Garre culpa a Zapatero de la quiebra del compromiso con Murcia en materia de agua
El presidente de la Región de Murcia, Alberto Garre, ha intervenido en la Convención Nacional del Partido Popular dentro de una ponencia sobre agricultura y medio ambiente. En dicho marco, Garre ha explicado que “han tenido que coincidir cinco presidentes autonómicos y un gobierno central del PP para que la solidaridad constitucional sobre el agua cobre nuevamente vigencia”.
En su opinión, el Partido Popular ha demostrado que “cuando se actúa investido de buena fe y los datos técnicos lo permiten, se puede abordar cualquier asunto de Estado sin perjudicar a ninguna Comunidad Autónoma”. El presidente murciano ha estado acompañado por la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y por la secretaria sectorial de Agricultura y Medio Ambiente, Mª Luisa Soriano.
En su intervención, Alberto Garre defendió un pacto nacional del agua para transferirla desde las cuencas excedentarias a las deficitarias, y apeló a la “solidaridad interterritorial” que proclama la Constitución Española del 78. Garre repasó los numerosos antecedentes legislativos que, a lo largo de la historia y bajo diferentes formas de gobierno, han tratado de paliar las deficiencias hídricas del Sureste de España, en un interés que, en su opinión, “quebró con la llegada de Zapatero al Gobierno en 2004 y la derogación del trasvase del Ebro”.
Según Garre, “han tenido que pasar doce años para que, de nuevo, con un gobierno del Partido Popular se recupere el espíritu de Estado que debe imperar en torno a la planificación hidráulica nacional”. Para argumentarlo, el presidente murciano citó normas como la Ley de Evaluación Ambiental de 2013, “con la que se modificaron las reglas de explotación del acueducto Tajo-Segura, otorgando más seguridad y estabilidad”.
Garre explicó que la Región de Murcia es “seca por naturaleza” y que la cuenca del Segura es la única “declarada estructuralmente deficitaria”. A su juicio, la comunidad “podría beneficiarse de las aportaciones de las plantas desalinizadoras si no fuera por el elevado coste que supone, y que resulta inasumible para una producción agrícola tan especializada, intensa y dinámica” como la murciana.
Alberto Garre defendió que la agricultura murciana ha sido capaz de generar “más de 60.000 empleos agrarios, de producir el 26% de todas las frutas y hortalizas de España, y de cosechar más de tres millones de toneladas de productos agrarios, de los que el 70% se exporta a la Unión Europea”. Y todo ello con la falta de agua.
Ahondando en el asunto de la agricultura, Garre explicó que “España es líder en Europa en exportaciones hortofrutícolas, en calidad y seguridad alimentaria de sus productos y en la tecnología aplicada en sus cultivos”. Para el presidente murciano, “la Región de Murcia es un ejemplo de modelo agrícola, con una alta contribución a la riqueza nacional”. El Valor Añadido Bruto, con un 5,3% en el año 2013, duplica al nacional, con 2,5%, lo que convierte a la murciana “en la séptima Comunidad Autónoma que más aporta al Valor Añadido Bruto de España”.
“Tenemos una agricultura de mercado, poco subvencionada”, explicó el jefe del Ejecutivo Regional, con un PIB agrario regional que alcanza el 4,9% del total, con 1.293 millones de euros, de los que percibe sólo el 2,3% de las subvenciones de la PAC. Aun así, según Garre, la producción agraria de la Región de Murcia supera los 3 millones de toneladas, de las que más del 70% son exportadas principalmente a los países miembros de la UE.
Por último, Alberto Garre también dedicó un espacio de su intervención a la política medioambiental como “compromiso con las generaciones futuras”, y defendió que “España es un país con una riqueza natural inmensa, que hay que saber aprovechar sin mermarla”. Por eso, Garre apostó por un desarrollo económico basado en los recursos naturales, y un entorno medioambiental que pueda beneficiarse al mismo tiempo del desarrollo económico. “Empresa y Medio Ambiente no son términos antagónicos, sino complementarios”, concluyó.