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Residuos, coches abandonados y malos olores invaden un solar municipal de Vallecas: “Vivimos entre basura”

Basura acumulada en el solar, al lado de un parque infantil, un instituto y varios bloques de viviendas

Nerea Díaz Ochando

Madrid —

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Los vecinos de la avenida de la Albufera, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, se han acostumbrado a vivir entre basura. “Da asco salir a la calle”, denuncia Juan Carlos, uno de los residentes de esta calle que soporta cada día los malos olores procedentes de la maleza y los desperdicios acumulados en un solar de titularidad municipal ubicado junto a su casa.

Según explica Juan Carlos, esta parcela “es un campo en el cual aparcan coches, hay autocaravanas abandonadas desde hace tiempo, se tiran escombros y basura e, incluso, hay gente que lo utiliza para reparar vehículos”. La acumulación de residuos no solo genera malestar por el desagradable olor que desprenden o la pésima imagen que proyectan del barrio, sino que es un foco de insalubridad que, además de encontrarse a pocos metros de varios bloques de viviendas, está ubicado junto a un instituto y un parque infantil.

Llevan más de tres años solicitando al Ayuntamiento de Madrid una solución. “Necesitamos que hagan algo con ese campo”, reclama Juan Carlos, que ha intentado en reiteradas ocasiones contactar con la Junta Municipal de Puente de Vallecas sin éxito. “El asunto viene de lejos”, cuenta el portavoz vecinal. En 2022, después de denunciar públicamente la situación del solar a través de redes sociales, el consistorio de José Luis Martínez-Almeida inició la retirada de maleza y desechos en la parcela, que ya alcanzaba “un nivel de dejadez importante”. Sin embargo, desde aquella ocasión los vecinos solo han visto trabajando a los servicios de limpieza un par de veces al año.

La falta de mantenimiento ha provocado que el solar se convierta en un vertedero con todo tipo de material inservible, desde latas y botellas de vidrio -en muchos casos rotas, con el peligro que conlleva para niños y perros- hasta muebles abandonados o piezas de electrodomésticos. Además, se ha convertido en una especie de aparcamiento público. “Cada día entran y salen del solar 40 o 50 coches”, indica Juan Carlos.

Alrededor del solar no solo se levantan viviendas, también hay un instituto público, el Tirso de Molina, y un parque infantil. Los niños y jóvenes de la zona tienen que lidiar diariamente con los desperfectos de la zona. Es tal la situación que la propia directora del centro de secundaria se ha pronunciado: “Hemos contactado con ella y dice que es una contradicción que los chavales crucen ese campo lleno de basura y luego les pidamos que sean cívicos y tiren residuos en el solar”.

A Juan Carlos le resulta paradójico que el Ayuntamiento pida “responsabilidad” a los ciudadanos a la hora de gestionar su basura y después ellos mantengan en estas condiciones una parcela municipal. El solar, que se ubica entre la avenida de la Albufera y la calle Sierra Faladora, se encuentra dividido en dos partes: una que pertenece al Consistorio y otra de un particular. La distribución del terreno ha generado discrepancias entre los vecinos, que consideran que “debería expropiarse la parte que no pertenece al Ayuntamiento para atajar el problema”.

Según explican fuentes municipales, el consistorio se encarga de mantener su parte “a través de su contrato de limpieza”, pero el mantenimiento de la otra parcela es responsabilidad de sus propietarios. Además, desde el Ayuntamiento madrileño aseguran que su terreno se encuentra vallado y no es posible que accedan ni personas ni coches, algo que no impide la evidente acumulación de basura.

Por su parte, el dueño del solar privado también decidió vallarlo hace unos meses. Sin embargo “ha dejado una puerta por la cual todos los coches acceden”, según relata Juan Carlos. El acceso se encuentra justo al lado de un paso de cebra, por lo que los vehículos giran sobre él para entrar y salir, una maniobra que ya ha tenido sus consecuencias: “La señal se ha caído varias veces. La colocan y la vuelven a tirar”, asevera el portavoz vecinal. Respecto a estas prácticas, el Ayuntamiento apunta al propietario como el único responsable.

Un conflicto vecinal sin respuesta municipal

Entre las comunidades de vecinos de los tres portales afectados han intentado que el Ayuntamiento cierre por completo el solar, han solicitado mayor vigilancia, mejoras en los trabajos de limpieza y nada ha surtido efecto. Ahora, su intención es ir al pleno de la Junta Municipal para exponer el caso, algo que ya han hecho anteriormente.

Este asunto llegó en noviembre de 2021 a una sesión plenaria de Puente de Vallecas, en la que se aprobó por unanimidad una proposición de Más Madrid para “instar al área de gobierno competente a la limpieza urgente de la parcela situada en la calle Sierra Faladora, 2 con avenida de la Albufera, 146 a tomar las medidas necesarias para mantenerla en condiciones de ornato y salubridad”. Casi tres años después, el Ayuntamiento de Madrid no le ha dado cumplimiento en su totalidad y apenas ha destinado efectivos de limpieza a la zona.

En aquel momento, el entonces concejal de Más Madrid, Francisco Pérez, detalló en declaraciones a elDiario.es que “en el anterior mandato del Ayuntamiento estaba prevista su expropiación. De hecho, se había consignado una partida para expropiarlo”. Sin embargo, el exconcejal consideraba que eso no era una excusa para no limpiarlo “porque el Ayuntamiento puede limpiar y luego pasarle la factura al propietario, incluso sancionarlo”.

“Hace poco han inaugurado la nueva sede de la Junta Municipal aquí a cien metros del descampado, pero como está por la parte de atrás les da igual”, explica Juan Carlos. Su última solicitud ha sido la instalación de dos bolardos en el paso de peatones para que los coches no puedan acceder, aunque desde hace algún tiempo han dejado de recibir respuestas del Ayuntamiento. “Contactamos con Ángel Niño y conseguimos que vallaran la parte municipal porque empezaron a recibir quejas de los vecinos de manera más intensa, pero después no hemos vuelto a saber más”, asegura el vecino vallecano.

Juan Carlos incide en que este problema no es un caso aislado y considera que se trata de un abandono generalizado del distrito. De hecho, hace tan solo unas semanas, Somos Madrid se hacía eco de una plaga de roedores en otra zona de Puente de Vallecas. Los vecinos aseguran que las condiciones de salubridad son pésimas y denuncian la desatención por parte del Gobierno municipal: “Sabemos que somos los últimos para todo, pero pedimos algo tan sencillo como que cumplan con las labores de limpieza, que para eso pagamos nuestros impuestos religiosamente”.

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