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El perdón de la derecha navarra a las víctimas de violencia policial no convence a las familias

El presidente de UPN y portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza.

Rodrigo Saiz

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En una intervención en comisión parlamentaria, el portavoz en materia de paz y convivencia de Navarra Suma (coalición de UPN, PP y Ciudadanos), Iñaki Iriarte, ha pedido perdón por no haber sabido manifestar su “cariño” a las familias de las víctimas de la violencia policial y por no haber respaldado “como es debido su derecho a la Justicia”. Lo ha pronunciado en una declaración íntegra en euskera en la que ha nombrado específicamente los casos de Germán Rodríguez, asesinado de un disparo efectuado por la Policía Armada en los Sanfermines de 1978, y Mikel Zabalza, torturado en 1985 en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo (Donostia) y hallado muerto en el río Bidasoa días después, y que ha comenzado aclarando que hablaba “como portavoz de un grupo parlamentario [Navarra Suma] y como representante de mis votantes”.

Estas declaraciones, que se suceden a escasos días del aniversario de las muertes del dirigente de Herri Batasuna y parlamentario vasco, Santiago Brouard, asesinado el 20 de noviembre de 1984 por el GAL, y de Josu Muguruza, a quienes Iriarte también se han referido, suponen un hito en la historia de Unión del Pueblo Navarro, formación a la que pertenece Iriarte y ahora integrada en la coalición Navarra Suma, que en 40 años nunca había pedido perdón el trato dado a las víctimas de la violencia policial.

Tras las palabras de Iriarte, ningún otro representante de UPN en el Parlamento foral ha salido a pronunciarse al respecto, si bien desde el partido señalan que esas afirmaciones cuentan con el respaldo y coinciden con el planteamiento de la formación regionalista. Así lo ha expresado también el alcalde de Pamplona y número dos de Javier Esparza en la dirección de UPN, quien ha señalado que “es un gesto digno de elogio decir que hay que ser sensible con todas las víctimas”. Enrique Maya sin embargo ha descartado disculparse asegurando que él no tiene que pedir perdón porque no ha hecho “nada para que ocurriese esa violencia”, y ha pedido a EH Bildu “que tome nota” y condene la violencia de ETA.

Los otros dos partidos que conforman la coalición, Ciudadanos y PP, no han dado declaraciones al respecto. En el caso de los populares, cuya presidenta en Navarra es Ana Beltrán, del equipo de confianza de Pablo Casado en Génova, a pregunta de este periódico, han señalado que circunscriben las declaraciones de Iriarte en un pronunciamiento de un parlamentario concreto de UPN, a pesar de que en su intervención aclarar que hablaba en nombre de toda la coalición.

En el pasado la postura de UPN hacia el reconocimiento de las víctimas de la violencia policial y del Estado ha sido radicalmente opuesta a la expresada por el parlamentario Iriarte este miércoles en comisión. Los regionalistas han votado en contra o se han abstenido en todas las votaciones a declaraciones institucionales sobre estas víctimas o peticiones para la descalificación de secretos de Estado que ayuden en el esclarecimiento de los hechos que acabaron con la vida del activista navarro Germán Rodríguez en julio de 1978.

Sin ir más lejos, en 2019 UPN y PP (en la anterior legislatura no estaba en coalición) votaron en contra de la ley foral de reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos, que promueve el reconocimiento y, en su caso, reparación de las víctimas generadas por la acción violenta de funcionarios públicos o grupos de extrema derecha“. En su intervención en aquel pleno, el ahora diputado en el Congreso Carlos García Adanero aseguró que el Gobierno de Uxue Barkos buscaba con esa ley ”reescribir el relato“ para generar ”conflicto y dos bandos“.

La norma, en cuya votación el PSN se abstuvo, fue recurrida por PP y Vox al Tribunal Constitucional, que rechazó los recursos, avalando la ley con la que el Ejecutivo foral puede reconocer y reparar parte del daño causado a todas las víctimas, incluidas las de abusos policiales, que en su caso podrán tener derecho a una compensación.

Las víctimas piden que las palabras vayan acompañadas “de hechos”

Este viraje repentino de UPN en boca de su portavoz en la comisión de paz y convivencia ha “sorprendido” a las familias de algunas de las víctimas que el propio Iriarte ha mencionado en su intervención con las que este periódico se ha puesto en contacto. Fermín Rodríguez, hermano de Germán Rodríguez, valora “positivamente” las palabras, que las considera “importantes”, si bien reclama que vayan “acompañadas de hechos”. Fermín insiste en que UPN ha votado en contra de cualquier iniciativa presentada por la asociación 'Sanfermines 78 gogoan' para esclarecer quién fue el autor del disparo que acabó con la vida de su hermano en los disturbios que siguieron a una intervención de la Policía en la plaza de toros de Pamplona.

En la misma línea, Ana María Aierbe, hermana de la novia de Mikel Zabalza, Idoia Aierbe, quien también denunció haber recibido torturas policiales, reclama “actos” además de palabras y señala que estas declaraciones le han generado “dolor” por recordarle unos hechos que “UPN nunca condenó ni ayudó a esclarecer”. Mikel Zabalza fue detenido por supuesta colaboración con ETA en 1985 –no tenía nada que ver con la banda terrorista–, torturado en el cuartel de Intxaurrondo y hallado muerto en el río Bidasoa días después. La versión oficial siempre mantuvo que murió ahogado al intentar huir esposado de los agentes que le custodiaban para la identificación de un zulo, sin embargo, sus allegados siempre sostuvieron que murió a causa de las torturas que sufrió. Precisamente, en febrero salió a la luz el audio de una conversación en la que el excoronel del CESID Juan Alberto Perote y el capitán de la Guardia Civil Pedro Gómez Nieto dejaban entrever que Zabalza murió por las agresiones de las que fue víctima.

A estas exigencias de los familiares de las víctimas se han sumado los dos principales socios del Gobierno de María Chivite, PSN y Geroa Bai, que han pedido a Navarra Suma que concrete la “autocrítica” con hechos. Tanto Ramón Alzórriz como Uxue Barkos han invitado a Javier Esparza a retomar su intervención en el Plan de Convivencia de Navarra que la coalición de derechas abandonó el año pasado por considerarlo “excluyente”.

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