Termina el encierro del comité de huelga de médicos de Atención Primaria de Madrid
El comité de huelga de médicos y pediatras de Atención Primaria de Madrid ha puesto fin al encierro que mantenía en la sede de Consejería de Sanidad de la calle de Sagasta, 6 de Madrid después de 36 horas y tras denunciar públicamente que el Gobierno de Ayuso impedía que pudiesen recibir comida caliente.
El sindicato Amyts, convocante de la huelga indefinida que tiene lugar desde el pasado 21 de noviembre para exigir una mejora de sus condiciones laborales, ha explicado que en el tiempo que ha durado el encierro no han tenido ningún contacto con la Consejería ni con ningún otro miembro del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
La secretaria general de Amyts y del comité, Ángela Hernández, ha señalado en un vídeo distribuido desde el interior del edificio que los médicos que estaban apoyándoles en el exterior les han pedido que pusieran fin al encierro y, emocionada, ha confirmado que la huelga continúa adelante con la manifestación y la concentración convocadas para el sábado y el domingo en la que, tras 26 días de huelga y protestas la marea blanca se echará a la calle de nuevo.
Para Hernández, el encierro en la sala de reuniones de la calle de Sagasta ha puesto en evidencia “cómo cuando una Administración no quiere llegar a acuerdos, no llega a acuerdos y cómo cuando una Administración quiere maltratar a la Atención Primaria, a sus médicos de Familia y a sus pediatras, y cuando no quiere aportar soluciones para los pacientes, busca excusas”.
Hace unos días, “la excusa era que queríamos prolongar este conflicto”, pero este jueves el comité de huelga decidió encerrarse, a la espera de negociar “con un interlocutor válido” que “apostara por los médicos y los pediatras de la Comunidad de Madrid”.
Tras indicar que esta noche la directora general de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud, Raquel Sampedro, se cruzó con un miembro del comité de huelga “y ni siquiera se ha dignado a saludarlo”, la secretaria general de Amyts ha apuntado que “hay muchas cosas que cambiar en la gestión de la sanidad, entre ellas, el trato a los médicos”.
A su juicio, “la Consejería tiene que entender que con los médicos se puede hacer muchas cosas y contra los médicos muy pocas”.
Ha confesado que abandona el encierro “con el corazón partido” con una mezcla de emociones por dejar de dormir en el suelo, dejar de comer la comida de la máquina que les ofrecen y dejar de estar en una situación que “ahora mismo no nos lleva a ningún sitio” y por los gritos y las peticiones de los médicos que los aguardaban en la calle a las puertas del edificio.
“Espero que esta unión se mantenga y acabe configurando un nuevo espacio de dignidad para médicos y facultativos y que de una vez podamos negociar nuestras condiciones. Que no tengan razón aquellos que nos decían que nos terminarían viendo en alpargatas porque todos los colores han abrazado ese discurso y los médicos por fin hemos despertado”, ha resaltado.
Hernández ha afirmado que “en una alegoría perfecta de lo que es el trato a los médicos y facultativos en la Comunidad de Madrid desde hace lustros”, a pesar de la mediación que se ha intentado por parte de miembros de otras Administraciones, la Dirección General de Recursos Humanos ha acatado la orden que no sabía decir de dónde venía y no ha permitido entrar comida caliente de calidad al comité de huelga, compuesto por ocho médicos de Familia y una cirujana general del aparto digestivo. En su opinión, “esto, sin ser lo importante, es una muestra de cómo la Administración madrileña se ha convertido en el peor maltratador de los médicos”.
Mientras ha durado el encierro, a las puertas del edificio, se han concentrado decenas de personas, algunas de ellas médicos, vestidos con sus batas blancas, para respaldar al comité de huelga, formado por diez médicos, que decidió encerrarse el pasado jueves tras corroborar que el nuevo intento de negociación serviría de poco. Pedían un “interlocutor válido”, es decir, que la presidenta o los consejeros de Sanidad y Hacienda se sienten en la mesa, algo a lo que Ayuso no está dispuesta. El Gobierno regional acudía al encuentro sin nuevas medidas y los médicos respondían que ya habían rechazado la propuesta previamente hasta en tres ocasiones. Informa Fátima Caballero.
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