PP y Vox plantean una provincia para Cartagena: “Es un guiño al electorado y ya está”
“Cada vez que viene un proceso electoral agitan el espantajo de la provincia de Cartagena que siempre arrastra una cantidad de votos, aunque eso no se vaya a producir nunca. Es un brindis al sol”, señala José Ibarra, sindicalista de CCOO y autor del libro 'Cartagena en llamas'. En el debate del Estado de la Región, celebrado el pasado martes y miércoles, el diputado regional exVox Juan José Liarte impulsó una iniciativa para elaborar un informe jurídico y económico que recoja los beneficios de crear una comunidad “pluriprovincial”. Sus referencias a la hipotética provincialidad de Cartagena son constantes en la Asamblea Regional. Pero el portavoz parlamentario de la ultraderecha no está solo en esta reivindicación. El presidente del Ejecutivo murciano, el popular Fernando López Miras, declaró hace dos semanas que veía con “agrado” la propuesta de crear de dicha provincia.
Ambos partidos de la derecha cortejan así al electorado de la ciudad portuaria, donde el apoyo a la creación de esta nueva provincia es “muy transversal” y ha sido una de las principales reclamaciones de Movimiento Ciudadano (MC), un partido localista y neocantonalista, liderado por el polémico empresario José López, también conocido como 'Pepe Cavite' debido al nombre de su compañía cafetera. “Las provincias son demarcaciones del Estado y no han cambiado desde 1833. Haces una declaración institucional en la Asamblea Regional y eso da votos, pero el diseño de las provincias está recogido en el artículo 141 de la Constitución. La Región de Murcia puede elevar una proposición al Congreso, pero nos van a decir que no”, apunta Gregorio Sabater, profesor de Historia en la Universidad de Sevilla.
“Es una propuesta política inviable porque sería abrir la caja de los truenos a nivel nacional”, coincide el codirector del Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP), Juan José García Escribano. El panorama político en la ciudad portuaria está “muy fragmentado” y los sondeos que maneja el CEMOP muestran que en estos momentos “PP y MC se disputan la primacía en el Ayuntamiento de Cartagena, pero en torno al 20% cada uno. También hay un partido fuerte y que está subiendo que es Vox”, añade García Escribano. De hecho, Cartagena, con 214.000 personas censadas, es el municipio más poblado en el que ganó Vox en las elecciones generales de noviembre de 2019 con el 31,1% de los votos, cifra superada por el entorno rural del Campo de Cartagena, como en la localidad de Torre-Pacheco, donde la formación de extrema derecha obtuvo el 38,3% de las papeletas.
Un PSOE dividido
A esta fragmentación del voto a causa de la variable del partido localista MC también se suma el hecho de que hay “dos PSOE” en el municipio murciano: hace un mes la vicealcaldesa cartagenera, Ana Belén Castejón, hizo público que se presentará a las próximas elecciones municipales con Sí Cartagena, una escisión del PSOE local al haber sido la antigua alcaldesa y su equipo de cinco concejales expulsados del Partido Socialista por el pacto de gobierno que alcanzó con la popular Noelia Arroyo de espaldas a la dirección regional, repartiéndose la alcaldía y la vicealcaldía dos años cada una.
“Entiendo los problemas personales que tuvo Castejón para gobernar con Pepe Cavite, pero lo ético habría sido dejar su acta de concejala y no actuar de espaldas a su partido”, valora Sabater. En la legislatura anterior, Castejón, cuando le tocó la vara de mando de alcaldesa tras dos años con José López al frente del consistorio, rompió el pacto firmado PSOE con Movimiento Ciudadano por los desencuentros constantes que tenía con este líder. “Mi previsión es que Pepe López se pelearía por el camino con quien hiciera un pacto de gobierno. En el caso de MC, su principal activo -el candidato José López- se convierte también en su principal hándicap para la gobernabilidad”, considera Ángel Rafael Martínez, profesor de Economía de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y miembro de la anterior Ejecutiva socialista de Castejón.
'Pepe Cavite', un político “trumpista”
“Es el signo de los tiempos: aprovechar el malestar, generar culpables únicos, hacer populismo, llevarte votos emocionales y ganar elecciones. 'Pepe Cavite' es como Trump, un empresario que gana elecciones diciendo que no le gusta la política, siendo un deslenguado, poniendo en orden a todo el mundo y proyectándose como un campeón contra los corruptos”, describe Sabater. “Si criticas el populismo o su discurso antipolítico te dan el carné de mal cartegenero. Hay casi fervor hacia el líder”, añade el historiador.
