El cardenal Carlos Osoro fue recibido en el Vaticano este viernes, 18 de diciembre, por el papa Francisco para exponer al máximo jerarca de la Iglesia católica las conclusiones de la primera fase de la investigación sobre la participación en distintas fundaciones civiles vinculadas a diferentes operaciones urbanísticas. Entre ellas figuran la venta de una finca situada en las cercanías del estadio Bernabéu a una universidad privada, firmada en 2018 y que el Arzobispado ordenó revertir recientemente, que se suma a la venta de 14 inmuebles de una fundación en 2019.
En su cita con el Papa, Osoro incidió en el inicio de la segunda fase del trabajo, que incluirá “la exigencia de responsabilidades, un nuevo sistema de trazabilidad y monitorización en las fundaciones vinculadas con la diócesis y una auditoría general que abarcará los últimos 20 años”, explica este sábado la Archidiócesis de Madrid en un comunicado.
Añade que el cardenal solicitó audiencia para exponer al Papa Francisco y a la Secretaría de Estado las conclusiones de la primera fase de la investigación sobre la participación en distintas fundaciones civiles, ordenada por el propio arzobispo antes de verano, y de la que se ha ido informando “permanentemente” a la Santa Sede.
En el encuentro, en el que también participaron el obispo auxiliar monseñor José Cobo y el responsable del equipo investigador, Javier Belda, tanto Su Santidad como la Secretaría de Estado animaron vivamente al arzobispo a “continuar este camino de transparencia”, añade la nota, que adelanta que “en los próximos días” el Arzobispado de Madrid publicará más detalles de la información recabada y de las medidas adoptadas.
El Arzobispado de Madrid y la Universidad de Nebrija revirtieron a principios del mes de diciembre la venta de una finca situada en la calle Condes de Val número 11, en las cercanías del Bernabéu, en la que se ubican una residencia de ancianos y la aneja parroquia de San Jorge.
En sendos comunicados, el Arzobispado y la universidad privada informaban de que finalmente se deshace esta operación, firmada en 2018 por un importe en torno a los 30 millones de euros.
La intención era dar un uso universitario a parte de las instalaciones, que ocupan un terreno de 18.500 metros cuadrados y que pertenece a la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio, de la que es presidente el arzobispo de Madrid.
La decisión de anular la compraventa se adoptó después de que el Arzobispado abriera en junio una investigación interna para conocer cómo se había ejercido la autoridad delegada del arzobispo por parte de esa fundación civil y qué información se le había facilitado sobre los motivos que hacía necesaria esa operación.
También se le instó en ese momento a que velaran por las funciones por las que fueron creadas: atención a menores y cuidado de mayores.
El Arzobispado subrayó entonces, en un comunicado, que no se trata de fundaciones canónicas ni sometidas a la autoridad de la Iglesia, sino de fundaciones civiles reguladas por la legislación secular vigente. Si bien la presidencia corresponde al arzobispo, tal función siempre ha sido desempeñada por un presidente delegado.
Además, en diciembre de 2019, medio centenar de afectados por la venta de 14 inmuebles pertenecientes a la fundación Fusara se manifestaron a las puertas del Arzobispado de Madrid —que tutela dicha fundación— para pedir explicaciones y soluciones sobre esta operación que les obligaba a abandonar sus hogares.
Se trata de unos doscientos pisos que la Fundación de Santamarca y de San Ramón y San Antonio (Fusara), tutelada por el Arzobispado y a cuyo patronato pertenecen el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno en Madrid, vendió a catorce sociedades que los inquilinos tachan de “opacas”.