Es hora de recordar
Muchos intentaron avisar de que el nacimiento de la Comisión Sinde abría una espita peligrosa: la posibilidad de que el Ejecutivo le cogiera el gusto a eso de quitar competencias a los jueces que no dictaban resoluciones de su agrado. A los que avisaron los dibujaron como a bebés que lloraban porque se quedaban sin el chupete de las descargas, como a fanáticos del todo gratis, como puristas del Derecho que pedían procedimientos con garantías para entorpecer el camino de la verdadera justicia.
Ahora que quiere nacer la nueva Ley de Seguridad Ciudadana nutriéndose de los mismos principios de la Comisión Sinde, es hora de recordar y pedir cuentas a los que la apoyaron. Ahora que todos los medios parecen haberse olvidado, es hora de pasar factura. De pasarla a aquellos que crearon el atajo que sortea a los jueces. De pasarla a aquellos que aplaudieron un truco burdo porque esta vez el fin –por el hecho de ser su fin– sí que justificaba los medios. La impunidad del abuso fomenta su repetición y, ahora que sufrimos las consecuencias de aquella pasividad e incluso del apoyo de gente que se dice intelectual de izquierdas, es hora de recordar.
Ahora que sabemos que la Comisión Sinde-Wert se enfrenta a un procedimiento penal por prevaricación, es hora de recordar a los que nos la vendieron y a sus padres, dos ministros de Cultura de partidos políticos gemelos.
Ahora que sabemos que la Comisión Sinde ordena la retirada de contenidos y el bloqueo de páginas webs sin intervención alguna de un juez, es hora de recordar lo que nos contaron.
Ahora que sabemos que no solo no hay jueces en esa Comisión sino que las resoluciones de esta dicen lo contrario que las de aquellos, es hora de hacer recuento.
Aquí tienen el primero, vendrán más. González Sinde, con ayuda de Àngels Barceló, mintiendo con la tranquilidad de quien sabe que quien la entrevista no ejercerá de periodista esa noche. González Sinde, asegurando que los procedimientos ante su Comisión los decide un juez. Hoy, tiempo después de aquellas palabras, los abogados que llevan más de un año presentando escritos ante esa Comisión, y que sienten que es como meter mensajes en una botella y tirarla al mar, siguen recibiendo resoluciones sin ver juez alguno por ninguna parte.
Pasen y vean. Ahora que se constata que toda aquella información previa a la aprobación de la Ley era falsa, estos programas, esas risas, esas burlas hacia el único que ejercía de periodista en aquella tertulia, se escuchan y se sufren de una manera muy diferente. Cuando escuchen este ya viejo fragmento de audio que les traigo, descubrirán que lo verdaderamente importante no es que a usted le quiten jueces para que un órgano administrativo diga lo contrario que ellos, lo importante es que el Gobierno le ha quitado de hacer esas pesadas colas en los registros públicos. Así lo sugiere Àngels Barceló, que sabe qué es lo realmente importante más allá de complicados discursos sobre garantías judiciales que nadie entiende y que a nadie importan. ¿Qué otra cosa puede importarle a usted que las cuestiones verdaderamente prácticas del día a día? ¿Qué podría importarle a usted si no es eso, estúpido ciudadano?