Son las cosas de la oferta y la demanda, que dicen, que hay poca oferta y mucha demanda, pues el pan sube. Son las cosas de la economía de libre mercado, que dicen. Qué a veces esas reglas se perturban, pues parece que sí. Me desayuno con la noticia de que seis grandes constructoras han sido multadas con 200 millones por alterar la competencia en las licitaciones de infraestructuras. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, o lo que es lo mismo la CNMC ha llegado a la conclusión que durante más de 25 años alteraron la competencia, o sea el mercado. Esas seis compañías de nombres tan rimbombantes como: Acciona Construcción, Dragados, FCC Construcción, Ferrovial Construcción, Obrascón Huarte Lain (OHL) y Sacyr Construcción; cada semana se reunían para unificar las ofertas en sus trabajos técnicos, y con el intercambio de información pergeñaban su estrategia y estaban prestos para licitar y construirnos a un precio consensuado, lo mismo un aeropuerto, una carretera, o un hospital.
Son las cosas de la oferta y la demanda. Durante dos semanas nos están asaeteando con una serie de encuestas cuyos resultados nos dicen que el PP ganaría ahora las elecciones generales. Y a mí como no me preguntan, me pregunto yo: ¿Quiénes son los individuos que demandan esa oferta?
Las casualidades de la vida. Hablando de los mercados, mientras escribo este articulo y me tomo un café en una terraza, en la mesa de al lado, dos señoras que venían del mercado de los viernes conversan con voz cantarina, quejándose de que los precios se estaban poniendo por las nubes y como si yo fuera un experto en nefología trato de descifrar el enigma de esos precios, mientras una de ellas, exclama: ¡Ay, qué pena, hija, están los melocotones a precio de oro! Después de darle un repaso de lo que había subido de un mercado de un viernes al otro, las cerezas y las patatas, la más vieja cambiaba de tema dando una larga cambiada y le espetaba: ¡Ay, la más grande! Y menuda batalla lleva su hija Rociíto con su tío Mohedano, una semana y otra. Al tanto que la más joven le respondía: “A mí lo que me interesa qué es lo que pasa con Alaska y Vaquerizo”. ¿Se separan o no? ¿Es una estrategia de mercado? Y en todo caso: “A quién le importa lo que yo diga, a quién le importa lo que yo haga”. Se rieron con sonoras carcajadas.
Apuré el café y ahí me quedé en mitad del artículo, mirando a las nubes, y pesando en las cosas de la oferta y la demanda.
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