De Merkel a Cañete (pasando por Prisciliano)
Ramón Chao, un prestigioso periodista gallego (Vilalba-1935), residente en París, publicó en el año 1999 un libro titulado “Prisciliano de Compostela” donde defendía que el apóstol Santiago jamás pisó Galiza y que los restos que se veneran en la ciudad son los de un gallego, Prisciliano, que en el siglo IV confrontó con la Iglesia. Considerado hereje por aquel entonces fue ejecutado en Treverís (Alemania) . Según este periodista sus restos habrían sido trasladados por sus seguidores hasta este país de la periferia de la periferia.
Tomando por buena la hipótesis de Chao podemos llegar a concluir que la visita de la kaiserina Merkel “a colonias” a finales de agosto para negociar con Rajoy el juego de tronos de Cañete y De Guindos, sirvió para que Merkel en vez de abrazar al apóstol en la catedral de Compostela, abrazara a un gallego ejecutado en suelo alemán 18 siglos atrás. Metáforas galaicas para estos violentos años diez que ilustran la dura realidad de las políticas de nuestros días impulsadas a espaldas de la mayoría social.
Vivimos desde hace años instalados en una crisis sistémica del capitalismo que convive con un proceso de procesos constituyentes en el estado español. En este tiempo en la zona euro, la crisis financiera norteamericana mutó en crisis fiscal y esta cuestionó la solvencia de algunos estados (primero el griego) para hacer frente a sus pagos de deuda (ilegítima). Fue en ese momento cuando se empezaron a pautar las medidas criminales conocidas como el austericidio “made in Germany” que tanto daño han hecho hasta hoy.
Durante estos años, la imposición del norte al sur de las medidas de austeridad han estado motivadas para asegurarse el pago de la deuda con la banca del norte (fundamentalmente alemana). Al mismo tiempo los gobiernos del sur han usado el austericidio como coartada para realizar una devaluación interna buscando ser más competitivos a base de abaratar la mano de obra. La consecuencia de estas medidas encadenadas nos han instalado en la realidad de la semi-esclavitud de un capitalismo feudal donde el milagro de poder trabajar no te garantiza poder vivir con dignidad, donde asumimos que esta generación y las generaciones futuras vivirán peor que la de nuestras madres y donde los peajes contemporáneos son los aranceles medievales del siglo XXI. Todo esto ha coincidido con un estado y unos gobernantes que durante este tiempo no han comparecido, dilapidando la soberanía popular por la vía de la barra libre. Todo esto coincide simultáneamente con un estado que ha negado las expresiones de las naciones que lo componen y ha mercantilizado el agua que bebemos, el aire que respiramos, nuestra salud y nuestra educación.Todo esto coincide con un clima de corrupción estructural y con el bipartidismo herido pero no muerto. Simultáneamente las alarmas en palacio han saltado y el régimen en descomposición ha decidido hacerse un lifting. El nuevo rey, Pedro Sánchez y Mariano configuran actualmente la santísima trinidad que busca con los poderes fácticos, una ampliación contractual de un par de décadas sin concurso público.
Y en esto llego Merkel a Compostela el 24 de agosto con decenas de altos cargos de su gobierno y mandó acelerar. En la agenda, un tramo del camino, una visita a la catedral, una medallita para el alumno aventajado, abundante represión policial y varias cartas de recomendación. Como anfitriones Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijoo y el tercer alcalde de la capital de Galiza en esta legislatura al frente de una mayoría de concejales no electos, Agustín Hernández. En las calles del casco antiguo de Santiago resonaron los ecos de los cuatro jinetes de la Apocalipsis. Nada se habló de un cambio de políticas y los resultados de ese encuentro los hemos comenzado a conocer esta semana de Septiembre. Con De Guindos en barbecho, Arias Cañete ha sido designado comisario europeo de clima y energía. En su contra no ha influido su pasado como responsable de diversas áreas de gobierno en el estado. Su participación previa en medidas desregularizadoras de la protección del litoral, su autorización a la primera fracturación hidráulica , su luz verde a explotaciones petroleras en canarias o su escaso apoyo a las políticas de fomento de energías renovables no han condicionado esta designación que tendrá que ser ratificada por la Eurocámara en próximas fechas.
El mensaje que se envía desde el pensamiento único resulta evidente. El sufrimiento de la mayoría social y la falta de perspectiva de un futuro mejor no se encuentran en la agenda alemana y no se esperan en las políticas de los mandados de los mandados. Berlín no paga a traidores y si no, que se lo digan a Prisciliano.