Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
El estudio empírico de la relación entre política y fútbol tiene una escasa tradición en las ciencias sociales.
La democracia parece favorecer campeonatos nacionales más competidos, en los que no hay un solo equipo dominante, y sus selecciones tienen mejores resultados en competiciones internacionales.
En España hay diferencias notables en la posición ideológica e identitaria de los seguidores de los equipos con más apoyo. Destacan el Real Madrid por su desproporcionado apoyo de seguidores de derecha y el Athletic de Bilbao por tener una gran base entre quienes se sienten menos españoles.
El deporte y la política están estrechamente relacionados. El campeonato mundial de ajedrez entre Fischer y Spassky en 1972 o la copa del mundo de rugby en Sudáfrica en 1995 son buena prueba de ello. A pocos días para que se dispute el Madrid-Barça, en este post nos preguntamos qué saben las ciencias sociales sobre la relación entre fútbol y política. La investigación existente se ha fijado en dos grandes temas: en qué medida el régimen político (esto es, que un país sea democracia o dictadura) afecta a las competiciones de fútbol nacionales e internacionales y cuál es la relación entre la ideología (izquierda y derecha) y el apoyo a determinados equipos.
En el primer caso, un reciente artículo de Lago, Lago y Lago (aquí)
publicado en la revista estadounidense Social Science Quarterly analiza la influencia del régimen político en la hegemonía de un determinado equipo de fútbol en la liga nacional. Usando una muestra de casi 2.000 ligas nacionales en más de cuarenta países europeos entre 1950 y 2011, los autores analizan hasta qué punto las ligas están dominadas por un mismo equipo en mayor medida en las dictaduras que en las democracias. El trabajo aborda, por tanto, ese lugar común que señala que en las dictaduras hay un “equipo del régimen”, una idea que de manera intuitiva encaja con los excelentes resultados de algunos equipos en países comunistas como Bulgaria o Checoslovaquia o el Real Madrid en la España de Franco. Los hallazgos del artículo son dos: (1) en las dictaduras el dominio de un determinado equipo es mucho mayor que en las democracias y (2) en los trece países que, en la muestra, han experimentado transiciones a la democracia desde 1950 (como España, Portugal o Grecia, entre otros), ninguno de los equipos que dominaban la liga durante la dictadura continuó haciéndolo en democracia. El argumento de los autores es que las transiciones a la democracia impulsan una mayor competitividad en las ligas de fútbol. Por un lado, la “manipulación política” del fútbol decrece con la democratización. La evidencia de los países comunistas es muy ilustrativa en este sentido. Por otro, con la llegada de la democracia, el modus operandi del capitalismo es progresivamente adoptado por los equipos de fútbol: la liberalización económica socava el dominio monopolístico de determinados equipos y fomenta la competición.
En un segundo artículo publicado también en 2016 en la misma revista (aquí), Jiménez analiza los campeonatos del mundo celebrados entre 1930 y 2010 y encuentra que las democracias ganan en mayor medida que las dictaduras tanto en las fases finales como en las de clasificación. Sin embargo, cuando se trata de competiciones juveniles, las dictaduras son las que dominan. El mecanismo que según el autor explica estos resultados es que las dictaduras estimulan y retienen el talento de los jugadores jóvenes. Sin embargo, esta ventaja desaparece a medida que los jugadores cumplen años debido a que las democracias desarrollan en mayor medida los ingredientes necesarios para el progreso de los jugadores profesionales: ligas competitivas, métodos de entrenamiento o la posibilidad de desarrollar las habilidades naturales.
En España disponemos de datos recientes (de 2014) del Centro de Investigaciones Sociológicas que contienen información sobre los equipos de fútbol mejor valorados por los entrevistados. Seleccionando únicamente los equipos que más apoyo reciben (Real Madrid, Atlético de Madrid, Barcelona y Athletic de Bilbao) se observa que sus seguidores difieren de manera bastante clara en su auto-ubicación ideológica. En una escala de 1 a 10 en la que 1 es izquierda y 10 derecha, los seguidores del Real Madrid se sitúan desproporcionadamente en la parte derecha de la escala, entre los valores 6 y 10, mientras que los que apoyan al Barcelona o al Athletic de Bilbao tienen una mayor concentración en posiciones a la izquierda. El caso del Atlético de Madrid es especialmente interesante porque presenta una distribución bipolar, con un cierto despoblamiento en las posiciones centrales y una mayor proporción de casos que la media en los valores extremos, tanto a la izquierda como a la derecha.
Los resultados resultan incluso más reveladores si comparamos pares de equipos dentro de la misma ciudad. Si bien el valor modal entre los seguidores del Atlético y del Real Madrid es el mismo, el 5, más de un 34% de los madridistas se sitúa en las posiciones 6-10 mientras que la cifra para los atléticos es el 30%. En el gráfico 1 se presenta la distribución de la posición ideológica de los seguidores de los cuatro equipos más una categoría que incluye otros equipos.
Gráfico 1. Distribución de la ideología de los aficionados en los equipos que reciben más apoyo
La dimensión territorial tiene un peso incluso más destacable. Tomamos de nuevo la comparación entre los cuatro equipos con mayor apoyo y una escala de identidad nacional con valores entre 1 y 5 en la que el 1 representa a quienes se sienten únicamente españoles y el 5 únicamente de su Comunidad Autónoma de residencia. En el gráfico 2 presentamos solamente algunos valores de interés; nos interesan, en concreto, las posiciones más extremas, 1, 1+2, 4+5 y 5. Los cuatro equipos presentan distribuciones muy poco parecidas a la categoría “Resto”. La comparación de los dos principales equipos madrileños es interesante: los aficionados de ambos equipos se sienten más españoles que madrileños pero la distribución está más concentrada en valores moderados en el caso del Real Madrid que en el Atlético de Madrid: si casi un tercio de los seguidores atléticos declara identidades exclusivamente españolas (valor 1), esta cifra es algo menor, un cuarto, entre los madridistas. También tomando los valores 1 y 2 la diferencia entre los dos equipos es muy llamativa. La comparación entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao resulta también curiosa. Más de un 20% de los seguidores culés se declaran más españoles que catalanes (la cifra es mucho menor en el caso del Athletic). En el extremo opuesto, el 44% de los seguidores del Athletic de Bilbao se concentran en los valores 4 y 5, mientras que entre los seguidores del Barcelona la cifra es significativamente menor, un 31%.
Gráfico 2. Distribución de la identidad nacional de los aficionados en los equipos con mayor apoyo
Parece confirmarse para el caso español la existencia de una relación entre ideología y sentimiento nacional, por una parte, y apoyo a los distintos equipos por otra, algo que sugiere que este tema debe analizarse con mayor detalle en el futuro.
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