Rosa de España
Hoy en día, un joven español, con menos de 25 años, tiene muchas opciones de estar entre casi el 50% de paro juvenil que hay en nuestro país. Rosa Romero, cumplidos los 24, tomó la decisión de su vida: se afilió al Partido Popular. A los 25 ya era concejala de Ciudad Real y, desde entonces, ha cobrado dinero público del Ayuntamiento, de las Cortes de Castilla-La Mancha, del Senado, del Congreso… Ha sido alcaldesa, portavoz parlamentaria autonómica, senadora, diputada… y acaba de ser elegida vicepresidenta tercera del Congreso. Romero tiene un sueldo mensual de más de 7.500 euros al mes, incluidos los más de 1.800 euros libres de impuestos por ser de una provincia diferente a Madrid.
Sale Celia Villalobos y entra “savia nueva” en la Mesa de la Cámara Baja con Rosa Romero. No ha importado que Rosa fuera sancionada anteriormente por el Banco de España o que la oposición de su tierra la relacione con los sobresueldos de Bárcenas. Romero goza ya de un puestazo en el Parlamento español, desde donde, en las últimas horas, ha escrito en Twitter: “Si el PSOE no permite la gobernabilidad de España, poniéndose a la altura de Podemos, los españoles ya no los verán como fuerza alternativa”. Fuerte hay que estar para imponerse a las adversidades de Rosa. Las vitaminas de Cospedal se presumen como decisivas. Los hay de la confianza de Mariano, de Soraya, de Javier (Arenas), de María Dolores… Hay que arrimarse al poder y sortear obstáculos.
Rosa Romero fue sancionada por el Banco de España por cometer dos faltas muy graves como consejera de Caja Castilla-La Mancha (sí, también sacó tiempo para estar en una de esas entidades financiera que hubo que intervenir con dinero público) y, entre col y col, sus opositores la han acusado de estar en los papeles de Bárcenas, de irregularidades en obras y adjudicaciones públicas y de haber sido denunciada por un constructor que la acusó de construirle un parque infantil en casa a cargo del ayuntamiento de Ciudad Real… El último pleno municipal, en el que Rosa anunció su renuncia, acabó con tal bronca que se pidió la intervención de la Policía Local.
Desde hoy, el rey busca candidato a la investidura como presidente del gobierno y Rajoy necesita acuerdos. El PP presiona, porque le gustaría tener el apoyo del PSOE o de Ciudadanos y los nacionalistas, como ocurrió en la Mesa del Congreso. Así logró nuestra Rosa su último ascenso. Ella disfruta del que es, por ahora, el único acuerdo alcanzado por los populares, nada menos, que con Albert Rivera y los independentistas. Rosa es un ejemplo de pacto y regeneración. Rosa es, por ello, nuestra Rosa de España.