Me llamo Floren Dimas y desde 1995 vengo realizando un trabajo de investigación sobre la represión franquista en la Región de Murcia. Hasta el momento llevo revisados más de 7.000 sumarios del Ejército de Tierra, 650 de la Marina y 45 del Ejército del Aire.
En el extracto que he realizado de cada uno de ellos figura, aparte de los procesados, los denunciantes y los testigos, los componentes de toda la maquinaria represora franquista: los presidentes de los tribunales militares, vocales, ponentes, fiscales y supuestos defensores de los consejos de guerra; los jueces instructores, secretarios de causas, comisarios y agentes de policía, implicados en detenciones, registros e interrogatorios; jefes de Falange y delegados del Servicio de Información e Investigación de Falange, miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil, Auditoría militar de guerra, directores y responsables de prisiones y de campos de contración y de colonias penitenciarias; en fin, todo el universo opresivo que se cernió sobre los vencidos, quedan reflejados en un trabajo en el que he invertido veinticuatro años de mi vida y que espero que vea la luz dentro de poco.
En relación con la censura aplicada por la Universidad de Alicante, para ocultar al conocimiento público el nombre de una de las piezas clave del engranaje inquisitorial, que llevó al poeta Miguel Hernández a morir en una infecta mazmorra, como lo hicieron decenas de miles de españoles ante los pelotones de fusilamiento, no puedo por menos que expresar mi indignación más rotunda, ante esta medida que nuevamente pretende coartar la libertad de expresión, y poner en riesgo la propia razón de ser del trabajo de investigación histórica.
Si realmente España es un estado de derecho y la Constitución es el baluarte que garantiza nuestros derechos y libertades, la Universidad de Alicante deberá corregir con urgencia este acto inquisitorial. O tendremos que pensar que España es otra cosa.
*Floren Dimas Balsalobre. Oficial del Ejército del Aire (RTD), investigador histórico y delegado regional de la asociacion memorialista AGE, miembro de Anemoi, (Colectivo de militares demócratas españoles) y de ACMYR (Asociación Civil Mlicia y República), cofundador de la primera asociación memorialista registrada en España.