La oposición del Ayuntamiento de Madrid ha podido visitar este miércoles las instalaciones de la antigua fábrica municipal de Clesa, emblema del patrimonio arquitectónico industrial y obrero de la capital con un futuro incierto. Mientras la Comunidad estudia y planea aprobar su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), que pondría en entredicho los planes del Gobierno de José Luis Martínez-Almeida para transformarla en un centro de innovación e investigación, representantes municipales de Más Madrid y PSOE han expresado su preocupación por el estado de conservación del edificio después de las lluvias de las últimas semanas.
“Cada día que pasa se sigue poniendo en riesgo el patrimonio de los madrileños. Han venido las lluvias y se han producido desperfectos sin que todavía se pueda sacar adelante el proyecto”, ha lamentado el número dos de Más Madrid en el consistorio de la capital, Eduardo Ferández Rubiño, al término de su paseo por este antiguo centro de trabajo ubicado en el número 67 de la calle Cardenal Herrera Oria.
Rubiño ha llevado a cabo el recorrido con limitaciones, después de que Kadans (empresa ganadora de la concesión para su reforma y explotación) advirtiera a su formación que no iba a permitir la captación de imágenes ni la grabación de vídeos y vetaría la presencia de periodistas, en un correo al que tuvo acceso Somos Madrid. Una circunstancia “innecesaria y absurda” según el concejal, ya que se trata de un inmueble cuya previsible declaración de BIC acredita “que forma parte del patrimonio de la ciudad, no es una propiedad privada de un particular”. Por ello ha reclamado “transparencia y claridad” para que “la ciudadanía decida qué tipo de proyecto demanda en este espacio”.
Desde el grupo municipal que lidera Rita Maestre insisten en la conversión de este enclave en un centro cultural, concretamente en un “Matadero del norte” que comenzó a esbozarse durante el mandato de Manuela Carmena. Es la misma función que llevan años solicitando desde la Plataforma Liebre por Gato-Salvar Clesa, la organización más activa en la batalla por lograr la protección patrimonial del recinto.
Rubiño lamenta que el proyecto de Kadans, que quedaría en entredicho ante una hipotética declaración de BIC, “deja en apenas el 4% de su actividad la destinada a usos culturales” (aunque la inmobiliaria holandesa mantiene que ese porcentaje supera el 20%). El edil llama a “revisar” todos los aspectos que lo precisen en caso de que se materialice la protección de la fábrica, para garantizar así que satisfaga “las demandas del tejido cultural y de la ciudadanía”.
Este miércoles también ha visitado Clesa el portavoz socialista en la Comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, Antonio Giraldo. A su llegada a las instalaciones, ha recordado la lucha de su partido en la Asamblea de Madrid y el consistorio para “conseguir una protección arquitectónica adecuada”.
Posibilidad de reubicación y temor a daños irreversibles
Giraldo coincide en la petición de convertir el inmueble en “una dotación cultural para el distrito de Fuencarral-El Pardo y para toda la ciudad”. Cree que el Ejecutivo municipal “se equivoca al considerar que los edificios de titularidad municipal son susceptibles de ser privatizados para que las empresas hagan negocio”. Matiza que no tienen “ningún problema” con que las compañías desarrollen esta actividad, pero “cuentan con gran cantidad de suelo destinado a estos usos terciarios a pocos metros de la fábrica, que sí es un espacio único y necesario para la ciudadanía”.
El PSOE ya llevó en octubre una proposición al Pleno Municipal para instar al Gobierno autonómico a reunir de urgencia su Comisión de Patrimonio, que fue apoyada por todos los grupos. Una de las principales preocupaciones de la oposición es “que la Comunidad no llegue a tiempo y la empresa pueda iniciar obras lesivas con la posible protección del inmueble”.
Una vez se inicie el expediente de declaración de BIC, el procedimiento administrativo de la concesión de la licencia a Kadans se puede suspender. La gran discrepancia con el equipo de Almeida está en este punto, en el uso que se dé a un edificio de reconocido valor patrimonial. “Pedimos que se revalore esta concesión, que el Ayuntamiento facilite que esta empresa pueda localizarse en otro lugar y destinar este edificio al centro cultural que debe ser”, defiende Giraldo.