El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reconocido que su Ejecutivo no ha podido llevar a cabo la clausura de una doble discoteca en el distrito Tetuán con una orden de cierre vigente desde el año pasado.
La actuación emprendida, aunque no efectuada, llega después de que El Periódico de España relatara que los locales KLK-4K (en el número 6 de la calle de Nuestra Señora del Carmen) siguen abiertos pese a las 270 quejas vecinales trasladas a la Policía Municipal y a un incendio en el que no hubo que lamentar heridos ocurrido en 2021.
A la preocupación que generan estas circunstancias ante lo sucedido en Murcia, donde 13 personas han fallecido por el incendio en tres discotecas (dos de ellas carentes de licencia), se une que en este caso los negocios se ubican debajo de bloques de viviendas.
Almeida ha explicado que esta mañana se iba a poner fin a la actividad de KLK-4K, pero han recibido una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que da un plazo de tres días a los propietarios para que puedan hacer alegaciones, por lo que los agentes desplegados no han podido proceder.
“Las resoluciones judiciales hay que respetarlas. En cuanto podamos y se supere el plazo de resolución procederemos a la clausura, que es lo que íbamos a hacer esta mañana”, ha aseverado el regidor en su rueda de prensa después de la Junta de Gobierno celebrada este jueves en el Palacio de Cibeles, según recoge Europa Press.
El primer edil ha informado además de que el Ayuntamiento no ha detectado ningún local que tuviera una orden de cierre por razones de seguridad, después de extremar las precauciones y los controles debido al incendio en tres discotecas de Murcia: “Son otras razones las que determinaron que se diera esa orden de cierre y clausura como consecuencia de, por ejemplo, instalaciones que pudieran no estar previstas en el proyecto original, pero que en ningún caso es por razones de seguridad”. No obstante, Almeida ha matizado que el consistorio todavía no ha completado el estudio.
KLK-4K ocupa un local en el entorno de la plaza del Canal de Isabel II, conocida coloquialmente como plaza de las Palomas. El local ha sido objeto de quejas en los grupos de WhatsApp vercinales creados en los últimos meses sobre los problemas de dicho entorno y, aunque hace tiempo que en la parte de fuera del local hay un aviso pidiendo silencio a los clientes, las quejas han sido continuas. Antes de la pandemia, en el establecimiento de doble entrada estaba el Goliath, un gigantesco restaurante con parque de bolas. Con la llegada de la crisis sanitaria el espacio se reconvirtió en discoteca y salió en los papeles por albergar fiestas ilegales. Ahora, la tragedia de Murcia ha dado nueva actualidad a la discoteca del barrio de Berruguete.