favorcito”, Díaz Ayuso remitió en enero de 2011 un correo electrónico a De Pedro pidiéndole una plantilla de página web para la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. En el correo, la hoy candidata que entonces era responsable de internet en el PP regional, se despide del conseguidor con un familiar “¿sigues fuera?, ¡te echamos de menos!”, entre signos de exclamación.