Gobierno foral y Navarra Suma evidencian en el debate del proyecto fiscal sus diferencias para un acuerdo presupuestario
El Gobierno de Navarra se encuentra ante una piedra de toque con el proyecto de ley foral de medidas fiscales, que estos días se debate en el Parlamento foral, para ver hacía dónde se encamina la próxima negociación que debe afrontar el Ejecutivo y que ya ha comenzado, la de los presupuestos del 2020, los primeros de la legislatura. Conseguir o no que uno de los dos grupos de la oposición -Navarra Suma y EH Bildu- apoye las medidas fiscales marcará la negociación presupuestaria.
La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, sigue insistiendo en que el Ejecutivo se está “reuniendo con todos los partidos políticos para hablar tanto de Presupuestos como de las propuestas fiscales”, pero los reproches continuados con Navarra Suma evidencian sus diferencias y dificultan la posibilidad de que ambas formaciones puedan llegar a un acuerdo para los presupuestos, por lo que cada vez gana más enteros la opción de EH Bildu como única alternativa, con quien hay más sintonía.
El cruce de acusaciones y los reproches han sido continuados en el pleno de este jueves al que Navarra Suma ha llevado tres enmiendas a totalidad a los tres proyectos de ley fiscales: un paquete de medidas tributarias generales como la deflactación, las deducciones fiscales a quienes percibieron prestaciones por maternidad y paternidad y la eliminación del impuesto a los bienes empresariales. Enmiendas a la totalidad que fueron rechazadas por el pleno tras un debate lleno de acusaciones cruzadas entre los miembros del Gobierno y los parlamentarios de Navarra Suma.
Mientras la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz ha acusado a Navarra Suma de plantear una reforma fiscal que “es inasumible y parece diseñada con la única intención de volver a tiempos de recortes y de reversiones de servicios públicos” que tendría “un coste de 250 millones”, la portavoz de Navarra Suma María Jesús Valdemoros ha reprochado al Gobierno que las medidas fiscales exigirán “un esfuerzo fiscal excesivo, que además recae de manera desproporcionada en familias con hijos y en las rentas medias” y que se parecen en un “98% a las de la pasada legislatura”. Javier Esparza ha ido más allá en esa crítica al asegurar que “Chivite no quiere pactar con Navarra Suma porque está atada a las políticas fiscales del cuatripartito”.
Chivite abierta a aceptar algunas enmiendas
Con EH Bildu sin embargo el Ejecutivo encabezado por Chivite parece que tiene más sintonía. El Gobierno ha estado valorando estos días las propuestas fiscales enviadas por la formación abertzale y la presidenta se ha mostrado abierta a “aprobar algunas de las enmiendas”. Por su parte desde EH Bildu su portavoz Bakartxo Ruiz ha afirmado que “puede haber condiciones” para lograr un acuerdo y ha recordado que “no sería compatible ni lógico” compatibilizar y aceptar las medidas de EH Bildu y de Navarra Suma en materia fiscal, puesto que “no van en línea con los acuerdos programáticos”. Así las cosas, la opción de que termine pactando con EH Bildu parece más factible, también ante la preferencia de sus socios de Gobierno -Geroa Bai, Podemos- por esta posibilidad. Pero pese a esta mayor sintonía mostrada estos días entre el Gobierno y EH Bildu el acuerdo tampoco será sencillo, y eso se ha escenificado este jueves en el pleno, en el que EH Bildu ha presentado una enmienda a la totalidad a la modificación de la Ley Foral del Impuesto sobre el Patrimonio. Enmienda que ha sido rechazada.