Durante la última legislatura de la alcaldesa popular Pilar Barreiro, quien resultó absuelta del caso Púnica en 2019, López era el único concejal de Movimiento Ciudadanos y se convirtió en el “azote” de la antigua alcaldesa. “MC es un catch-all party, como decimos en política, un atrapalatodo y Pepe López tiene la obsesión de ser alcalde”, subraya Sabater. “El discurso antimurciano del agravio comparativo y antiautonómico les da resultado”.
“El Movimiento Ciudadano politiza un sentimiento de agravio que conecta con cierto sentido de verdad”, apunta Andrés Pedreño, profesor de Sociología de la Universidad de Murcia (UMU). “Es cierto que Cartagena se queda al margen de la red de transportes e infraestructuras. El MC ofrece al electorado un enemigo fácil que es el murciano”, añade. Pedreño subraya que MC es un partido “moderno”, en el sentido de que no pone en primer plano la creación de la provincia de Cartagena, como su predecesor Partido Cantonal (PCAN) al tener más “recorrido político” y poner el foco en el “centralismo murciano”, lo que le hace capaz de “conectar con otras capas urbanas”. “Tiene partido, estructura, cuadros, base social y relato”, resume Pedreño.
Pero López también es una figura política rodeada de polémica: mientras que se refirió a la actual alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, como “esas pelucas con los labios bien pintados”, también ha protagonizado varios incidentes como “el intento de agresión” a la vicealcaldesa Ana Belén Castejón, o el altercado que vivió con el jefe de Infraestructuras del consistorio, Vicente Pérez Zulueta, entre otros. “¡Los puestos de trabajo y el dinero a la puta Murcia!”, gritó el líder cartegenerista al reunirse con un centener de sus seguidores en la puerta del Ayuntamiento para protestar contra el pacto entre PP, PSOE y Cs con el que se hicieron con el Gobierno de la ciudad en junio de 2019.
El nombre de empresa de José López -Cafés Cavite-, con plantaciones en Honduras, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, o Nicaragua “es un guiño muy conectado a Cartagena”. El monumento 'Los héroes de Cavite y Cuba' es un símbolo de la ciudad situado frente al palacio consistorial y dedicado a los soldados que perecieron en las guerras por las últimas colonias españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898.
Una “ciudad que deja de ser de izquierdas” tras la reconversión industrial
Cartagena experimentó una reconversión industrial tardía en 1992, posterior a la vivida en otras zonas industriales españolas en la década de los ochenta, como Bilbao, Sagunto, Vigo o Cádiz. “Nuestras autoridades autonómicas no tuvieron los reflejos que sí tuvieron los de otras comunidades autonómicas de las comarcas industriales del Estado español que sí supieron luchar por sus fábricas y sus comarcas”, cuenta el sindicalista e historiador José Ibarra. “En Cartagena teníamos un doble abandono: como cartegeneros nos sentíamos abandonados por Murcia y como murcianos nos sentíamos abandonados por el resto del España”, añade.
“Todo el agravio comparativo iba hacia el mismo sitio y eso tuvo una deriva política: hasta el año 1991 en Cartagena y Murcia prácticamente el PSOE ganaba todas las elecciones municipales, autonómicas, generales y europeas por mayoría absoluta y desde 1992 todo eso lo está ganando el PP. Fue el año bisagra con toda rotundidad. Cartagena dejó de ser una ciudad de izquierdas”, explica el autor de 'Cartagena en llamas', quien por entonces era operario del astillero Bazán y fue testigo de la lucha obrera de aquellos años que terminó con la quema de la Asamblea Regional allí sita. El sindicalista también fue uno de los protagonistas del documental 'El año del descubrimiento', en la que se defiende esta hipótesis sobre la ciudad portuaria.
“En Cartagena se añade el tema de la inmigración -un 15% de la población es migrante-, sobre todo de origen marroquí, y aquí hay una gran islamofobia”, espoleada por Vox. Ibarra subraya la importancia de la presencia militar en la ciudad con la Armada y el apoyo de la Cartagena más rural al partido de extrema derecha frente “al ecologismo que defiende al Mar Menor”. “Todos esos factores han hecho que Cartagena sea una de las ciudades que más votos tiene de la ultraderecha en España”, apunta el sindicalista.
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