Madrid apuesta por mejorar la calidad de sus viviendas

Canal Empresas

29 de noviembre de 2021 00:00 h

Después de casi un cuarto de siglo, el Ayuntamiento de Madrid ha modificado la Normativa Urbanística del Plan General de Ordenación Urbana, con fecha de 1997. Este cambio en el PGOUM busca mejorar el estado actual de las viviendas a todos los niveles, acercándose a las exigencias de la población y la situación de hoy en día.

Es importante atajar el principal problema de los hogares, el daño causado por el agua, al igual que otros asuntos como las cocinas agrupadas o los pisos de uso turístico. En este nuevo documento también se introducen diferentes detalles que fomentan la sostenibilidad entre los edificios ya construidos y los futuros.

Las mejoras que persigue esta modificación

A finales de julio, el Área de Desarrollo Urbano ofreció el avance de estas normas urbanísticas para adaptarse a la ciudad que es hoy Madrid, presentando unas propuestas que se irán informando en las próximas semanas a toda la población. Los cambios sociales, movimientos económicos y avances tecnológicos deben formar parte de este nuevo registro.

Ha llegado el momento de atender los problemas urgentes, de simplificar la normativa para hacerla más clara y evitar la disparidad y la libre interpretación de algunos puntos concretos. Otro aspecto importante que se busca es reducir algunos trámites anticuados, que solo causan desesperación, mayores costes y unos plazos innecesarios.

Por ejemplo, encontramos ahora que las terrazas, los cuartos de instalaciones en plantas de piso o los trasteros en planta baja no computarán en términos de edificabilidad. Las azoteas serán transitables y utilizables, además de poder instalarse sistemas de protección solar (como persianas y toldos) en los miradores.

Se ha introducido un ‘factor verde’ en términos generales que incentiva la sostenibilidad de los edificios y sus usuarios. Por ejemplo, y volviendo a la edificabilidad, no computarán los elementos de mejora de la eficiencia energética o las estancias dedicadas a guardar vehículos sin emisiones, como las bicicletas.

En esta misma línea, se permitirán espacios ajardinados con plantas dedicadas a la ornamentación, así como cubiertas, balcones y fachadas ajardinadas que mejoren las condiciones térmicas y bioclimáticas del edificio.

En otro orden de cosas, podremos transformar nuestro local en una vivienda siguiendo unas reglas claras y estrictas, sin espacio para la desinformación. Deben asegurarse la seguridad, el confort y la accesibilidad para llevar a cabo este cambio. Para facilitarlo, la normativa no computará en términos de edificabilidad ni las medidas de protección contra incendio ni las torres de ascensores en espacios libres.

Adaptándose a los nuevos estilos de vida, se recogen en el documento las posibilidades de coliving y cohousing como categorías de residencia comunitaria y vivienda colectiva respectivamente. Se eliminan también las directrices que obligaba a crear diferentes particiones en la vivienda, dejando únicamente el baño como estancia separada.

Por último, esta nueva normativa se adapta al Plan Especial de Hospedaje que tiene en cuenta las viviendas de uso turístico. Solo podrán agruparse en este sector solo si se encuentran en la planta baja o primera, siempre que no haya ninguna vivienda en el piso inferior. También se ha simplificado la regulación del hospedaje de este estilo en toda la ciudad.