“Vísteme despacio, que tengo prisa”. ¿Nunca os ha pasado que, por querer hacer algo rápido al final lo acabáis haciendo mal? Pues esa debe haber sido la intención del PP de López Miras y los diputados tránsfugas de Ciudadanos al querer primero imponer la Proposición de Ley de Atención Temprana mediante el procedimiento de lectura única, para acabar tramitándose “a término fijo”. Un trámite rápido, inusual e incoherente en normas de alto calado social si quieres hacer un buen trabajo. Claro que, a luz de los hechos, era evidente que la misión del Gobierno regional no era la de hacer una buena norma sino la de cumplir expediente y echarse una foto más a final de año sin importar a quién o a cuántos afecta.
Únicamente debemos fijarnos en el tiempo que el Ejecutivo de López Miras ha querido dedicar en mejorar una norma de 27 artículos a la que se han realizado 160 enmiendas. Un proceso envuelto en un presupuesto insuficiente. Tan solo 6,2 millones de euros se destinarán en 2022 para llegar a 4.700 menores que actualmente reciben el servicio de Atención Temprana. Una norma infrafinanciada teniendo en cuenta que, a 28 euros la hora y siendo tacaños en el número de sesiones, necesitaríamos el doble de dinero. Made in Partido Popular.
Décadas llevamos esperando la regulación del servicio de Atención Temprana en la Región de Murcia que los socialistas llevamos años exigiendo y reivindicando con sendas iniciativas en la Asamblea Regional, siendo los dos últimos años, con el borrador del Decreto-Ley veintiocho, los que más movimiento y críticas han suscitado en la ciudadanía. ¿Quién no ha oído alguna vez que la Atención Temprana será gratuita en la Región para niños y niñas de 0 a 6 años mientras miles de menores salen de la cobertura universal sin haber pasado por ella? Y es por ello que, desde el PSRM-PSOE, que llevamos la justicia social en nuestro ADN, hemos tenido muy claro que dentro de los plazos tan reducidos de los que partíamos debíamos centrarnos en lo verdaderamente importante: escuchar a los expertos para mejorar la vida de las familias y de los menores que llevan décadas entrando y saliendo del sistema bajo la promesa de una universalidad que nunca les llegó.
Nuestras enmiendas eran claras: eliminar baremos. Reducir plazos para no agudizar las brechas sociales entre los que sí pueden pagar un servicio mientras esperan y los que no, la gran mayoría. Evitar colapsos en el sistema que generarán más listas de espera. Regular los servicios de Atención Temprana como una red integral de responsabilidad pública, de carácter universal, gratuito y de calidad, entre otros. Teniendo siempre presente a la población infantil menor de 6 años con trastornos del desarrollo o en riesgo de padecerlos y sus familias. Unos propósitos se han cumplido. Otros, no tanto.
Pero si hay algo que ha quedado claro a lo largo de nuestra historia en general y en esta tramitación a prisa y corriendo en particular, son dos cosas: la primera es que allí donde hay un derecho que mejorar, el PSOE siempre tiene algo que decir y que aportar. Y la segunda, que las prisas (del Gobierno regional) jamás son buenas consejeras. Fuimos el primer grupo parlamentario en registrar las enmiendas, también la retirada de los baremos, demostrando que para el PSOE hablar de política social es hablar de personas. Es hablar de derechos y de justicia social. Una vocación de servicio público que, al contrario que López Miras, que ha esperado más de 18 años y un tsunami de movimientos sociales para desempolvar esta iniciativa, nos tomamos muy en serio. Porque siempre que hubo avances sociales en España o en la Región de Murcia, en ellos trabajó de forma activa el PSOE. Sin embargo, viendo el dinero de las arcas, el procedimiento ordinario, el plazo de elaboración del plan y la puesta en marcha del sistema informático, no le queda a una más que pensar que López Miras nos quiere regalar por Navidad la piel del oso, antes de cazarlo. Un mensaje engañoso, miserable y ruin. En el que tan solo cabe preguntarse ¿Más vale tarde que nunca? No para la Atención Temprana.
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