Ángela Rodríguez (diputada de En Marea): “Esta ley es el primer paso para romper con esa cultura de la violación”
`Sólo sí es sí´está blindado en una ley. Angela Rodríguez, diputada de En Marea y vicepresidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso, desgrana la Ley de Protección Integral de la Libertad Sexual, incluida en el acuerdo de los Presupuestos Generales del Estado al que llegaron el Gobierno de Pedro Sánchez y Unidos Podemos.
Rodríguez expuso la ley ayer el lunes 12 de noviembre junto con otros miembros de Podemos en el Cuartel de Artillería con motivo del 25N, día internacional contra la violencia machista.
Lo más importante de esta propuesta de ley es el hecho de unificar los delitos de agresión y abuso sexual para que no vuelva a haber sentencias como la de `la manada´.
La reforma del Código Penal es muy necesaria y urgente ya que España tenía que cumplir con los convenios internacionales en el Consejo de Europa y la ONU en lo que tiene que ver con las violaciones de los derechos de la libertad sexual hace ya algunos años. Pero lo más relevante de esta ley es el enfoque que se le pretende dar de integralidad contra las violencias sexuales como en su día se le dio en el ámbito de la pareja.
Como sería el hecho de que los delitos de violencia sexua sean tratados en los juzgados de violencia sobre la mujer.
No tiene sentido que haya algunas violencias machistas que se juzguen en unos juzgados de violencias machistas y otras no. Es una cosa un poco anómala y, sobre todo, que se traduce en desigualdades para las víctimas.
Por ejemplo, la víctima de `la manada´ no tuvo la posibilidad de que le asesoraran psicológicamente o jurídicamente para el caso y esto es lo mínimo que el Estado le puede dar a una víctima de violencia machista. En realidad, estamos hablando de equiparar derechos entre unas y otras víctimas.
Además, es el caso de que los jueces en dichos juzgados no tienen una formación especializada o una determinada sensibilidad.
Este tema es especialmente preocupante. A nadie se le ocurre que un neurocirujano vaya a ejercer sin haber sido especialista o un profesor de Matemáticas clases de Gallego y, sin embargo, se ve normal que alguien que no está especializado en Género vaya a tratar cuestiones de Género. Y las consecuencias las vemos en ejemplos muy claros como en estas historias de terror que se ven con un juez diciendo `vaya bicho hija de puta´, otro juez preguntando si cerró bien las piernas para evitar ser violada. En cualquier caso estamos muy preocupadas porque recientemente se presentó en el Congreso la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial a propuesta del PSOE y no han aceptado introducir nada sobre violencias sexuales.
Otro aspecto interesante de la ley es que no hará falta una denuncia de la mujer para que ésta pueda acceder a los protocolos de violencia machista.
En muchas comunidades ya funciona y pasa en comunidades de signos políticos muy distintos. Por ejemplo, en Galicia esto funciona y fue una propuesta del Partido Popular. Creo que cualquiera que haya estado cerca de un caso de violencia machista lo entendería: los procesos judiciales son lentos, hay veces en las que no es idóneo para la víctima ir a ese proceso judicial y, sin embargo, necesita prestaciones y atenciones para la reparación, sobre todo en el caso de los menores. Es una cuestión de intentar facilitar la ayuda a las víctimas.
También aparece tipificada por vía penal el acoso callejero. En países como Francia este delito se enfrentaría a una sanción administrativa.
Nos parece que tiene que haber garantías por todas las partes y si se ha cometido un delito está bien que esté claramente tipificado en el Código Penal y que esto dé garantías para todas las partes. Creemos que las sanciones administrativas podían complejizar más el proceso, pero tampoco estamos diciendo nada muy novedoso. Ya había algo parecido en el Código Penal.
¿Con esta ley las mujeres nos vamos a poder sentir más seguras en la calle y el espacio público?
El camino pasa por esta ley, pero lo más importante es que tiene que haber un cambio de cultura: vivimos en una cultura de la violación y es tan evidente que cuando quisimos poner el consentimiento en el centro todos los señores de este país de un lado y otro del arco parlamentario dijeron que eso era una barbaridad. Esta ley es el primer paso para romper con esa cultura patriarcal y de la violación, que es lo más difícil de hacer y lo más necesario.
¿Se puede cambiar una cultura con las leyes?
Creo que sí y se puede ver lo que pasó en 2004 con la violencia de género. Hasta entonces la violencia de género en España era una cosa que no existía, así que creo que es evidente que las leyes ayudan a hacer cambios culturales. Lo que ha pasado con el feminismo en nuestro país en los últimos años hablaría en términos de revolución. Está claro que España no es la misma antes y después del 8 de marzo. Las leyes son necesarias para reforzar lo que el feminismo y la gente dice en las calles.
¿Está bien legislar a golpe de sentencia, como fue el caso de la sentencia de `la manada´?
Esta ley la presentamos en la discusión del Paco de Estado sobre qué atención había que dar a cada una de las violencias. De hecho, nos abstuvimos porque las violencias sexuales no eran tratadas iguales, es decir, en este país si te viola tu marido tienes una serie de ayudas, pero si te viola tu hermano o un desconocido, no. Nos pusimos a trabajar para combatir estas cuestiones que se habían quedado fuera en ley. No hay nada de populismo, sino de trabajo parlamentario.
Y como se ha visto con el Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, sin presupuesto no se llega a ninguna parte.
Es tristísimo decir esto, pero sigue sin presupuesto. A día de hoy no nay ninguna sola medida del Pacto de Estado que tenga presupuesto adjudicada. Por lo tanto, creo que la tarea de las feministas que estamos en las instituciones es ser lo más exigentes posibles con esto.