Un mes. Sólo ha hecho falta un mes para evidenciar que el cambio empieza a llegar a las instituciones de nuestra Región. Detrás del julio más frenético y activo de las últimas décadas en la política murciana se encuentra el inicio del nuevo tiempo que necesita nuestra Comunidad Autónoma.
Es oportuno pararse a analizar que, tras 20 años del rodillo que atrofió el sano ejercicio de debatir, escuchar y acordar por parte de quienes ostentaron el poder, desde las pasadas elecciones se ha abierto un tiempo apasionante con el punto de mira dirigido hacia donde nunca debió desviarse: las personas.
El mejor ejemplo lo encontramos en la Asamblea Regional, que ha recobrado un nivel de actividad que no debe volver a perder. Las urnas rectificaron a esas mayorías absolutas sordas, arrogantes e insensibles adjudicando a los grupos políticos un pico y una pala llamados negociación y acuerdo para enterrar las políticas de intereses unipartidistas y afianzar las políticas de interés general.
Este nuevo contexto de diversidad parlamentaria lo encarna fielmente Rosa Peñalver, primera mujer que ha asumido la presidencia de la Asamblea y cuyas profundas convicciones de diálogo, trabajo y compromiso social representan las señas de identidad con las que los socialistas afrontamos este nuevo tiempo.
Unos tiempos de convicción real y no forzada, como es el caso del falso adanismo del presidente y de su partido. Resulta sorprendente ver cómo se desdicen de sus propios hechos a camino entre el sonrojo y la perplejidad. No sabemos cuánto va a durar este propósito de enmienda, pero parece muy claro que en vez de ser sincero, es un propósito obligado por el fino hilo del apoyo gubernamental que tanto necesitan para sobrevivir.
Somos conscientes del clamor social y de la difícil situación por la que atraviesa nuestra Región, por eso hemos empezado al máximo nivel de exigencia en cada una de las responsabilidades que la ciudadanía nos ha adjudicado.
Nuestro grupo parlamentario ha liderado este julio hábil presentando nuestras primeras 136 iniciativas. Hemos priorizado en lo que socialmente urge de forma inmediata y estamos poniendo las bases para marcar las directrices a medio y largo plazo del nuevo proyecto de Región que necesitamos tanto en el modelo económico y laboral, como en la cuestión social.
De trascendental impacto resulta la labor de nuestros gobiernos municipales, que son los auténticos cimientos del cambio político en la Región al haber pasado de cuatro Ayuntamientos progresistas a un total de veintiséis.
La cercanía y la sensibilidad de las nuevas alcaldías van a actuar de referencia moral y modélica para la ciudadanía de la Región, siendo austeros en lo superficial y comprometidos en lo social. Esas primeras medidas para garantizar la alimentación básica a las familias más necesitadas o las iniciativas para asegurar la igualdad de oportunidades en el material escolar del próximo curso son dos claros ejemplos. En definitiva, tenemos unos municipios y una Región con grandes potencialidades a las que cuidar, mimar e innovar para lograr un futuro de esperanza.
Por ello, este agosto en ciernes va a servir de atalaya para evaluar y calibrar los pasos conseguidos y los muchos por conseguir para la Región de Murcia. Porque tras este primer avance, quedan más retos que alcanzar. Para garantizar una recuperación económica justa y redistributiva, resulta de extrema necesidad el cambio en el gobierno de España y continuar liderando acuerdos entre partidos que combatan la pobreza, la deuda o esa baja productividad de la economía regional que apunta el último estudio del CES. En eso va a estar el PSOE, con seriedad, solvencia y responsabilidad, preparados como principal alternativa a este gobierno regional débil y ensombrecido por la inestabilidad de su presidente. Nuestro objetivo es ser útiles a los hombres y mujeres de esta Región, seguir avanzando en el cambio iniciando por su voluntad expresada en las urnas.
Rafael González Tovar
Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y secretario general del PSRM-PSOE
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