“Nos tememos lo peor”: la angustiosa espera de los familiares de los desaparecidos en el incendio de las discotecas en Murcia
“Por las rejillas de uno de los reservados de Fonda empezaron a ver humo y al intentar apagarlo con el extintor el techo se desplomó”, habla José, un antiguo trabajador de la discoteca Golden, una de las afectadas la madrugada de este domingo por el incendio que se ha cobrado la vida de al menos 13 personas en la zona de ocio de Las Atalayas, en la capital murciana. Una noche de fiesta que terminó en tragedia. El fuego se originó en el club Fonda Milagros a las seis de la mañana, y se propagó por el piso superior de la discoteca, desde donde se descontroló y se coló a los dos locales contiguos, Teatre y Golden. El subinspector Diego Seral, portavoz de la Policía Nacional en la Región de Murcia, ha descartado que pudieran dilucidarse a lo largo de la jornada del domingo las causas exactas que desataron las llamas. La Policía Científica —desplazada junto a Homicios al lugar de los hechos— tendrá que esperar al menos 48 horas para que disminuya la temperatura en el interior de las salas y puedan comenzar las pesquisas.
La cifra de heridos se eleva a 24, según los datos que manejan los servicios de emergencias. “Hay que comprobar muchos detalles y la investigación será larga, no podemos aventurar cuál ha sido el origen”, ha señalado. Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación han apuntado que el fuego se podría haber originado por un cortocircuito en un foco de la discoteca.
“Antes solo había una discoteca muy grande en este espacio y se llamaba Teatre, pero el dueño lo convirtió en tres diferentes -Golden, Teatre y Fonda Milagros- porque así le era más rentable”, apunta José, quien actualmente trabaja de “cachimbero” -preparando cachimbas- en la zona de Mariano de Rojas y que acudió a un restaurante de comida rápida cercano minutos después de declararse el incendio. José recuerda que ya hubo otro incendio en Teatre en 2009 que se pudo extinguir con facilidad. “El falso techo para insonorizar la sala está hecho de un material que se prende con facilidad y en un momento se hizo una bola de fuego”, continúa el chico de 27 años que volverá al trabajo por la tarde sin haber dormido nada.
Joao (nombre cambiado), quien fue portero de los tres locales años atrás, explica que mientras Golden y Fonda Milagros están abiertos los fines de semana, Teatre se abre de manera ocasional “para celebrar cosas puntuales como una fiesta universitaria”. El brasileño es una las personas que han acudido a la zona acordonada por la policía y que se guarecen bajo la sombra para saber algo más de lo ocurrido. Cercanas a las discotecas y afters del polígono industrial de Las Atalayas se encuentran gimnasios, almacenes de recambios y concesionarios entre calles amplias, habitualmente vacías durante el día. Por las noches, en cambio, son un hervidero de gente joven.
“Yo ya espero lo peor”, dice Kevin (nombre cambiado) mientras se apoya en un escuálido árbol cerca de la puerta lateral del Palacio de Deportes de Murcia, donde un equipo de más de 30 personas de Protección Civil, Policía Local y Cruz Roja dan atención el domingo a 14 familias que aún no han identificado a sus familiares, según informa en la puerta lateral del edificio Pilar Torres, concejala de Derechos Sociales, Familia y Salud del Ayuntamiento de Murcia. Este lunes por la mañana, la vicealcaldesa, Rebeca Pérez, ha explicado en la Cadena SER que de las cinco personas desaparecidas, tres han aparecido con vida fuera de la discoteca.
Kevin se despidió de sus amigos Rafael y Eric en un restaurante de la pedanía murciana de Puente Tocinos donde habían celebrado el 30 cumpleaños de este último y no se sumó al siguiente destino, que era el club de música latina Fonda Milagros. Sigue sin saber nada de ambos ni de otras cinco personas fallecidas que contaban con dos de los reservados en la planta primera de la discoteca Fonda para continuar la fiesta. “La policía está pidiendo cabellos y cepillos de dientes a la familia porque los cadáveres están calcinados y solo se pueden reconocer por las pruebas de ADN”, señala parapetado tras unas gafas de sol muy oscuras. Luis, otro amigo que se encuentra a su lado, se quedó en el club de música latina hasta las 4:00h de la mañana: “Estaba lleno todavía a esa hora”. “El fuego tuvo que prenderse rápido porque ese local estaba lleno de cañizo”, añade.
