El concepto de democracia tiene que ver en buena parte con que no siempre ganen los mismos. Para que no siempre ganen los mismos no basta con que exista alternancia de partidos o de caras en el poder, tiene que existir un cambio de orientación de las políticas, de las prioridades y de las formas de actuación.
Los grupos de interés o grupos de presión tienen un papel importante en la articulación de las demandas sociales, pero si entre ellos se establecen jerarquías relativas a su posibilidad de acceso e influencia en el poder estos grupos se convierten en una peligrosa amenaza para la democracia. Recientemente la patronal murciana ha iniciado una campaña para domesticar al Delegado del Gobierno y garantizar la llegada del AVE en superficie con vía provisional, incumpliendo todos los compromisos adquiridos.
Es tan particular (no colectivo) el interés que legítimamente –no obstante– defiende CROEM que una cesión supondría romper una vez más la confianza ciudadana en las instituciones. Los grandes empresarios no pueden pretender ganar siempre y, en este caso, el interés general consiste en cumplir los acuerdos establecidos, un cumplimiento que puede realizarse simultáneamente con la puesta en marcha de fórmulas alternativas para responder en parte a las demandas de los sectores económicos.
La actual movilización empresarial es una excepción en el posicionamiento habitual de la confederación empresarial que ha guardado silencio o un perfil bajo ante otras situaciones de igual o mayor impacto económico y de desarrollo para la Región. Vale que a la CROEM se le pida opinión para poner y quitar consejeros, al fin y al cabo ese es un problema de fortaleza personal del Presidente de la CARM, pero es del todo inadmisible la ausencia de compromiso social por parte de los grandes empresarios murcianos en este asunto. Responsabilidad Social Corporativa también es entender que el desarrollo económico debe hacerse sin romper la cohesión social y en este caso tiene que saber el Sr. Albarracín que la propuesta de llegada del AVE por él defendida es garantía de ruptura para la ciudad de Murcia.
Las empresas del futuro están comprometidas con su entorno, con los ciudadanos que lo forman y no pretenden arrasarlo sin el más mínimo miramiento. Es absurdo pretender construir un modelo de progreso sobre la imposición del interés inmediato de unos pocos sobre el interés de la mayoría, aún cuando esa mayoría esté formada por gente de barrios que normalmente importan poco, gente que no cierra contabilidades con más de 6 ceros o a la que no se le pregunta quién debe ser el próximo Consejero de Economía porque su aportación al PIB regional a penas podría ser expresada numéricamente en una calculadora.
No creo que sea necesario aclararlo, pero por si acaso, es conveniente recordar que la llegada del AVE soterrado es una opción con un amplio y constatado respaldo social, que va más allá de la opinión de los vecinos directamente afectados –respaldo recientemente constatado con el posicionamiento de la Asamblea Regional–.
En democracia el voto y la opinión del Sr. Albarracín tiene exactamente el mismo valor que el voto y la opinión del Sr. Contreras, la priorización de una u otra solo depende de la orientación política del cargo público, que debe ser siempre independiente en la toma de decisiones.
Por eso, es imposible no denunciar la campaña de chantaje que ha iniciado CROEM, más al servicio del PP que del desarrollo económico, pues hay que recordar a los empresarios que se proveerán las alternativas pertinentes para que el cumplimiento del acuerdo de 2006 se haga sin perjudicar en exceso su posición.
El crédito político de la Delegación del Gobierno pasa por no escuchar siempre a los mismos, por demostrar que la sociedad civil es algo más que las sociedades de grandes empresarios y que el ciudadano más rico de la Región no puede pretender que su opinión valga más que la de ningún otro. Si la condición de actor político relevante la determinan tus balances trimestrales reconoceríamos que la democracia de las urnas es puro maquillaje de un sistema excesivamente estratificado en el que gobiernan los que no rinden cuentas porque no se presentan a las elecciones. Diego Conesa, no falles a la democracia.
0