“¿Sabías que Pedro Sánchez está muy deprimido?”
Nadie sabe nada de los planes de Pedro Sánchez pero todos aseguran tener la certeza de conocer sus sentimientos y cuál es la textura de su tristeza. El patio del Congreso ha sido este jueves un clamor de corrillos en los que antes o después alguien próximo a la gestora pronunciaba la frase: “¿Sabías que Pedro está muy deprimido?”.
Hasta en tres ocasiones he oído las mismas palabras de diferentes diputados socialistas. Todos ellos coincidían en otra cosa: ante la pregunta de qué hará el exsecretario general en la votación del próximo sábado, reconocían no tener ni idea.
Uno piensa que la conversación acaba cuando tu interlocutor se declara ignorante sobre el asunto por el que le preguntas. Sin embargo ahora, cuando un socialista habla de Pedro Sánchez, cualquier detalle sirve para apoyar una teoría.
Tras los diagnósticos de depresión, el rumor que más fuerza ha tomado a lo largo de la jornada es que el líder depuesto entregará su acta de diputado, en un gesto de rebeldía que le podría suponer un suicidio político.
Las intoxicaciones que emanan del PSOE parecen plasmar más deseos que certezas. Y uno se pregunta: ¿por qué no llama alguien a Pedro Sánchez por teléfono y le pregunta qué piensa hacer con su voto?
En vez de hacer esa llamada, el sector obediente a la gestora especula sobre la entrevista que Jordi Évole hará el domingo al diputado madrileño. “Si va a la tele es que no se rinde”, asegura una diputada del PSOE. Razonamientos de tal altura no han faltado.
Habrá que esperar al sábado para ver cómo Sánchez se escapa de la abstención. Mientras tanto, solo hay especulación y aprendices de psiquiatra.
