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Prueba del Kia XCeed PHEV: atractivo y brío ‘cero emisiones’

El Kia XCeed luce un 'look' SUV que le confiere muchos puntos en la actualidad.

Pedro Urteaga

El Kia XCeed, la variante crossover del Ceed, es miembro de pleno derecho de la familia que conforma el conocido compacto coreano y, al tiempo, su representante más distinguido. Desde que se incorporó al clan a partir de su tercera generación, ha cautivado a muchos conductores por su look SUV a la moda, engrosando así las ventas de un modelo que ya de por sí goza de una notable popularidad.

A partir de su puesta al día de 2023, el XCeed luce nuevos detalles estéticos que tienen su relevancia en un coche que, como admite el 49% de quienes lo escogen, se adquiere principalmente por diseño. Entre ellos merecen especial mención los que afectan al frontal, como las ópticas de led -en las que ahora se integran las luces antiniebla-, la parrilla, el paragolpes y las tomas de aire. A ello se suman unos nuevos deflectores que guían el aire alrededor de las ruedas con el fin de reducir la resistencia al avance y el consumo de combustible.

La actualización del modelo conservó en catálogo la versión híbrida enchufable (PHEV) de 141 caballos, que resultan de sumar la potencia de un motor de gasolina que rinde 105 CV y la de otro eléctrico que aporta 45 kW, este alimentado por una batería de 8,9 kWh. La transmisión es automática de doble embrague y seis velocidades. Nos hemos puesto al volante de esta variante con etiqueta 0 emisiones para comprobar cómo ha evolucionado respecto a la que probamos en diciembre de 2020.

Se mantiene el alcance en modo eléctrico según ciclo de homologación WLTP, de 48 kilómetros teóricos que es complicado conseguir en conducción real. Kia informa de que, en uso exclusivamente urbano, la autonomía llega a 60 km, cifra que de nuevo se antoja difícil de alcanzar. En todo caso, no hemos podido comprobar con detalle ni una cosa ni otra dado que el vehículo se nos entregó sin carga en la batería de alto voltaje.

Hemos conducido el XCeed en su variante más lujosa, eMotion, que cuesta 39.407 euros e incorporaba en la unidad de pruebas el paquete Premium (2.100 euros), en el que se concentra el máximo equipamiento que cabe embarcar en el modelo de Kia. En cuestión de confort, lleva por ejemplo asiento del conductor con ajuste eléctrico (ocho posiciones), ajuste lumbar y memorias, asientos delanteros con calefacción y ventilación y traseros con calefacción, portón trasero manos libres, tapicería de cuero y volante calefactado.

Un pequeño inconveniente aparejado a la inclusión de este pack es que se pierden las levas tras el volante que en otros modelos de la misma Kia cumplen la doble función de cambiar de marcha manualmente y de regular la recuperación de energía para la batería. El conductor tiene que ingeniárselas en este caso para forzar esa regeneración bien cuando pisa el pedal de freno, dejando al coche avanzar por inercia o reduciendo marchas por medio de la palanca del cambio automático.

La otra solución -y la más eficaz- consiste en seleccionar el modo de conducción Sport, que, dando todo el protagonismo de la impulsión al motor de combustión, permite recuperar carga que podemos utilizar más adelante a nuestro criterio, una tarea que realiza por cierto sin incrementar de forma apreciable el consumo.

Este programa deportivo nos parece, de hecho, el más recomendable cuando la batería está agotada, pues la ausencia de aporte eléctrico deja al motor de gasolina un tanto vendido si en un momento dado -por seguridad- se necesita una entrega de potencia enérgica, digamos para efectuar un adelantamiento en carretera. Cuando se dispone de los 141 CV al completo, este XCeed PHEV tiene la potencia que cabe considerar apropiada para mover con solvencia -pero sin alharacas- un coche de su tamaño y peso. Mientras cuente con carga en la batería, el usuario puede elegir también entre los modos de conducción eléctrico puro e híbrido, además de uno automático que apenas se diferencia de este último.

Menguan el maletero y el depósito

La batería de alto voltaje se halla dividida en dos partes, una situada bajo los asientos traseros y otra en la parte inferior del maletero. Esta circunstancia no afecta al espacio en las plazas posteriores, pero sí a la capacidad de carga, que pasa de 426 litros (380 en las versiones mild hybrid) a solo 291, más aprovechables -eso sí- de lo que el simple dato parece dar a entender. El depósito de combustible también merma, de 50 a 37 litros, con lo que la autonomía total del coche ronda los 600 kilómetros.

Kia no ha introducido cambios en el sistema de recarga de la batería. La potencia máxima a la que se puede realizar la operación es 3,3 kW, y con ella son necesarias 2,75 horas antes de tener toda la energía disponible para poder desplazarse en modo eléctrico, que es la razón de ser de un vehículo como este. Para quien disponga de un punto de carga, y lo utilice con la frecuencia precisa, el XCeed PHEV puede suponer una opción digna de tenerse en cuenta, especialmente si logra reducir la factura final con las ayudas del Plan Moves.

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