Uno de los temores infantiles de los niños cuando el circo era con animales era que alguna de las fieras desobedeciera al domador y mostrara su naturaleza salvaje fuera del contorno de la arena. Algo así sucedió durante tres horas en Madrid el 25 de mayo de 1956, durante una de las habituales visitas del clásico Circo Americano, situado en una explanada de los Nuevos Ministerios.
En realidad, todo se debió a un descuido. Uno de los cuidadores de los leones olvidó cerrar una trampilla de salida de la jaula. Tres de ellos, llamados Sheriff, Prince y «Tarzán, aprovecharon para escurrirse por ella antes de que pudiera darse cuenta.
Según contaba el diario ABC al día siguiente, los tres animales interrumpieron la tranquilidad matinal del circo. Los acróbatas, que ensayaban en la pista, se vieron sorprendidos por la presencia de sus majestades, los operarios que llevaban a cabo las labores de mantenimiento de esa ciudad a pequeña escala que es un circo, también, y el plantel de domadores (formado por Jean Beautour Wiyll Mark, Henry Beautour y Rudy Zamayer), fueron llamados de urgencia para reconducir la situación.
La más astuta fue la leona Sheriff, que consiguió saltar una empalizada que daba a la calle de Ríos Rosas y se dio un paseíto por ella. Sheriff se resguardó en el costado de una furgoneta –la que se ve en la fotografía que encabeza el artículo–. Aunque en la instantánea se aprecia vacía, en el momento en el que la leona se acercó a ella había tres personas en el interior, a las que suponemos gestos de sorpresa y pavor indescriptibles, pues la noticia explica que la leona golpeaba con la cola la puerta. Los ocupantes consiguieron salir con sigilo por el lado contrario al que estaba la leona, que, a continuación, se subió al techo.
El intrépido fotógrafo que inmortalizó a la leona, erguida orgullosa sobre un vehículo, fue Manuel Urech. La instantánea, que tuvo que ser tomada a no mucha distancia del felino, salió en la portada del diario ABC al día siguiente y se puede encontrar en el libro Madrid a pie de calle (La Librería, 2012), donde se recopilan dos centenares de fotos de Urech.
Finalmente, Sheriff fue introducida en otra furgoneta del circo con el viejo truco de poner un buen trozo de carne a su vista. Sin embargo, en el interior de las instalaciones del Circo Mundial, y a la vista de viandantes curiosos que se asomaban, seguía escapado otro de los leones. Prince, cuya captura fue complicada y acabó con uno de los domadores herido por un zarpazo en el hombro.