Una respuesta clave frente a la emergencia climática: la formación de personas 'ecoherentes'

La asociación Ecoherencia, pionera como fuente de inspiración para la acción ante la emergencia climática, ha diseñado un programa para la formación frente a este desafío de la humanidad. Desde la vocación que le da su nombre (donde “eco” evoca el hogar, como individuo, grupo o lugar donde viven) invita a preservar esa “casa” en todos los sentidos, promoviendo el uso coherente de la misma para que pueda heredarse en buenas condiciones. Para el día de mañana y para las siguientes generaciones.

Como explican desde la organización, “se trata de un concepto que va más allá de la sostenibilidad”: su misión es ser motor de cambio frente a la emergencia climática, con un trabajo de mitigación, adaptación y justicia social. Básicamente, lo hace a través de seis líneas de acción: investigación y ciencia ciudadana, responsabilidad social corporativa, restauración de ecosistemas, conservación de la biodiversidad y custodia del territorio, educación, agroecología y permacultura e innovación y emprendimiento.

Proclima 2.0

ProClima 2.0 ofrece formación especializada a profesionales de Andalucía, Extremadura y Murcia que quieran dar respuesta a los retos de la emergencia climática desde sus puestos de trabajo, en un contexto en que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que solo por efecto del calentamiento global pueden perderse más de 80 millones de empleos hasta 2030. “Las empresas se enfrentan pues a la necesidad de estar preparadas para dar respuesta a los desafíos del cambio climático”, resaltan desde Ecoherencia.

Por ello, la responsabilidad de las empresas y profesionales ante la emergencia climática se torna imprescindible para paliar el impacto de este problema. No en vano, el Banco Central Europeo afirma que las empresas mediterráneas de países como Italia y España serán las que más sufran este coste. Tras la reciente Cumbre del Clima celebrada en Glasgow, se impone la necesidad de emprender nuevas buenas prácticas y también asumir conceptos como justicia climática o ecoansiedad.

En este marco y para estos tres territorios se ofrecerá próximamente el curso Gastronomía: mejora por el clima, del 17 de enero al 7 de febrero. Como su título indica, abordará otra cuestión clave: la industria alimentaria también debe prepararse porque “se expone a grandes riesgos por las inevitables crisis de suministros, energía y alimentos”. El curso permitirá conocer los desafíos inminentes en la materia, cocinar soluciones innovadoras de adaptación y mitigación por el clima, ahondar en proyectos inspiradores que se atreven a dar respuestas innovadoras y crear redes y sinergias en el ámbito de la gastronomía.

Pero no se puede olvidar una de las bases: el sector primario. Será con el curso Agroecología: mejora por el clima, entre el 1 y el 22 de febrero. Está destinado a profesionales del sector agrícola, agroecológico y agroalimentario “que quieran entender cómo integrar la emergencia climática en su profesión haciéndola más sostenible y eficiente”. También este caso, cuatro objetivos: conocer los desafíos en los sistemas agroalimentarios, encontrar inspiración en proyectos nacionales e internacionales para los nuevos retos de la producción y distribución de alimentos, estudiar herramientas para la creación y comunicación de los mismos e interaccionar con otros profesionales de la agroecología para la búsqueda conjunta de soluciones.