La cesión de un gigantesco terreno municipal de 19.500 metros cuadrados a Nacho Cano sin concurso ni concurrencia pública para levantar un nuevo teatro temporal ha provocado duras críticas de la oposición en Madrid, que habla directamente de “trato de favor” a un empresario amigo del PP. El músico de Mecano trató de despejar la polémica este domingo, en una entrevista a la agencia Europa Press aplaudida en redes sociales por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, amiga personal del artista, y por la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz.
A lo largo de doce minutos de un vídeo en que las preguntas están cortadas y las respuestas editadas, Nacho Cano desgranó sus argumentos en defensa de esta cesión por cuatro años del espacio y acusó a Mónica García, la líder de Más Madrid, de “orquestar” una campaña en su contra por apoyar públicamente a Isabel Díaz Ayuso el pasado 2 de mayo, cuando recibió la Gran Cruz de la Comunidad de Madrid, dos días antes de las elecciones. El relato de Cano es una serie de afirmaciones parciales e incompletas, cuando no directamente falsas.
“Ese terreno estaba muerto de risa, no se ha usado nunca”.
Esta afirmación de Cano es una verdad a medias. Es cierto que el solar no se ha utilizado nunca, pero no porque a nadie le haya interesado. Esta parcela ya fue concedida por el Ayuntamiento de Madrid gobernado por el PP en 2002 al empresario José Luis Moreno para otro proyecto, el coliseo de las Tres Culturas, con una filosofía similar. Un malogrado proyecto que incluía la cesión del suelo durante 75 años y en el que Moreno prometía una inversión de 165 millones para levantar un teatro con 6.000 butacas. La infraestructura nunca se construyó y tras la detención del ventrílocuo en junio por estafa y blanqueo de capitales, y ante la deuda que tenía contraída con las arcas municipales, se suspendió la cesión. Es en ese momento cuando entra en acción Nacho Cano.
“El terreno es una cesión temporal de uso por cuatro años [...]. No es una concesión”.
Lo que no cuenta Nacho Cano es que la cesión temporal de uso por cuatro años se ha hecho sin concurso público. Es decir, ha sido una cesión a dedo que el Ayuntamiento gobernado por PP y Ciudadanos le ha cedido sin publicidad y sin que se hayan podido presentar otras ofertas por parte de empresas o colectivos.
“Aquí se ha hecho todo conforme al libro” y “se han dado todos los pasos que se tienen que dar”.
En todos los pasos que se “tienen que dar”, Cano no incluye la cena informal, lograda fuera del cauce reglamentario, que tuvo con el concejal de distrito de Hortaleza Alberto Serrano –Ciudadanos– hace menos de un año para presentarle el proyecto y optar a la cesión del terreno. El artista no llamó a la puerta del Ayuntamiento de Madrid, sino que consiguió por contactos una cena privada en su casa con el edil de Ciudadanos responsable del terreno, según relató hace unos días el propio Serrano en un pleno de distrito que se ha hecho viral por las rocambolescas explicaciones del edil.
El concejal relató cómo hace nueve meses, el entorno del excantante de Mecano se puso en contacto con él para conocerlo. El encuentro tuvo lugar en la casa de Nacho Cano, donde con su equipo jurídico planteó el proyecto. “Me sorprendió que era bajito, pero tenía pinta de Nacho Cano”, contó Serrano en público durante la celebración el pasado miércoles de un pleno. “De pronto, aparecieron tres o cuatro personas en una habitación: abogados, artistas...”, añadió. Y terminó: “El proyecto tenía muy buena pinta. La idea era proyectarlo en diferentes continentes seguidos. Me comentaron que también van a poner comida mexicana y mi aportación es que pusieran jamón extremeño… y les pareció bien”. El primer paso dado por Cano para conseguir el terreno se hizo por cauces vedados a cualquier ciudadano de a pie.
“Se está poniendo casi un millón de euros para empezar, para los ciudadanos de Madrid”.
Nacho Cano explica el canon que tiene que pagar para hacer uso del solar y asegura que, para empezar a poner en marcha su proyecto, debe abonar 454.000 euros –el coste anual del alquiler– y otros 437.000 euros de la fianza: “Se está poniendo casi un millón de euros para empezar”. Lo que obvia Cano es que la segunda parte de ese canon, la fianza, se le devolverá en cuanto finalice la cesión si el terreno se devuelve en condiciones óptimas. No es en ningún caso dinero para los madrileños, salvo que su empresa incumpla la obligación de restituir el terreno al estado original y eso obligue al Ayuntamiento a correr con esos gastos.
El artista también omite que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido perdonarle los nueve meses que él mismo calcula que durará el montaje del escenario para un aforo de 1.300 personas y un párking de 400 plazas, como desveló elDiario.es tras tener acceso al expediente del proyecto. Tampoco tendrá que abonar el alquiler de 2.500 metros cuadrados del total de los que componen el futuro complejo: es el 13% del terreno y se destinará a zonas verdes. Ambas cuestiones las pidió el propio Cano al Ayuntamiento.
Cano también obvia las facilidades de las que gozará frente a su competencia por disponer de este terreno. En concepto de alquiler pagará 454.000 euros al año, 37.800 euros al mes, donde instalará según él mismo ha dicho un teatro, una escuela y diversas infraestructuras culturales. Por hacerse una idea de los precios que maneja el sector, una sola sala de teatro, la principal de El Español, con 732 localidades, cuesta 16.000 euros al día. La sala de conciertos del Circo Price sale a 9.500 euros diarios.
“Se me está haciendo un ataque porque estoy apoyando a una persona que vale [Isabel Díaz Ayuso]”.
Cano se refiere al apoyo público que le hizo a la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando recibió dos días antes de las elecciones del 4M la Gran Cruz del 2 de mayo. Ese día el músico dijo que el milagro, por el que le preguntaban sus compañeros australianos, de Estados Unidos o de Gran Bretaña, se llama Isabel Díaz Ayuso.
El cantante omite que después de eso la presidenta de Madrid pasó parte de sus vacaciones de verano en su casa de Ibiza. Y que fue tras regresar de esos días de descanso cuando se conoció la cesión a su favor del Ayuntamiento de Madrid.