Tres ases y una dama clausuran, de manera brillante, el XXI Jazz San Javier
El XXI Festival Internacional de Jazz de San Javier llegó a su jornada de clausura, con un programa que convocó a unos dos mil aficionados al género. Y no fue de extrañar porque si citamos, solamente, los nombres del trío acústico del pianista y compositor Chick Corea, el contrabajista John Patitucci y el baterista Dave Weckl, nos daremos cuenta de que son tres ases ganadores e indiscutibles del género que lideran sus propios grupos y tienen fortalecido su prestigio y magisterio internacional. Corea y sus compañeros de viaje dejaron un concierto plagado de improvisaciones, con constantes guiños de uno para los otros y en el que cada uno de ellos era, según el momento, la inspiración de los otros dos. Tras la actuación, el Alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, acompañado por su concejal de Cultura, David Martínez, la directora del Instituto para las Industrias Culturales y de las Artes, de la Región de Murcia, Marta López-Briones y el director del Festival Internacional de Jazz de San Javier, Alberto Nieto, hicieron entrega del Premio A Toda Una Trayectoria Musical al pianista norteamericano, que recogió agradecido.
En la segunda parte de esta clausura, un primer espacio para el trío del pianista Bruce Barth, acompañado por el bajista Vicente Archer y el veterano baterista Stephen Keogh, fueron creando el ambiente necesario para acoger a la cantante Rene Marie, que regresaba a este festival para, en un concierto más intimista y con una demostración de su amplio registro vocal, dejarnos las últimas canciones y temas de esta XXI edición de Jazz San Javier.
Tras unas palabras de agradecimiento del director del festival, Alberto Nieto, Chick Corea, John Patitucci y Dave Weckl aparecieron en escena, Corea pidió que bajaran la intensidad de las luces que les iluminaban, presentó a sus compañeros y dio las gracias por asistir dejando constancia de que estaban muy contentos de tocar en Jazz San Javier. Y unas notas para comprobar que el piano sonaba perfecto (tenía a su izquierda una mesa de mezclas con los diferentes micrófonos del piano) y atacaron una pieza de Corea titulada “Morning Sprite” (su disco “Akoustic Band” 1989), en la que Chick iba dando pie a sus compañeros y en el que Dave Weckl hizo una primera demostración de su altísimo nivel interpretativo, con un dominio absoluto de todos y cada uno de sus tambores, platos y demás artilugios de percusión. Una eclosión fue la reacción del auditorio abarrotado de público (salvo los dos pequeños quesitos de las esquinas).
Corea dio las gracias y volvió a pedir que la iluminación fuera más íntima aún y que, por favor, no se rectificara (supongo que pensaba en las cámaras de televisión cuando solicitaba esa atenuación de luz). Bueno, pues el concierto continuó con otra creación del pianista titulada “Japanese Waltz”, en la que Corea tocaba las bases para dejar, de inmediato, libertad de expresión a sus compañeros. Cuando emitan por La 2 de TVE el concierto, por favor, fíjense en las miradas de complicidad de unos y otros indican todo lo que aquí les relato. John Patitucci tomó el protagonismo, mientras Weckl acompañaba tenuemente y Corea introducía pequeños y cortos acordes de apoyo.
Tras ello, Patitucci tomó el micrófono para presentar “That Old Feeling”, en la que el contrabajista llevó la iniciativa secundado por Corea y Weckl y donde la diversión e improvisación continuaba siendo una constante de los tres músicos (solo de escobillas de Weckl, para quitarse el sombrero). Un poco de relax y de admiración expresa de Corea para el recordado Duke Ellington, a través de “In A Sentimental Mood”, en una versión libre para Corea que dejó al personal hecho papilla. Dave Weckl estuvo muy sutil con la combinación de escobilla-baqueta y magistral John Patitucci, sacando sonidos increíbles al contrabajo con el arco, mientras Chick Corea iba adornando con el gran cola la melodía del Duque. Una auténtica recreación de un estándar.
Dave Weckl tomó el micrófono para anunciar “Life Line”, mientras Corea limpiaba la humedad en las teclas del piano con gracia y ritmo provocando la sonrisa del público. Y comenzó una nueva demostración de complicidad, conocimientos musicales que te llevan a improvisar sobre la marcha sin perder el Norte de la melodía y, en suma, un delirio y disfrute al máximo con estos tres ases de la música de jazz.
