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El currículo del consejero David Pérez: reprobaciones, críticas de Ciudadanos y un plan de vivienda en los tribunales

Isabel Díaz Ayuso y David Pérez. / PP de Madrid

Mario Escribano

Un “enamorado del mundo local” fue la fórmula con la que se presentó David Pérez tras ser nombrado consejero de Vivienda y Administración local de la Comunidad de Madrid. También tuvo palabras para las otras competencias de su cargo. “Y luego un aspecto tan importante como el de la Vivienda, que creo que es algo importantísimo de lo que estoy muy contento, muy orgulloso y deseando ponerme a trabajar ya”, celebraba. Pero su polémica trayectoria como alcalde de Alcorcón (180.000 habitantes), con una gestión duramente criticada incluso por Ciudadanos -con quien ahora comparte Gobierno-, pone en tela de juicio la idoneidad de su nombramiento: fue reprobado hasta en siete ocasiones por el Pleno.

Pérez, diputado de la Asamblea de Madrid desde 2002, fue uno de los más fieles escuderos de Esperanza Aguirre y pasó a un segundo plano con la llegada de Cristina Cifuentes a la Presidencia, con quien llegó a estar enfrentado. Este madrileño de 47 años, licenciado en Ciencias de la Información, representaba al ala más dura del PP. Un obstáculo que se convirtió en virtud, primero, con el liderazgo de Pablo Casado y, después, con la candidatura de Isabel Díaz Ayuso para la Comunidad de Madrid. De hecho, ocupaba el segundo lugar en la papeleta, pese a las polémicas suscitadas durante sus ocho años como alcalde. En una de ellas, en la que acusaba a Ada Colau de “allanar el recorrido de los asesinos” en el atentado de Las Ramblas, fue el propio PP quien tuvo que sacar un comunicado para desautorizarle. “No dije más que verdades”, se reafirmó como respuesta.

En 2011, en plena ola de victorias electorales del PP, Pérez logró la mayoría absoluta (15 concejales y el 48,44% de los votos). Para los siguientes comicios perdió cinco ediles, aunque consiguió mantenerse gracias a la abstención de Ciudadanos, que rompería con el Gobierno apenas un año después. Era el único Ayuntamiento del 'cinturón rojo' del sur de Madrid que mantuvo el PP en aquel entonces y fue el último año en el que la ciudad madrileña pudo aprobar unos presupuestos, ya que el Gobierno no se sentaba a negociar con la oposición, que sumaban siete asientos más. Según Cuarto Poder, desde el gabinete de prensa de Pérez se llegaron a enviar informes a periodistas para desacreditar a los concejales de otros partidos, detallando su actividad política y personal.

Aunque el ahora consejero no se presentó a la reelección, el PP sufrió en Alcorcón una caída cuantiosa el pasado 26M, bajando hasta el 19,77% de los votos. Menos de la mitad de papeletas en apenas una década que tampoco han ido a parar a la derecha: ni sumando los votos de Ciudadanos y Vox se alcanzan la mayoría.

Un “oscuro” concurso que casi deja a un centenar de ancianos en la calle

Una de sus principales polémicas como alcalde la propició una cuestión relacionada con la vivienda, el Plan Permuta, que ha estado a punto de dejar en la calle a casi un centenar de ancianos. Durante el Gobierno municipal del PSOE, la empresa de vivienda municipal (Emgiasa) construyó un nuevo barrio formado por cerca de 7.000 viviendas, con un porcentaje destinado a personas con movilidad reducida. No hubo demanda para cubrir el cupo, así que hicieron un propuesta a mayores de 70 años: cambiar sus viviendas céntricas, con dificultades de acceso, por bajos o primeras plantas con ascensor en las nuevas construcciones. Todas las familias interesadas -un total de 93- accedieron al programa.

Los problemas llegaron cuando, a los pocos meses de llegar a la Alcaldía, Pérez declaró en concurso voluntario de acreedores a Emgiasa, alegando que tenía una deuda de más de 300 millones de euros del anterior Gobierno socialista. “Eso no es del todo cierto. Esa deuda se generó porque el Ayuntamiento dio la posibilidad de que aquellas familias que no podían suscribirse a una hipoteca, lo hicieran a través de la empresa municipal”, responden fuentes de Ganar Alcorcón, con cinco ediles en el consistorio. Esta formación -en la que está integrada Podemos- ha llevado el caso a la Fiscalía, ya que consideran que “aquel concurso voluntario tuvo muchos oscuros”: “No era una empresa que diera pérdidas”.

