Las días 20 y 21 de mayo se celebrará en Estrasburgo la Reunión de la Juventud Europea 2016 (EYE2016) organizada por el Parlamento Europeo donde participarán 7.000 jóvenes con el fin de reflexionar, debatir y proponer nuevas ideas sobre el estado del mundo, el futuro de Europa y la democracia, la juventud y el empleo, la revolución digital, el desarrollo sostenible y los valores europeos. Intentarán buscar soluciones innovadoras a cuestiones claves para el futuro y experimentar la diversidad cultural de la Unión Europea.
El lema del EYE 2016 es: «Juntos podemos lograr el cambio», y sus actividades abordarán cinco temas principales: * Guerra y paz: perspectivas para un planeta en paz* Apatía o participación: agenda para una democracia dinámica* Exclusión o acceso: campaña contra el desempleo juvenil* Estancamiento o innovación: el mundo laboral de mañana * Fracasar o triunfar: nuevas vías para una Europa sostenible
Por este motivo el Eurobarómetro ha publicado la encuesta European youth in 2016, realizada a 10.294 jóvenes europeos de 16-30 años de edad en los 28 Estados miembros entre los días 9 y 25 de abril de 2016. Lo que más destaca de los datos extraídos es una abrumadora impresión de exclusión de la sociedad que perciben los jóvenes, debido a la crisis económica. Más de la mitad de los jóvenes en Europa considera que, en su país, los jóvenes han sido marginados y excluidos de la vida económica y social por la crisis (57%). La mayoría absoluta de los encuestados se sienten excluidos en 20 países, aunque existen grandes diferencias nacionales y divergencias de hasta 66 puntos. Como era de esperar, las tasas son muy altas en los países más afectados por la crisis y donde hay altas tasas de desempleo juvenil, como es el caso de Grecia donde un 93% de jóvenes se sienten excluidos; en el caso de España se consideran excluidos el 79%, frente al 27% de jóvenes de Alemania, o el 31% en Dinamarca. Sin embargo, en el conjunto de Europa, muy pocos jóvenes se sienten obligados a abandonar su país debido a la crisis (15%). A nivel europeo, la mayoría de los jóvenes (59%) dicen que su sistema nacional de educación está bien adaptado al mundo del trabajo. Estas clase de respuestas se dan principalmente por aquellos pertenecientes a países donde los jóvenes se sienten menos apartados de la vida económica por la crisis (Alemania, Malta y Dinamarca). Sin embargo, en 9 países hay una mayoría de jóvenes que dan una respuesta negativa a esta pregunta, entre ellos España (58%).
Llama la atención que el 76% de jóvenes europeos no han oído hablar nunca de la “Garantía Juvenil” programa lanzado por el Parlamento Europeo en 2010 como medio para combatir el desempleo juvenil, un 24% lo conoce y solo el 7% lo conoce con detalle. Por otra parte, una gran mayoría de los jóvenes europeos (61%) no quieren estudiar, formarse y trabajar en otro país de la UE, mientras que el 32% le gustaría hacerlo. En la UE en su conjunto, el 88% de los jóvenes de 16 años a 30 años nunca han viajado a otro país de la UE para estudiar o trabajar.
Desde el Eurobarómetro se nota el especial interés que en esta encuesta se otorga al conocimiento de la Unión Europea y las vías de participación de los ciudadanos. Así, nos encontramos con que el 90% de los encuestados dice que es importante que los jóvenes europeos aprendan acerca de la UE y cómo funcionan sus instituciones. Para más de la mitad (51%), votar en las elecciones europeas es la mejor manera de participar efectivamente en la vida pública en la UE, esto lo piensan sobre todo los jóvenes de Suecia (84%), Francia (70%) y Finlandia (68%). Aunque esto contrasta con el hecho de que la conducta electoral en las elecciones europeas de 2014 fue bastante dispar: mientras que en países como Suecia los jóvenes (65%) votan más que los mayores de 55 años (48,5%), en Francia lo hacen solo el 24,7% de jóvenes frente al 56,5% de mayores. Y en Finlandia solamente el 10,4% de jóvenes votan en las elecciones de UE en comparación con el 43,2% de los mayores.
Entre las acciones individuales más mencionadas por los encuestados como medios de participación efectiva en la vida pública de la UE, destacan: La ayuda individual a los más necesitados (30%), tomar parte en debates políticos mediante portales web o redes sociales de las instituciones europeas (21%), participar en manifestaciones (19%) unirse a asociaciones y ONG (18%). Llama la atención el porcentaje tan reducido en esta clase de conductas sociales.
Los jóvenes europeos son muy activos en Internet y en las redes sociales en línea y la mayoría cree que las redes sociales en línea representan “el progreso de la democracia, ya que permiten a toda persona a participar en el debate público” (46%). Esta opinión destaca en países como Suecia (71%) y Finlandia (68%), mientras que en España comparten esta idea el 49% de jóvenes. En cuanto a tipo de ocupación, predomina esta opinión entre los jóvenes con autoempleo (56%). Por contra, para el 27% de todos los encuestados, las redes sociales en línea representan “un riesgo para la democracia, debido al uso inadecuado que pueda hacerse de los datos personales”. Especialmente en Francia (47%), Bélgica (42%) e Irlanda (39%), en España el 27% de jóvenes participan de esta opinión.
En lo que se refiere a la participación significativa de los jóvenes en favor del desarrollo sostenible, un gran número de jóvenes europeos han adoptado prácticas diarias para proteger el medio ambiente y luchar contra el cambio climático, ya sea con la clasificación sistemática de los residuos (63%), disminuyendo el consumo de artículos desechables (47%) y la reducción de consumo de agua y energía en el hogar (46% ).
Sin caer en actitudes excesivamente escépticas, y apoyando el constante esfuerzo que los jóvenes en general realizan para intentar lograr su autonomía personal y su integración social, creemos que el escenario global en el que se encuentra nuestra sociedad no constituye un entorno facilitador de cara a ese cambio protagonizado por los jóvenes que se anhela desde el Parlamento Europeo. Estaremos pendientes de sus resultados y propuestas.