A esas alturas del concierto, el auditorio se mantenía en absoluto silencio mientras desarrollaban sus ejecuciones que sólo eran interrumpidas para premiar con aplausos cada solo. Chick Corea anunció una “Sonata”, de Doménico Scarlatti, para después, indicó, continuar con “You And Thnight And The Music”, en la que Weckl nos deleitaría con un sensacional solo de batería que sus compañeros seguían de pie, en la parte trasera de la caja de escenario con suma atención. Esta partitura ponía el punto y final a su participación en Jazz San Javier. Esas dos mil almas vitoreaban y rendían su más sentido homenaje a estos músicos y tanto insistieron en pedir un bis, que regresaron al escenario y las primeras notas del “Concierto de Aranjuez” se escucharon antes de que “Spain” fuera desplegado por todo el Parque Almansa. El acabose. Gracias, Chick, John y Dave por tanto como nos habéis y continuaréis dándonos en el futuro.
Después, se le entregó a Chick Corea el Premio del Festival por Toda una Trayectoria Musical, de manos del alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, que el músico agradeció.
La segunda parte tuvo dos momentos diferenciados. El primero de ellos a cargo del trío que lidera el pianista Bruce Barth, al que acompañan el contrabajista Vicente Archer y el veterano baterista Stephen Keogh. Ya en el escenario sonaron las primeras notas de una creación del propia Barth titulada “Sunday” para tras saludar y agradecer la asistencia comenzar a desplegar su visión sobre piezas del pop de los 60 y 70 del pasado siglo XX, que llevaron al éxito el grupo Grateful Dead tales como “Dark Star” (1968) o “Me And My Uncle” (1971), que fueron muy bien acogidas por el auditorio premiándolas con aplausos y ovaciones. De vuelta con las creaciones de Bruce Barth, el pianista tocó las primeras notas de “Afternoon In Lleida”, en la que Vicente Archer tuvo su momento de gloria que el auditorio premió con un aplauso general. Tras ello, Bruce Barth presentó a su amiga y “una de las mejores cantantes del género”, subrayó: Rene Marie.
A partir de aquí, el concierto fue absolutamente suyo. Marie dirige siempre a los músicos que la acompañan y esta ocasión en la que regresaba a este escenario no iba a ser menos. Así que dio la entrada de “Trying Times” y la magia comenzó a desplegarse. Una pieza tras otra, Rene Marie nos iba dejando embelesados con su voz; una voz que en cada ocasión hemos podido comprobar cómo ha evolucionado y mejorado. Y en este concierto de clausura del XXI Jazz San Javier, Rene cantó mejor que nunca como demostró en “Them There Eyes” (scat incluido), una pieza de Roland Kirk que escribió después de soñar que tocaba de otra manera su saxo y tituló “Dream”, o “Detour Ahead”, que hizo popular la recordada Billie Holiday.
La recta final del concierto estuvo dedicada a una pieza del musical de 1954 “House Of Flowers”, del que destacó una canción titulada “A Sleepin’ Bee”, que ha sido muy versionada, y “Trouble Of The World”, un espiritual que se hizo popular en todo el mundo en la voz de Mahalia Jackson. Aclamación general de un auditorio que supo disfrutar con Rene Marie y el trío del pianista Bruce Barth, a los que pidieron un poco más y éstos concedieron con una pieza titulada “Colorado River Song” que, ahora sí, puso el broche final a este concierto y a la XXI edición de Jazz San Javier.
Esta edición, en palabras de su director, ha sido la mejor que se ha celebrado con noches mágicas como ésta de la clausura o las de conciertos como The Mavericks, Kyle Eastwood, Kurt Elling, Tricia Evy en La Manga, Ignasi Terraza y Antonio Serrano o Walter Washington, sin olvidarnos Pat Metheny o Dómisol Sisters & Sedajazz Swing Brothers y Pepe Bao. Lo peor son ciertas incertidumbres que vuelan sobre el futuro de esta cita veraniega con la música de jazz y sus derivados, aunque Nieto asegurara en público que la Corporación Municipal continúa apoyando éste y otros festivales que se celebran en el municipio de San Javier. Hacemos votos por ello, porque lo contrario sería echar al agua 21 años de duro trabajo para colocar a San Javier en el mapa de los mejores festivales internacionales de jazz, al que muchos músicos quieren y desean venir a tocar. Ojalá quede cristalino el apoyo sin fisuras. Y a nuestros lectores, gracias por leer estas crónicas del verano jazzístico. Muchas gracias.
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