El juez dictaminó que los inquilinos de estas viviendas tenían que comprar sus pisos actuales o regresar a su residencia anterior, con malos accesos y daños importantes. Había una tercera vía: que el Ayuntamiento las adquiriese. Pero el consistorio encabezado por el consejero de Vivienda de Díaz Ayuso se negó, alegando la austeridad en el gasto municipal, mientras que el PSOE optó por recurrir el dictamen. El punto de inflexión llegó con las elecciones del 26M, cuando los socialistas recuperaron la Alcaldía y, junto a Ganar Alcorcón -con quien gobiernan en coalición-, aprobaron una moción por la que se hacían cargo de los pisos en cuestión.

Estas mismas fuentes critican el nombramiento de Pérez, pues consideran que “no ha hecho nada en materia de vivienda”: “Se ha encargado de que no podamos dar ninguna solución a personas con pocos recursos”. Este Ayuntamiento fue también el que abandonó a su suerte a una familia cuya casa se había incendiado por el uso de velas (no podían afrontar las facturas de la luz). Aunque se comprometieron a dar una ayuda para pagar un hostal hasta que se le concediera un alquiler social, cortaron el grifo al primer mes: “Las ayudas tienen un límite y un coste y se han terminado”. En cambio, Pérez sí que fue un entusiasta del proyecto de Eurovegas. “Para despreciar Eurovegas hay que ser un ignorante”, reivindicó sobre el macrocasino, aunque el Gobierno de Rajoy finalmente tumbó el plan.

Las siete reprobaciones y otras polémicas

Ha sido reprobado en siete ocasiones por el Pleno del Ayuntamiento, la última reprobación apenas un mes antes de terminar su mandado. El motivo era la gestión de Emgiasa, pero antes lo fueron el rechazo a presentar presupuestos municipales o el cese del secretario general del Pleno, que fue declarado “nulo” por la Justicia. También se ha visto salpicado por las sospechas de la vinculación entre las contrataciones para festejos locales y la trama Púnica, investigadas por la UCO a petición de la Fiscalía Anticorrupción.

Por otro lado, Pérez denunció -sin éxito- el protocolo anticontaminación del Ayuntamiento de Madrid, al considerar que atentaba contra la “libre circulación constitucional”; y comparó la implantación de Madrid Central con la construcción del Muro de Berlín. No han sido las únicas sentencias en su contra: Alcorcón fue condenada por “utilizar ilícitamente trabajadores en paro” a través de la figura de “colaborador social” tras haber sido despedidos y, en otra ocasión, se frenó el despido de 80 funcionarios.

También ha saltado a la palestra por actitudes homófobas o machistas. Por ejemplo, no se personó en su escaño cuando Cifuentes presentó la ley LGTBI y se negó a colgar la bandera del Orgullo en el balcón del Ayuntamiento, pese a que fue una decisión aprobada en Pleno. Le valió otra reprobación, a la que respondió: “A mí no me reprueban cuatro politicastros comunistas y socialistas porque el pueblo me aprueba”.

“Son mujeres frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas que vienen a dar lecciones a las demás de cómo hay que vivir y de cómo hay que pensar”, dijo en otra ocasión sobre las feministas. Y definía así el aborto: “El cuerpo de la mujer se convierte en una sala de ejecución”. El episodio provocó las críticas de la dirección regional de Ciudadanos, que pidió su dimisión. “Una persona que piensa eso no puede ser alcalde de una ciudad de 180.000 vecinos”, decía Ignacio Aguado, hoy vicepresidente del Gobierno en el que Pérez es consejero, en una entrevista con eldiario.es en 2016. “Lo que no queremos es que el alcalde sea David Pérez. El PP tendrá que elegir”, continuaba Aguado para explicar su postura respecto a la situación en Alcorcón.

Al igual que en la Comunidad, Ciudadanos apostó allí por la abstención pero, en este caso, acabó rompiendo con los ‘populares’ tras varios encontronazos. Era “incapaz de dialogar y mucho menos negociar”, hacia un “uso de los medios públicos para autobombo”, usaba “el Ayuntamiento como su cortijo” o “abusaba de la oposición” son algunas de las críticas que ha vertido la agrupación de Ciudadanos en Alcorcón sobre Pérez en los últimos años. “Con leyes anticorrupción se disolverían partidos como el suyo”, llegaron a afear al nuevo consejero de Vivienda, a quien en otra ocasión compararon con Carles Puigdemont pues, a su juicio, ambos ven la Constitución como “acoso y persecución”.

Eso sí, Ciudadanos no apoyó la moción de censura del PSOE, ya que querían ser ellos -cuarta fuerza con cuatro concejales- quien gobernara, así que Pérez consiguió culminar su mandato al completo. Preguntado por si debería dimitir, al menos, como diputado autonómico, Aguado respondió entonces sobre su futuro consejero: “En Alcorcón el señor Pérez es el máximo representante y el alcalde de todos. Y aquí solo es un diputado que representa a su grupo y a sus votantes. Aquí no tiene responsabilidades de Gobierno ni ejecuta dinero público y en Alcorcón sí”.

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