Alberto Garzón: “Es difícil explicar tus propuestas con Inda o Marhuenda delante interrumpiendo”
Alberto Garzón continúa trabajando, sin prisa pero sin pausa, en la construcción de la candidatura llamada Unidad Popular –anteriormente, ‘Ahora en Común’- y sigue predicando que “lo más importante es la pedagogía”. No predica en el desierto ni para sí mismo: este jueves, el Paraninfo de la Universidad de Murcia se quedó pequeño y vio cómo se llenaban pasillos y escaleras con más de 700 personas, dejando incluso a gente fuera.
“Si los barrios populares votan, tendremos un resultado sorpresa, pero si la abstención asola a esos barrios populares, serán los barrios ricos los que decidan nuestro futuro”, dijo Garzón a los medios antes de entrar al acto de apoyo a la candidatura de Unidad Popular-Izquierda Unida, en el que estuvo acompañado por la número uno de la lista murciana al Congreso, Magdalena Martínez, y por otra de sus candidatas, Rebeca González.
“Pedagogía” fue una de las palabras que más repitió Alberto Garzón, quien reconoció que sus principios y valores son minoritarios en la sociedad actual: “Es así porque hemos abrazado los principios y valores del neoliberalismo por medio de sus mecanismos de propaganda”. “No he venido aquí a pedir el voto, he venido a compartir una reflexión sobre el mundo en el que vivimos y sobre el mundo en el que queremos vivir”, proclamó.
El dirigente lamentó, ante un auditorio heterogéneo en el que la juventud era mayoritaria, que hoy en día se está asistiendo a la “política del espectáculo, estética, visual y superficial”: “Aún no me han invitado a cantar, bailar, correr y saltar en la televisión”, dijo entre las risas de los asistentes, para después afirmar que “es muy difícil hacer propuestas y plantear soluciones cuando tienes delante a Inda o a Marhuenda interrumpiendo constantemente”.
“El mercadillo de los votos”
“En esta mercantilización de la política, en este mercadillo de los votos, si el mensaje de un partido no se vende bien lo que se hace es viajar al centro y ya está”, insistió. Más adelante citó “el interminable viaje al centro de Podemos”: “Si siguen así, a este paso van a acabar en la derecha”. “Tengo muy buena relación en lo personal con mucha gente de Podemos, pero tenemos muchas diferencias en lo político”, añadió el cabeza de lista de Unidad Popular, quien tuvo palabras para Albert Rivera, al que calificó como “el chico de moda”.
Por el contrario, Garzón dijo tener “una concepción noble de la política y de la educación”. “Hay que romper el relato”, proclamó, y para eso apeló una vez más a la “pedagogía”, a explicar que “hay alternativa” y que “es viable”. “El otro día estuve en el programa El Objetivo de Ana Pastor, y cuando expliqué nuestro plan de empleo garantizado, Pastor dudó de que cuadraran las cuentas; ‘no cuadran, no cuadran…’. Sí que cuadran, aquí está, es sólo hacer un ‘Excell’, no es tan difícil, otra cosa es que tú no te lo creas”, ironizó.
Propuestas viables
Alberto Garzón no ocultó su malestar: “Me hierve la sangre que haya quien hable de que estas propuestas son irrealizables, que son una utopía, que es de rojos… Cosa que por otro lado, me enorgullece porque es así, es de rojos, pero además es que son propuestas viables. Que personas de la clase trabajadora me digan que crear un millón de puestos de trabajo es una utopía, y sin embargo, que gastar millones en fabricar armamento o 55 mil millones de euros en rescatar a la banca sí que es posible…”.
En su repaso a la situación que vive la sociedad, Alberto Garzón alertó sobre “la ideología del lenguaje” y sobre la importancia de saber sobre economía: “”Hay que saber de economía para que no lleguen Montoro o de Guindos y te engañen, y además, no es lo mismo decir ‘gasto en educación’ o en sanidad, que ‘inversión’; hoy se hace un uso ideológico del lenguaje“.
