EH Bildu ha denunciado que una de sus sedes en Pamplona, la situada en el Rincón de la Aduana, ha amanecido este jueves con varias pintadas nazis contra el alcalde de la capital navarra, Joseba Asiron, para criticar su plan de resignificación del monumento a los Caídos, el que es el segundo mayor monumento de exaltación franquista de España tras Cuelgamuros y el primero enclavado en un entorno urbano.
“No permitiremos que los fascistas condicionen nuestras vidas y nuestras decisiones. Estamos plenamente comprometidos con la memoria democrática”, ha señalado la coalición abertzale en un comunicado publicado en la red social X acompañado de una fotografía de las pintadas que han aparecido en la sede. En ellas se puede apreciar símbolo nazi, así como la estrella de David, y una advertencia de que el edificio de los “Caídos no se toca”, acompañado del insulto 'Asiron narizon'.
Las pintadas van dirigidas contra el plan del nuevo alcalde de Pamplona de retomar la resignificación del entorno al monumento a los Caídos, que ya inició en su anterior mandato (2015-2019), pero al que el posterior Gobierno municipal de Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos) no dio continuidad. Tras la moción de censura pactada con el PSN que le aupó de nuevo a la Alcaldía, Asiron anunció que sería una de sus primeras medidas.
Para ello se retomará el concurso de ideas del que salieron elegidos siete proyectos seleccionados por un jurado y que, tras haber sido anulado por el Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) en un inicio, ya cuenta con todos los avales para seguir adelante. De las propuestas, una apuesta por el derribo del conjunto monumental, mientras que las otras seis optan por resignificarlo. Según ha anunciado el propio alcalde, se espera que en los próximos meses se abra una consulta a la ciudadanía para que vote por una de las propuestas seleccionadas por el jurado.
Situado al final de la calle Carlos III, una de las principales avenidas de Pamplona, los Caídos es el segundo mayor monumento franquista de España tras Cuelgamuros. Construido en homenaje a los “muertos en la cruzada”, como reza una inscripción grabada en el frontispicio ahora escondida tras una lona, en referencia a los fallecidos del bando sublevado en la Guerra Civil, durante años albergó los restos mortales de los generales golpistas Emilio Mola y José Sanjurjo, que fueron exhumados de la cripta del monumento en 2016 en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica.