¿Está en puertas una nueva crisis financiera mundial?

Manda el pesimismo

La crisis italiana y sus consecuencias en los mercados financieros de todo el mundo manda en las primeras páginas de los principales diarios. Y si hace un par de días los problemas políticos españoles ocupaban un lugar, secundario en todo caso, en los análisis de la situación, ahora han desaparecido del todo. La atención está concentrada exclusivamente en Italia, lo cual indica que se cree que está la principal causa de los problemas actuales. Incluidos los que se registran en los mercados españoles.

Prácticamente todos los diarios coinciden en pronosticar que la tensión política italiana no va a desaparecer en el horizonte previsible de tiempo y que lo más probable es que en breve, después de que el gobierno técnico impuesto por el presidente de la República sea rechazado en el Parlamento, si llega a él, se convoquen nuevas elecciones. Que, según todos los sondeos, darían de nuevo la victoria a los ganadores del 8 de marzo, la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas e incluso los reforzarían, particularmente al primero. Algún analista cree sin embargo que aún es posible que esos dos partidos reciban un nuevo encargo para formar gobierno.

Pero esa posibilidad parece hoy remota y el temor dominante en los mercados y en varios gobiernos europeos es que si los partidos euroescépticos obtienen los dos tercios de los votos del futuro parlamento, decidan proponer la salida de Italia del euro, lo cual provocaría el caos en la eurozona. De ahí las caídas de las bolsas y el alejamiento de los inversores de los títulos de deuda de países con un futuro financiero no muy claro.

¿Hacia una crisis de toda la eurozona?

Esa es la pregunta que subyace a todos los análisis. El Wall Street Journal no descarta del todo esa posibilidad:

“Una fractura de la moneda única, aunque en estos momentos siga siendo improbable, sería un acontecimiento calamitoso para los mercados financieros. Y se prevé que unas nuevas elecciones en Italia serían de hecho un referéndum sobre la permanencia del país en el euro”.

“Si un país abandona la eurozona, otros podrían imitarle rápidamente dado que los niveles de euroescepticismo han crecido en el continente en la última década. Se harían necesarios extendidos controles de capital para evitar salidas de dinero de países que se considerara que tendrían una moneda post-euro débil hacia los que la tendrían fuerte”.

Y así lo ve Le Monde:

“¿Existe el riesgo de que se produzca una crisis de las deudas europeas comparable a la de 2011-2012? Todavía no. La zona euro es más sólida que hace cuatro años. Ha reforzado sus instituciones y vuelto a un crecimiento sano. Las compras de deuda pública por parte del Banco Central Europeo, aunque no sean un bloqueo infalible, limitan el alza de tipos. Pero se trata de saber si esos cortafuegos serán suficientes si la crisis política italiana se agrava aún más”.

Hasta el momento, y particularmente durante el lunes pasado, los mercados, bursátiles y de títulos públicos, parecen estar respondiendo con pesimismo a esa pregunta. Los de todo el mundo por cierto, porque las caídas de la bolsa, particularmente de las acciones de los grandes bancos, también se produjeron en el mercado norteamericano y en los asiáticos, así como en el australiano.

Cae drásticamente el número de fumadores… en Francia

Como contrapeso de tanto pesimismo, esta noticia que aparece en los periódicos de nuestro país vecino:

“Con casi un millón de fumadores diarios menos en 2017 que en 2016, el consumo de tabaco en Francia registra una caída de una amplitud inédita en los últimos diez años. Según el Barómetro de Sanidad pública francés publicado el 28 de mayo, esta disminución afecta por vez primera a los fumadores con ingresos más bajos”.

“En 2017, un poco más un cuarto de los franceses (el 26,9 %) fumaba todos los días, frente al 29,4 % del año anterior, lo cual supone una caída del 2,5 puntos. Es entre los hombres de 18 a 24 años en donde el fenómeno es más claro, con una caída del 8,9 puntos (de 44,2 % a 35,3 %), es decir, cerca de 240.000 fumadores menos”.

“La otra buena noticia es que la disminución se observa por primera vez desde 2000 entre las personas que tienen los más bajos niveles educativos y de ingresos (38,8 fumadores diarios en 2016, 34 % en 2017) y entre los demandantes de empleo (49,7 % de fumadores diarios en 2016, 43,5 % en 2017) que son los colectivos que más fuman. Los obreros, con un 36,4 %, fuman dos veces más que los cuadros directivos (15,9 %). La Agencia sanitaria considera que en el origen de estos buenos resultados está “la intensificación de las medidas reglamentarias y de prevención”.