Miríam, la tía de Eric, sale del lateral del Palacio de los Deportes junto con su marido y cree que “tuvo un presentimiento” al no acudir al cumpleaños al que había sido invitada. “Siempre lo celebrábamos juntos todos los años, también el de su madre y hermano”, quienes también se encuentran entre los fallecidos.
Otra de las fallecidas del grupo de amigos que celebraba el cumpleaños, según confirmó la familia, le envió un audio a su madre antes de morir: “Le dijo lo que le pasaba, despidiéndose. Se escuchaban gritos, estaba sin respiración. La gente pedía que encendieran las luces”, ha compartido con los medios el padre de la joven, Jairo. Tenía 28 años. “Estaba con unos amigos de Caravaca y con su novio, que también está desaparecido”, continúa su padre.
“Momentos muy duros por la falta de información”
“Estamos viviendo momentos muy duros por la falta de información; quienes están aquí -dice la concejala de Salud del consistorio murciano mientras señala las enormes puertas de hierro del edificio- no saben si sus familiares se encuentran fallecidos o están en un hospital. Estamos tratando de dar la información más precisa posible y, por supuesto, haciendo intervenciones psicológicas porque ha habido algunas crisis de ansiedad. No se puede descartar que aparezcan más cuerpos”.
Fuentes policiales han informado de que se ha elaborado una lista en la que constan al menos 18 personas que habrían estado en la zona de las discotecas y de las que se desconocía el paradero. 13 serían los fallecidos que se han recuperado a lo largo de la jornada del pasado domingo de entre los escombros y de los cinco restantes, tres han aparecido sanos y a salvo. “Vamos a mantener la búsqueda hasta que tengamos la garantía de que todas las personas desaparecidas se encuentren. Hoy, mañana, de noche o de día”, ha dicho en la tarde del domingo el jefe de la Policía Nacional de la Región de Murcia en una comparecencia acompañado del alcalde de Murcia, José Ballesta, y el jefe de los bomberos. De los cuerpos que se han recuperado, solo tres personas han podido ser identificadas por las huellas dactilares, han referido, pero el resto tendrán que ser sometidos a una prueba de ADN y contraponerla con la de sus familiares más cercanos para determinar su identidad.
El alcalde de Murcia, José Ballesta, ha señalado que sí que han podido comprobar que el horario de cierre de la discoteca eran las 7 de la mañana. Pero ha añadido que están estudiando con todos los departamentos si se cumplían todas las licencias. “Es un día muy complicado, y nosotros primero atendemos a las personas, pero luego pediremos las responsabilidades. Caiga quien caiga, cueste lo que cueste, se van a aclarar hasta sus últimas consecuencias”, ha advertido Ballesta al tiempo que adelantaba que se ha abierto un procedimiento en el que se va a personar el Ayuntamiento para depurar responsabilidades.
Fuentes policiales también han explicado que hay que esperar 48 horas para que baje la temperatura de la nave y proceder a las pesquisas. “Hay que hacer también algún asentamiento de la estructura por si pudiera colapsar más el edificio, cuando los bomberos hayan asegurado la zona será cuando podamos entrar para recoger muestras y extraer información de cómo se ha producido el fuego”.
José Antonio Solano, conductor de un autobús de bomberos que se acaba de bajar del vehículo, apunta que la cercha -armadura que sostiene la cubierta de un edificio- se había desplomado por completo en La Fonda y “he visto muchos hierros torcidos y doblados que siguen ardiendo”.
El concejal del Ayuntamiento de Murcia de Seguridad y Emergencias, Fulgencio Perona, ha señalado, ataviado con un chaleco rojo, que “cuando los hierros se enfrían con el agua y se contraen es cuando puede producirse cualquier derrumbe. Entonces, también tenemos que asegurar el trabajo de los que están ahí trabajando”. La calle precintada donde se encuentran las tres discotecas se va vaciando de curiosos, mientras que familiares y amigos siguen esperando más noticias en la puerta y en el interior del Palacio de Deportes.
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