Carlos Cortina presenta su dimisión ante la inminente apertura de juicio oral por prevaricación
El exalcalde de Astillero y actual portavoz del PP en el municipio, Carlos Cortina, ha presentado este martes en el Ayuntamiento su renuncia formal al acta de concejal. El dirigente popular se marcha en vísperas de que se resuelva el último recurso judicial que le queda para evitar sentarse en el banquillo por un presunto delito de prevaricación vinculado a la contratación irregular con cargo a las arcas públicas de una persona próxima a su partido.
Su salida de la política local es la crónica de una muerte anunciada. La Audiencia de Cantabria resolverá durante la primera semana de julio el auto de apelación presentado por el exregidor municipal -según consta en una providencia a la que ha tenido acceso eldiario.es-, y a tenor de la marcha de la instrucción del caso, todo hace pensar que este órgano judicial ratificará la imputación del dirigente del PP y se decretará la apertura de juicio oral.
Llegados a este punto, los Estatutos del PP son claros: cualquier dirigente debe ser apartado de su cargo y suspendido de militancia. No obstante, Cortina podría haber mantenido el acta como concejal no adscrito, aunque esa posición hubiera sido muy difícil de explicar ante las duras críticas que él mismo ha vertido contra sus ya excompañeros, Javier Fernández Soberón y Beña Gañán, por haber abandonado el partido sin renunciar a sus puestos en la Corporación.
De este modo, lo que ha hecho el exalcalde de Astillero es adelantar en el tiempo su salida, poniendo punto y final a 31 años consecutivos como concejal. En su lugar, entrará al Consistorio Consuelo Castañeda 'Chelo', la siguiente en la lista con la que los populares concurrieron en las últimas elecciones municipales.
Además de renunciar al acta de concejal, Cortina también deja los cargos orgánicos que le situaban como líder del partido en Astillero, por lo que la dirección regional que encabeza María José Sáenz de Buruaga deberá nombrar una gestora que se haga cargo del día a día de la formación hasta que se convoque el proceso para nombrar a una nueva dirección. Entre la nombres que más suenan para suceder a Cortina están los exconcejales de Servicios Sociales y Deporte, Verónica Perdigones y Aarón Delgado, y la propia Consuelo Castañeda, una histórica militante de la formación.
A este respecto, según ha podido saber este diario, la dirección del PP cántabro tratará de formar una candidatura de consenso para evitar un enfrentamiento similar al que ha ocurrido a nivel regional y como acaba de hacer con las primarias para elegir al presidente de Nuevas Generaciones.
Prevaricación administrativa
La imputación de Carlos Cortina se produjo durante la campaña electoral celebrada en 2015 a raíz de una denuncia presentada por el secretario municipal y en la que también están personados los representantes del PSOE e IU.
Hasta ahora, el Juzgado de Instrucción número 3 que dirige la investigación ha rechazado todos los recursos presentados por el dirigente del PP, y la Fiscalía ha solicitado para él diez años de inhabilitación por un delito de prevaricación administrativa continuada.
Entre los años 2007 y 2010, el Ayuntamiento de Astillero pagó cerca de 100.000 euros a una persona que se valió de su “cercanía personal” con el alcalde pese a que “no tenía la cualificación profesional adecuada” para las tareas que se le encomendaron -la elaboración de la Relación de Puestos de Trabajo- ni “ninguna experiencia en el sector público”.
Además, durante ese tiempo no desempeñó un “trabajo real y efectivo”, según consta en el escrito de calificación de la Fiscalía que adelantó eldiario.es.
Renuncia por desgaste
“En absoluto”. La respuesta de Carlos Cortina cuando es preguntado por los motivos de su marcha es rotunda. El exalcalde de Astillero niega de plano que su salida del Consistorio tenga que ver con la inminente resolución del último recurso judicial que le queda y afirma que está relacionada con el desgaste personal que supone llevar 31 años como concejal.
A preguntas de este diario, el dirigente del PP argumenta que aunque se decretara la apertura de juicio oral, podría continuar como concejal no adscrito “hasta que haya una sentencia firme”, y apunta en que si se debiera a su imputación, habría dimitido cuando esta se produjo, hace tres años. Por ello, insiste en desligar su decisión a su situación procesal.
Por otro lado, Cortina lamenta que su marcha coincida con la “difícil” situación en la que se encuentra el Ayuntamiento, gobernado en minoría por el PRC, y en medio de un “caos absoluto” del que hace responsable al alcalde, Francisco Ortiz.