La Navarra rural se muere. Así lo refleja el mapa que ilustra los últimos datos del INE que constatan la pérdida de población natural en España de cuatro de cada cinco municipios. Y es que el 79% de los municipios del país han registrado más muertes que nacimientos en los últimos 20 años, un escenario del que Navarra no queda exenta.
La Comunidad foral ha experimentado un crecimiento natural negativo en 2018, año en el que murieron 421 personas más de las que nacieron. Un dato peor que el del 2017, que también fue malo, en el que hubo 348 nacimientos más que en 2018. Además, los datos reflejan un crecimiento natural negativo en casi todos los municipios que no están situados en la comarca de Pamplona desde 1996, un dato que constata la alarmante situación demográfica de las zonas rurales respecto a las urbanas, cuyo panorama es bien distinto, puesto que su crecimiento ha sido positivo durante este periodo de tiempo.
Así pues, en municipios de la zona del Pirineo Navarro como Erro o de la zona de la Ribera como Sesma presentan pérdidas de población natural de 0,71% y 1,09% anuales frente a Noaín o el Valle de Egües cuyo crecimiento anual es en términos positivos del 1% y 2,3%, respectivamente. De hecho, el Valle de Egües es el municipio con mayor crecimiento natural de población desde 1996 de toda España.
Y es que las ciudades, que concentran los grandes núcleos de población, experimentan ese mayor número de nacimientos frente al de defunciones, una tendencia que se traslada a los municipios de su entorno. Es el caso de Pamplona que, aunque solo presenta un crecimiento natural de población del 0,08%, los pueblos que colindan con ella sí presentan datos positivos en mayor medida, como Cizur (0,9%), Aranguren (0,93) o los ya mencionados Noáin (1%) y el Valle de Egües (2,3%).
Los datos constatan el abandono progresivo de las zonas rurales, un fenómeno que no es exclusivo de Navarra, pero que golpea con fuerza a la Comunidad foral, en la que tan solo hay un gran núcleo urbano en cuanto a población se refiere. En Navarra actualmente cerca del 60% de la población vive en la zona de Pamplona y su comarca.
A nivel nacional, en 2018 en España se ha batido el récord de saldo vegetativo de la población, nacimientos menos defunciones, lo supone una pérdida natural de casi 55.000 personas en el último año. Esto es, de cada 1.000 habitantes, España perdió 1,2. Una nueva cifra que señala el retroceso demográfico en España con las peores tasas históricas de natalidad desde que existen estadísticas.