El punto negro del tráfico entre Malasaña y Chueca con 6 colisiones y un atropello múltiple: “Van demasiado rápido”
El pasado 15 de junio, un taxista que se saltó un ceda el paso originó un atropello múltiple a las puertas del mercado de Barceló, en una zona de amplias aceras. El suceso se produjo en una calle con plataforma única, con la velocidad limitada a 15 km/h, por la que los coches deberían circular despacio porque además discurre junto a un colegio. Pero no siempre sucede así.
“Es un peligro, van demasiado rápido”, cuenta a Somos Malasaña el portero de una finca cercana mientras explica que no es el primer siniestro que se produce en esta intersección, pese a que conlleva una bajada al nivel de acera, que debería hacer frenar a los vehículos, además del citado ceda el paso.
Acudimos al listado de accidentes de tráficos registrado en ese punto por el Ayuntamiento de Madrid para comprobar si es cierto lo que afirma este portero. Y lo que encontramos es lo que la Dirección General de Tráfico llamaría un punto negro de la carretera: en menos de un año y medio se acumulan hasta siete siniestros, que han dejado 8 personas heridas.
Desde principios de 2022, la lista de accidentes en la intersección de las calles Beneficencia y Mejía Lequerica ha aumentado considerablemente. El 2 de marzo de ese año un accidente de moto dejó una persona herida. Ese mismo año se produjeron otros dos choques, el de un coche con un patinete (el 30 de octubre), que acabó con el conductor del patinete ingresado. Y dos semanas después, el 11 de noviembre, colisionaron dos coches.
Las colisiones de dos coches se han seguido repitiendo este año 2023 hasta cuatro veces: el 11 de enero, el 15 de enero, el 25 de febrero y el pasado 15 de junio. Antes del último accidente dejaron tres heridos, que no necesitaron hospitalización. Hasta que hace un mes llegó el accidente más grave.
Este último accidente lo provocó un taxi, cuyo conductor circulaba por la calle Beneficencia a notable velocidad, indican testigos presenciales del suceso a Somos Malasaña. El vehículo se saltó un ceda el paso y golpeó lateralmente a un turismo de la marca BMW y que circulaba por la calle perpendicular, Mejía Lequerica. La colisión motivó que la conductora de este último automóvil perdiera el control y se subiera a la acera, empujó varias motos allí aparcadas, que a su vez golpearon fuertemente a varios viandantes.
Esta secuencia de impactos dejó tres personas heridas graves, que tuvieron que ser hospitalizadas de gravedad aquejadas de traumatismo facial y craneoencefálico, una posible fractura del hombro izquierdo y un traumatismo pélvico y facial. Un charco de sangre junto a la pared del mercado quedó como muestra de la violencia del accidente.
Un diseño de calle mejorable
El Ayuntamiento está estudiando reforzar la señalización, explican fuentes del área de Movilidad a este periódico después del siniestro. Pero la pintura y los discos verticales que limitan la velocidad por tratarse de una señal escolar están desde la entrada en Beneficencia desde Fuencarral. Aún así, algunos coches siguen circulando rápido.
¿Por qué se producen allí accidentes? Expertos en movilidad consultados por Somos Malasaña explican que los conductores pueden estar eligiendo esta calle en lugar de la de Barceló, más amplia y con calzada separada de la acera, para ahorrarse el semáforo de cruce de esta última vía con Mejía Lequerica. También pueden estar haciéndolo para, en el cruce, seguir rectos y llegar rápido, sin semáforos, hasta Sagasta.
La velocidad que quieren ganar los conductores contrasta con la limitación de 15 km/h. Pero la calle Beneficencia está en bajada y eso facilita el aumento de velocidad. “Es un problema de diseño de esta calle para los coches”, explica uno de los expertos consultados, que sugiere que la señalización no basta y serían necesarias otras barreras físicas para obligar a ir más lentos a los vehículos que por allí circulan.
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