Las bases de EH Bildu han respaldado la decisión tomada por su Dirección y han dado su sí a que María Chivite sea reelegida presidenta de Navarra. Ese no será el voto de los nueve parlamentarios de la coalición abertzale, será una abstención, tal y como se planteó a las bases, por lo que la socialista no será investida en el pleno del lunes, en el que es necesario una mayoría absoluta, pero sí en el del martes, en el que basta una mayoría simple. La tiene asegurada gracias a los votos del PSN (11); sus socios de Gobierno Geroa Bai (7) y Contigo/Zurekin (3); y la imprescindible abstención de la izquierda abertzale (9).
Un 82,7% de las bases de EH Bildu ha respondido de forma afirmativa a la pregunta que la dirección les planteó sobre si deberían facilitar el Gobierno tripartido liderado por María Chivite “mediante la abstención”.
La Dirección dio a sus bases cinco motivos para abstenerse y permitir un nuevo “Gobierno progresista” en Navarra. “Puede ser un punto de partida que abre un camino de cuatro años para seguir avanzando”, apuntó la portavoz parlamentaria Laura Aznal sobre el acuerdo programático este martes en la Cámara foral. La coalición abertzale, eso sí, ha destacado que serán “más exigentes” que nunca con el Ejecutivo de Chivite “para desarrollar políticas progresistas” a lo largo de la legislatura.
El apoyo de EH Bildu al menos en forma de abstención activa, es necesario para superar al bloque de la derecha. Los partidos que conformarán el Gobierno suman 21 de 50 escaños en el Parlamento de Navarra, tan solo uno más que los 20 que suman UPN, PP y Ciudadanos. La coalición abertzale manifestó desde un primer momento su voluntad de continuar facilitando un Gobierno progresista como socio externo, tal y como le trasladó al PSN en una reunión que mantuvieron en la Cámara foral a los pocos días de celebrarse las elecciones del 28 de mayo, y en la que los socialistas reiteraron su veto a la entrada en el Ejecutivo de EH Bildu.
Pero la coalición abertzale dio un paso más y se abrió a apoyar con un 'sí' al Gobierno de Chivite si finalmente se rompía la opción de Geroa Bai. El PSN se veía ahora más cómodo en este escenario dado que, al fin y al cabo, Pedro Sánchez también precisa del apoyo directo y expreso de los diputados soberanistas en el Congreso. Tras el acuerdo alcanzado este lunes entre PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin, la abstención de EH Bildu será suficiente para que María Chivite sea reelegida presidenta de Navarra para la legislatura 2023/2027.
EH Bildu ya se abstuvo en 2019 para facilitar que Chivite fuera elegida presidenta de la comunidad foral. Entonces su apoyo en forma de abstención también era imprescindible y también se consultó a las bases, que avalaron la abstención con más de un 70% de los apoyos. Durante los cuatro años de mandato, la coalición abertzale ha sido el socio preferente de PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra en el Parlamento durante, con quienes han llegado a acuerdos “puntuales”, como se han esforzado en recalcar desde el PSN, continuos. Entre ellos destacan los cuatro pactos de presupuestos, la Ley foral de cambio climático, la ley de vivienda, la de financiación local, la de reconocimiento a víctimas de abusos por parte de religiosos, la del juego o la ley de lucha contra el racismo o la xenofobia.
Tras el sí de EH Bildu, se despeja el camino para el debate de investidura de María Chivite, que comenzará este lunes con la intervención de la candidata socialista, a la que seguirán las intervenciones de los portavoces del resto de los grupos. En la votación de ese día es necesaria la mayoría absoluta, que Chivite no alcanzará. Será en la segunda votación, que se realizará 24 horas después y en la que es suficiente la mayoría simple, cuando la socialista volverá a ser reelegida presidenta de la comunidad foral, la primera candidata que repite en el cargo desde Miguel Sanz (UPN), y la primera mujer que se mantiene en la presidencia más de un mandato. Navarra, además, encadenará de esta forma cuatro legislaturas de mujeres al frente de la presidencia.