Educación y mercado laboral
“En los últimos años se ha incentivado el abandono escolar, se ha empujado a ello cuando el sueldo de un investigador es mucho menor que el de un trabajador de la construcción”, denunció el candidato de Unidad Popular, para luego señalar que “el ciclo electoral dura cuatro años, es cortoplacista, mientras que el ciclo económico es más largo”. “Lo que vivimos ahora empezó a fraguarse en 1998”, apuntó.
“Tenemos una educación que discrimina según la clase social”, afirmó Alberto Garzón, y otro tanto sucede en el mercado de trabajo: “Se han dinamitado los derechos laborales, porque ahora te pueden decir, ‘o te bajo el sueldo, o detrás de ti vendrá alguna de las 5 millones de personas en paro que quieren ocupar tu puesto’”.
En cuanto a las privatizaciones, Garzón explicó que “no son sólo una transferencia de propiedad, sino también de derechos; de ciudadanos con derechos pasamos a ser clientes”. Así, añadió que los derechos son para todos por igual, mientras que el cliente tiene poder según su capacidad económica. A su juicio, todo se enmarca en un proceso en el que la precariedad ha cosificado al ser humano hasta hacer de él un objeto, “y cuando no sirve, se tira”. “Con un contrato por horas no se puede construir un proyecto de vida”, añadió.
“Hoy en día conviven generaciones fordistas, las anteriores, que tienen certezas vitales, con generaciones postfordistas como la nuestra, que no tenemos derechos laborales, que no tenemos futuro, que vivimos en la precariedad”, reflexionó Alberto Garzón, defendiendo “la redistribución de la riqueza” como forma de construir un mundo mejor.
“Hay alternativa”
“Una de nuestras propuestas es que la diferencia máxima de salario en una empresa entre el que más cobra y el que menos sea de uno a diez”, relató, poniendo después un ejemplo del estado actual de las cosas: “Es tan obscena la ostentación que se hace desde ahí arriba, que hace poco se prejubiló un directivo de banca con una pensión vitalicia de 4.900 euros al día”. “Es intolerable”, dijo Garzón.
“Unidad Popular plantea que hay que hacer cambios en tres ámbitos: en la estructura social o de clase; en la forma en la que vemos la política; y en la forma en la que vemos el mundo”, declaró Alberto Garzón, para quien “se pueden hacer políticas alternativas”. “Sólo falta voluntad política”, apostilló.
“Os invito a hacer pedagogía, a pensar y a reflexionar políticas desde el punto de vista del cambio, y eso se hace en la calle, no en un plató de televisión; vamos a intentar convencer a la gente de que los derechos de hoy son las luchas de ayer, y que los derechos de mañana son las luchas de hoy”, insistió Alberto Garzón, antes de despedirse con el tradicional “salud y República”.
Modelo de educación elitista
Las candidatas Magdalena Martínez y Rebeca González defendieron la educación pública en sus intervenciones, frente al modelo de “educación elitista” que encarna la UCAM, “una institución mimada en los presupuestos, que recibe suelo público y usa los hospitales públicos para sus prácticas de medicina, y a la que se le aceptan todas las titulaciones que quiere implantar”.
“En la Universidad de Murcia, en cambio, los grados y doctorados se ganan con el trabajo y el esfuerzo de los estudiantes”, expresó Magdalena Martínez, arrancando el aplauso del auditorio. La candidata también se refirió a las declaraciones homófobas del dueño de la UCAM, José Luis Mendoza: “Yo no podría aprender nada en esa institución aunque quisiera, porque esa persona no puede enseñarme nada”.
Tanto Magdalena Martínez como Rebeca González repasaron la situación de la educación con el recorte en las becas, los problemas de muchos alumnos para seguir pagando sus estudios, las consecuencias del llamado decreto '3+2' o el Plan Bolonia, así como los jóvenes que se ven forzados a marcharse al extranjero ante la ausencia de perspectivas en su propio país.