La conversión de viviendas en pisos turísticos es ya un problema perceptible por los vecinos en Tetuán

 

Cada vez es más frecuente ver personas con maletitas de ruedas en las calles de Tetuán. La vivienda turística se comporta en Madrid como una mancha que se va derramando desde el centro hacia sus espacios limítrofes. Distritos como Tetuán o Arganzuela están muy lejos de tener el problema del distrito Centro, donde las VUT llegan a alcanzar el 7% del parque de vivienda y un 35% de viviendas vacías o segundas residencias, pero ya se dejan sentir, en algunos casos, efectos perceptibles a simple vista, como la creciente readaptación de bajos comerciales a viviendas que acaban albergando, sistemáticamente, vivienda vacacional.

 En algunos barrios, como Cuatro Caminos o Bellas Vistas, el fenómeno es bien conocido ya por los vecinos y desde la Asamblea de Vivienda de Tetuán denuncian hoy mismo un caso en el que, presuntamente, la empresa arrendataria estaría presionando a un miembro de su asamblea para que abandone la casa para alquilarla como VUT,  como el resto de viviendas del edificio.

 Esta sensación queda refrendada también por los números del informe sobre viviendas turísticas que Vicente Pérez Quintana acaba de publicar para la FRAVM, con cálculos basados en datos de Inside Airbnb y el INE.

 El sexto distrito de Madrid es el quinto en ocupación, con un 4,6% de las viviendas turísticas de la ciudad (633 según Inside Airbnb y 621 según los datos extraídos del INE). Las cifras están muy lejos de las del distrito Centro, la zona más tensionada por las viviendas de uso turístico, que suponen entre un 46 y un 48% de las de toda la ciudad (de 6000 a 7000). Sin embargo, las cifras de Tetuán se acercan mucho a las del resto de distritos en cabeza. A Centro le siguen Salamanca, con cerca del 7% de las VUT y más de 900; Chamberí con algo más del 5% y 700 viviendas, y Arganzuela, en cifras muy parecidas a las de Tetuán.

 El patrón en cuanto a la tipología de VUT en Tetuán se acerca más al del centro de la ciudad que al de la periferia. Allí, casi un 75% de la oferta son casas enteras, mostrando una mayor profesionalización del sector, y la proporción se va invirtiendo según nos alejamos del centro, hasta llegar a Moratalaz, donde el 75% son habitaciones. En Tetuán el 66,8% de la oferta son pisos completos.

 Las antiguas periferias de Madrid, como Arganzuela o Tetuán, hace tiempo que son espacios asimilados por las inercias del centro, incluido un encarecimiento de la vivienda en alquiler que alcanzó el 16,9% en el último año, varios puntos por encima del encarecimiento general de la ciudad. Así mismo, la compra de edificios por parte de fondos de inversión para dedicarlos a colivings o residencias universitarias (a veces con expulsiones agresivas del inquilinato) ha sido también una constante de los últimos años. Todos los puntos calientes en el listado de elementos gentrificadores posibles hacen saltar las alarmas de los vecinos…también las maletas de fin de semana.